El golpe económico para los países que integran el cono Sur es grave. Existe un período de fuerte endeudamiento de estas economías y, en gran medida en monedas extranjeras. De ahí que las divisas más castigadas sean aquellas con mayor vulnerabilidad exterior.
En Venezuela, ante la ingenuidad de los presidentes y su gabinete económico, en los años de bonanza, los mercados donde los inversores se sienten seguros están más dispuestos a tomar ciertos riesgos a cambio de mayores rentabilidades. Así que, su interés por los emergentes sigue creciendo y al tiempo, que su tendencia los diversifica en etapas para aprovechar su oportunidad y nuestro país no recapacitó y se endeudó en dólares con los chinos y otras Corporaciones extranjeras. El problema es que el primer ciclo se acaba y nuestras divisas se deprecian, no alcanzando a pagar esas deudas contraídas en dólares. Sino a duras penas se logra, gracias al petróleo y entrega de nuestras riquezas energéticas.
Y en ese punto es donde están Turquía y Argentina, Venezuela, con deudas corporativas en divisa extranjera muy potentes, explica Ignacio de la Torre, socio de Banca de Inversión en Arcano. Este analista cree que estos países se han metido en círculos viciosos muy difíciles de romper. Cuando las deudas en dólares se hacen impagables, las empresas quiebran, los balances de los bancos se resienten, la inversión extranjera se retrae más... Y la bola crece. En La caída casi sincronizada de las divisas emergentes ha despertado los temores a una repetición de las peores crisis, como la que sacudió al Sureste asiático, Rusia y Latinoamérica entre 1997 y 1998. Cierto contagio, en efecto, se ha producido: según los datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, en sus siglas en inglés), tras el desplome de la lira turca, la salida de capitales se ha acelerado este mes en Sudáfrica y en China. Pero, como dirían los economistas Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, esta vez es diferente.
Entonces, surge el otorgamiento de bonos como medida paliativa, pero, la realidad son los fosos fiscales y las entidades bancarias van a entregar en crisis por ser casas agentes de pagos del gobierno y, no vienen recibiendo dinero de inversionististas, ni de las ganancias de las operaciones en la mediana industria para operar medianamente, aunado a que se quedan sin personal, ni gerencias de Estado.
Todo, ha sido un engaño para dar paso a una forma de gobierno expresado en tiranía y, el más ávido es Evo Morales, quien ha firmado convenios con los países imperialistas sean de derecha o izquierda, siendo en este lado del continente, una de las economías más estabilizadas.
Los inversores parecen distinguir entre las divisas lastradas por el deterioro de sus fundamentos económicos y aquellos afectados por cuestiones de política interna, como Brasil o India. En India, la rupia está en mínimos, pero su deuda no es preocupante y no se auguran problemas en el sistema bancario. Su problema está más vinculado al fuerte déficit por cuenta corriente. Necesita inversiones extranjeras y algunas se están retrayendo, porque el grado de cumplimiento de los planes de modernización del Gobierno no están siendo tan rápidos y profundos como se esperaban.
En el caso de Brasil, donde el real está a niveles de 2016, pesan las próximas elecciones. El inicio de la campaña electoral arroja unos resultados inciertos y una competición muy reñida para las presidenciales del 7 de octubre. Además, ninguno de los candidatos ha detallado su programa de reformas ni de ajustes necesarios para una economía con un débil crecimiento y una elevada deuda pública. Y eso desanima a los inversores. Sin embargo, este país no acumula mucho déficit por cuenta corriente, gracias a su potencia exportadora en materias primas. Y la deuda en dólares es más o menos limitada.
El simposio que el Banco de la Reserva Federal de Kansas City organiza cada agosto en Jackson Hole (Wyoming) es una cita de referencia en la que no cuelan los discursos de compromiso. Quien participa en este encuentro se ve obligado a hablar de desafíos, de límites y transformaciones. Este año la reunión ha sido un baño de realismo. Si venimos observando que algunos parámetros estándar de la economía monetaria y fiscal convencional parecen no seguir las pautas esperadas (inflación, salarios, mercados), los principales responsables de los bancos centrales y algunos estudiosos han dado algunas claves de por qué es tan complicado hoy realizar predicciones económicas y de la falta de instrumentos para controlar estos cambios.
Comenzó Jerome Powell, presidente de la Fed, con un discurso explícito que podría resumirse en un "esto es lo que hay y hasta aquí llegamos". Powell no ve excesivos riesgos de sobrecalentamiento de la economía estadounidense y considera que las subidas de tipos de interés están siguiendo una pauta adecuada. Sin embargo —en una cita dedicada a los cambios estructurales de la economía— indicó algunas transformaciones preocupantes que están "fuera del alcance de la política monetaria": los salarios reales crecen poco, los déficits públicos se están descontrolando en países donde la población envejece (y las pensiones futuras se ven comprometidas) y solo un aumento de la productividad podría invertir estas tendencias.
