El lapso comprendido entre 19875 y 1993, resulto de una coyuntura histórica y discusión en nuestra República Bolivariana de Venezuela, la idea central era como confrontar las reformas y los lapsos y catalizadores para lograr este proyecto, cuyo fin era balancear los esfuerzos dados por los países integradores de La Patria Grande. Alemania, arrojaba códigos diversos para modificar todos los sistemas que comprendía cuatro cuerpos de diálogo y argumentativo, que el presidente Nicolás Maduro Moros los llama motores. Tenemos entonces, Modificación del sistema electoral, Reforma del sistema de selección de los jueces, Restitución de las garantías económicas y, Reformas de las leyes siguientes: Ley Orgánica de Seguridad y Defensa, Ley de Régimen Municipal, Ley para garantizar la Defensa Judicial y por final, Ley de Regulación de La Nacionalidad.

Esta agenda de trabajo fue aprobada por el presidente Hugo Chávez Frías y, le dio continuidad al Estado vigente, hasta que el actual presidente, reorganizó y se definió el papel de La Asamblea Nacional Constituyente. La Asamblea Nacional, en vez de liderizar los programas de Estado para su estabilización económica, lo que hizo fue contrariar los sentimientos de los nuevos Republicanos que deseaban convivir en un verdadero Estado de Derecho.

Cumplidas esta tarea, no hemos podido avanzar a la VI República porque el Estado Delictivo, ala militar y bachaqueros distorsionan la economía y comercialización de alimentos, originando una seria controversia en los principios políticos de la base popular y el desarrollo de programas sociales que benefician al pueblo.

Solo, una minoría gobernante desea el bien para la República.

Desde 1989, en plena campaña electoral hasta hoy, es la democratización del Estado y como, se mueven los movimientos cívicos- regionales. La privatización, seguiría su ruta, pero, las micro empresas deben adecuarse al gobierno centralizado y, desde las comunidades controlar la inflación e hiperinflación con ayuda de autoridades militares y civiles. Con esto, quiero decir que se deseaba modernizar al país con una visión a EEUU, China, La India y Australia.

La Copre fue anunciada en diciembre de 1984 y designada en el primer trimestre de 1986, es decir, un espacio de tiempo de poco más de un año, la segunda etapa, fue la de distancia y confrontación, entre 1986 y el inicio del gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1989. Chávez, reviso estos programas, viajo a Inglaterra se entrevisto con Toni Blair, dialogo con el General Marcos Pérez Jiménez e hizo consultas a alto nivel hasta la Fundamentación de nuestra novísima Constitución Bolivariana y hacerla Ley, mediante el voto popular.

La economía actual es de retos específicos. La nueva Ruta de la Seda, conlleva a un criterio geopolítico de cierto nivel argumentativo. Ya no podemos quedarnos en una relación Sur- Sur, mientras La Globalización avanzaba con sus variantes y las OTAN, fijando posiciones sobre sus colonias. Hay fuerzas opositoras que desean el freno amarillo y que China, se quedase en un comercio interno, China para China.

Por esto, las naciones, consideradas potencias requieren analistas a nivel financiero para cumplir con proyectos que se encuentran en una concepción de infraestructura. El trabajo económico de China hacia Venezuela tiene un aproximado de treinta años, pero, el gran problema es que nos vende chatarra tecnológica y motriz.

Panamá, Uruguay, Bolivia, Trinidad- Tobago, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Turquía son países protagonistas de la Ruta de La Seda, un programa macro de intercambio comercial, donde la banca tiene mucho que ver en ello. Es una red con un aproximado de setenta – 70-países. Con un aproximado de 60 a 80 mil millones de yuanes para cubrir estos proyectos que incluye cerebros artificiales que se articulan desde empresas privadas con el sistema bancario internacional.

Estados Unidos se siente en amenaza y despliega su diplomacia hacia Australia, Japón e India para controlar los mares desde la OTAN y fortalecer toda la estructura telemática, bajo un solo esquema de trabajo computacional.

Es una guerra comercial de alta tensión. Anteriormente, con el gobierno español fue religión y control de los mares, con asentamiento en puertos improvisados, Inglaterra, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, asumió ese control junto a Holanda. Ahora estamos frente a una banca globalizada con un sistema capitalista y liberal abierto, aunque la globalización ha tenido sus contradicciones.

China, busca tomar ventaja, invirtiendo en la adecuación de los puertos marítimos que cubrirá treinta millones de kilómetros cuadrados.

Es un juego ideológico, como operativo. Allí esta el África, su población esta siendo desplazada, luego del brutal asesinato de Muhammad Gadafi Desean encontrarse con la multipolaridad de poderes. China, tiene ahora el control electromagnético y dispersan a los burgueses de Europa y EEUU, quienes no ven un camino seguro, aunque veamos el caso de Grecia.

Se busca unificar el dólar y el Yuan para conjurar las acciones del narcotráfico, quien domina de una manera indirecta, ciertos mercados., los chinos en 2025 piensan ya tener la capacidad del equilibrio económico y Venezuela es la clave para el dominio del mercado transoceánico por ser cabecera de playa-

Veremos que sucede, ambas potencias, vienen tejiendo la ruta y ambos vienen planteando la reducción de pensiones o abrir el abanico para jubilar a las personas con diez años demás, es decir, correrla de los sesenta a setenta años.

En política, nos encontramos en una ruta de plena ignorancia, nuestros antepasados y de la pasada generación, poco se preocuparon en enseñarnos ideología y estrategia política, Sudamérica extravió por este egoísmo, el tránsito hacia su desarrollo. Poco, tuvimos identidad con lo nuestro, el sistema impuesto desde Alemania fue poco operativo, me refiero a la socialdemocracia, luego el socialismo. Su contacto con el mundo delictivo fue procrear un estado de indefensión que hoy, nos sucumbe a una tristeza global. Desde Fidel y Kennedy el engaño y la mentira es absoluta hacia el pueblo, somos utilizados como carroñeros.