Debemos recordar al Rev. Dr. Martin Luther King Jr, quien en una de sus frases célebres dijo en 1957: "la oscuridad no puede expulsar la oscuridad" y el que declaró en 1967 que los Estados Unidos hicieron "imposible una revolución pacífica al negarse a renunciar a los privilegios ... .que provienen de las inmensas ganancias de las inversiones en el extranjero ".
A los estadounidenses liberales y progresistas les encanta recordar a un MLK que está fuera de contexto para decir que se sienten bien con respecto a la justicia, pero no a quien fue asesinado por hablar contra el consumismo, el capitalismo y el complejo industrial militar. Esto es en parte porque la imaginación popular estadounidense ha sido enajenada del pensamiento más completo de MLK. De una manera intencional los historiadores terminan su legado con la gran marcha sobre Washington y no "Más allá de Vietnam". Pero el King de 1963 y el King de 1967 son diferentes.
En 1967, MLK vio el asesinato de John F. Kennedy y en 1965 el asesinato de Malcolm X. En su epoca los veteranos regresaban de Vietnam y hablaban de los horrores de lo que muchos consideraban una guerra innecesaria. La legislación de derechos civiles había sido promulgada y sin embargo, la injusticia racial seguía floreciendo. A pesar de ser siempre un socialista democrático, en 1967 MLK tenía un análisis diferente. Hablaba no solo de la igualdad racial, sino de deshacer un sistema imperial de alcance global. Este mensaje más radical de justicia social más profunda fue el que motivó a sus asesinos para silenciar su voz de denuncia profética.
Así que recordamos el MLK que quería expulsar la oscuridad, pero también el King que quería deshacer el capitalismo salvaje, el imperialismo y el complejo industrial militar. Es apropiado hoy recordar el legado más profundo de este líder afro americano.