Hay que construir muros inexpugnables para lograr una fortificación inerte de la realidad., porque poco estamos utilizando la dialéctica para descubrir la verdad, el lenguaje en Venezuela debe ser reutilizado, hemos perdido la frecuencia de balbucear así demostraremos que no estamos en plena ignorancia. La razón siempre prevalecerá y la filosofía y narrativa son dos campos afines que nos llevaran a discernir el camino entre el dialogo y discusión. Mí artículo anterior es una remembranza a la vida familiar y, que Irma Velorin sabe Trazar para llevarnos al verdadero arte del conocimiento que es la plenitud del existir.
Estoy leyendo su obra para dedicarle un trabajo sobre su obra, pero, primero me anticipo a tal hecho sobre el contexto de Venezuela y Argentina, Aunque el gato es gato, lo negro es negro, ella nos lleva a una historia vivencial sobre ese animal recurrente en nuestras casas y ya son parte nuestra. Aristóteles pone énfasis en sus obras de metafísica que entre sus alumnos había discípulos.
Tenía alumnos incultos que no entendían la contradicción y el error. Lo que nos lleva a un callejón sin salida. Platón y Aristóteles luego se encandilaron por el no manejo del pensamiento lógico integrado en estructuras para enlazarlo a la percepción. Quienes hablan de política hoy, y quieren dar clases del discurso político, lo que hacen es una deformación de la filosofía del concepto. Otro pensamiento es que el "logos es lo que muestra lo que es. Es que el pensar es un atributo que utiliza el sujeto y necesita leer obras narrativas de connotados o de escritores que envían un mensaje claro y, de esta manera vemos su aspecto femenino o masculino". Irma Velorin emprende en sabiduría una imaginación que concebimos como real y, se encuentra conectada a un mundo riguroso que define nuestra alma para ser liberada de los razonamientos inmundos provenientes de submundos espirituales.
Las concepciones son sistemáticas, los átomos se alinean y se encuentran organizados, no están contrarios a la ciencia y son parte de ella, necesitan desarrollarse para formar una señal en el mayor de los casos doctrinal, es la relación del placer y una causa exterior que afecta la sensibilidad y para ello, está la física cuántica. Entendemos que el placer es un movimiento ligero y el dolor rudo. Por lo tanto, el lápiz de esta dama escritora nos lleva al placer y a un plano de nuestras convivencias. No es cuestión de polémicas y religiosidad. Es adaptar la sabiduría y la narrativa como parte de una vivencia y nadie puede arrebatarnos del plano para ser feliz.
"Aunque después mermaron las correteadas de las cucarachas delante de mí en modo sorpresivo, estaba lejos de exterminarlas. Aprendí a reconocerlos ciclos en esta guerra, a limpiar por fragmentos para renovar la del mejunje. En el transcurso de los días, adheridos con la
misma cinta en lugares inesperados aparecieron otros textos escritos por Amalia. La cantinela era muy similar, la letra siempre crispada, la queja se renovaba hasta producirme opresión. Mientras tanto aplicar el cebo se me volvió una tarea antipática. Fue increíble que haya llegado a sentir pena por las asquerosas cucarachas. Me las imaginaba en la oscuridad acercándose confiadas hasta el mejunje que había salido de la jeringa para tragarse el alimento, sin presumir que ese alimento acarrearía su muerte."
De modo que el placer es único y, se distingue de la felicidad. Nadie es fuente de placer de otro ni de particulares. Hay una expectativa de lo que ha de venir.
La tradición latinoamericana es engañada por la concentración y, por consecuente debemos discernir que es consecuencia de una mala economía que la guerra entre sí. Debemos ser fieles al amigo y admitir que estamos en una pobreza bastante conforme a su misión, porque no queremos trabajar, y lo más grave leer la narrativa que se esta dando en las mujeres y bajo una forma diferente.
"Esa mañana me fui a dormir y dormí horas y horas. Al despertarme, la siesta ya había dejado de estar en su apogeo, puro silencio dónde el sonido de animales lejanos y el bullicio de los insectos me recordó dónde me encontraba: una ciudad rodeada de selva, una ciudad que apenas podía llamarse ciudad.".
Buenos Aires y cualquier comarca argentina se parece a Venezuela., no es cinismo e ironía, es un gran tejido selvático y gente que bota la basura en sus patios y el aseo urbano pasa a una cuadra de sus residencias y se quejan del COVID19. Es un espejismo, alimentamos esos virus y nos olvidamos de organizar nuestros pensamientos. Pocos nos dan una palmada, seguimos caminando en la oscuridad.