Es el caso venezolano, ahora, si tenemos una crisis, pero no es económica, es bancaria de inversiones, se viene neutralizando la banca incorporando a los ancianos de Tercera Edad a unas largas colas y mediátismo para cancelarles bonos, pero, en sí buscan desacelerar los movimientos bancarios para ir controlando y apoderándose de los robots cibernéticos.
Parte de esa falta de alcance de la política monetaria se debe a que su principal objetivo, la inflación, está siendo impulsada por nuevas fuerzas. Entre ellas, se ha destacado que los precios se ajustan ahora más rápido a cambios agregados porque los consumidores pueden comprar en más lugares y rápidamente online y las empresas pueden comparar y cambiar precios de forma más ágil. Esto hace a la economía más vulnerable a los shocks agregados y la acción de la política monetaria, más lenta y menos anticipativa. También preocupa la excesiva concentración que algunos grandes proveedores de la nueva economía están alcanzando a escala global, con un poder de monopolio hasta ahora inédito.
Lo grave, es que no se puede revertir la situación porque el ala militar esta incluida y controla los precios, pero, no tienen la versatilidad de agilizar los drones y robots que gobiernan la economía productiva mundial, menos tienen acceso a la compra- venta, porque funcionan como una bodega de despacho.
Y como admite el presidente Trump, el litigio comercial también contribuye a dar aire caliente al dólar.
El gran problema es que China, desea colocar sus productos chatarras en América Latina a cambio de sus riquezas energéticas. Y para Trump, esto, ya no es un problema político, sino financiero- bancario donde los partidos y organizaciones comunistas han hecho su lobby extorsionando y engañando al pueblo, creando un gran déficit fiscal que llegó a los aranceles, donde Pekín hace riquezas a cuesta del capital norteamericano en Centro y Sudamérica. También cita a otros socios comerciales con los que tiene un déficit, como Japón, México y a la Unión Europea.
Factualmente, el presidente tiene razón. Pero el euro en concreto es débil no solo por la marcha de la política monetaria en EE UU. La economía europea va mucho más rezagada en el proceso de recuperación, la presión es más baja del lado de los precios y también juegan factores en el cambio como la incertidumbre política. Y todo esto sucede en un contexto de litigio comercial y con el impulso de los estímulos fiscales diseñados por Trump.
Por otro lado, los europeos están cayendo en manos de células económicas terroristas que se han convertido en mafias comerciales, amparados por los izquierdistas del lugar que amenazan a las comunidades y presionan, al aceptar los residentes bajo la mentira sus postulados. Hay un incremento de los tipos de interés vía impuestos desde 2015 y, la retirada de estímulos a los agricultores y medianos industriales ha sido gradual, los bancos solo sirven para cancelar bonos y pensiones y, no dar créditos para la reinversión, lo dicho por los parlamentos, asambleas legislativas y presidentes han sido falso, porque los movimientos económicos son falsos,
Los lastres por los tipos de interés, colapsan el mercado financiero del Sur Continental por una estrategia china de recalentar la economía para luego venir Xi Jinping en su próxima visita a Argentina, luego de la llegada de Lagarde y ofrecer riesgos más equilibrados, como sí fuese una cacería de brujas. La regalía de bonos sin producción es dinero inorgánico en movimiento y nos llevara a un foso fiscal, lo conveniente es ajustar precio y enviar verdaderos fiscales al control de comercio, en caso Venezuela. Por ejemplo, compre dos paquetes de pan de banquete por cinco mil bolívares la semana antes del cono monetario se aplicase, ayer pase para adquirir un paquete y su costo es de 125, no lo lleve. Aumento excesivamente y el SUNDEE estuvo en el mismo negocio tres veces y no hicieron nada. Una burla al pueblo. Es la panadería Magallanes del Centro Comercial Madeirense en La Isabelica.
El sistema de bonos se esta entregando a una similitud de los empresarios inversores, pero, acá no hay producción, vamos hacia un caos del mercado y, nadie se muestra abierto para el dialogo, el discurso es de una tiranía, esto, esta rebasando el objetivo de la estabilidad de los precios, aunque diga el gobierno que tiene un carácter temporal, pero, hay discrepancias en el mercado y los bancos y los ancianos de Tercera Edad pagamos esta burla del Estado Bolivariano de Venezuela.
Los bonos, son una regalía del Estado al ciudadano que produce, más allá de su profesión, no al que le origina caos al Estado.