Se ha demostrado que todas las teorías políticas son falsas, aunque está representada por una sola premisa que refleja una sola verdad. Lo que hemos visto en Putin es el falsacionismo ingenuo de una imagen que nos proporciona un paradigma de toda una estructura política en constante crisis y, que ha llevado a los metafísicos a reformular las rutas que rigen el conocimiento, para predecir que una relación causa/ efecto nos lleva a la lógica dogmática en cuanto al significado que representa Rusia para el Asia Oriental junto a sus territorios.
El individuo posmoderno, poco le importó accionar en el campo político. Es la no- sujeción a la nada que contravenga su interés. Solo se trata de estar bien y disfrutarlo, desde la sensualidad y la sensoriedad hasta que dure. Las revoluciones políticas del siglo XVIII efectuaron un movimiento terminológico que aparentemente origina cambios en las instituciones y el hombre de origen oriental poco tomó interés en su propio destino y, se contextualizó en un colonialismo que obvio que tenía frente sí. Un Nuevo Orden Mundial.
Es tanto así que, Ucrania se presto a los juegos sucios de Los Biden que, tenían como objetivo evitar que Moscú tuviese negocios de gas y petróleo con la Unión Europea.
Rozo Gauta manejo una teoría sistémica para entender la complejidad del pensamiento. Lo sistémico es utilizar elementos de interacción, donde la capacidad de cada organización de auto- determinarse hace posible que transforme los elementos en un sistema que se produce y se mantiene como escenario donde convergen y se realizan todas las actividades de los elementos y sus potencialidades, virtualidades y actualidades, dada sus condiciones de intrasistémicas y extrasistémicas.
La sociedad contemporánea no puede vivir de ambigüedades y menos sus políticos. Quien va a creer que USA le va a dar gas a Europa utilizando la inversión de Vladimir Putin y las ganancias para Moscú son cero. Se necesita mucha ingenuidad para creer y aceptar esos parámetros. Tengamos cuidado con las voces, es un asunto parecido a la muerte que, le gusta interactuar con la vida y, que al llegar a su estado final es solo muerte.
Hay un andamiaje metodológico, finalizaron con el SARS- Cov- 2 y sus cuatro variantes del virus originario. El ser humano irá muriendo lentamente, ya esta vacunado, mi hermano murió de COVID y tanto que me costó formar ese muchacho junto a mamá. Pero, estamos en una vida llena de paradojas y ser moderno, es vivir entre mitos y tradiciones. Putin no va a permitir colocar ojivas nucleares norteamericanas en sus territorios, sea el ejército que fuese y quien lo puede parar es Israel y recordemos que el 65% de los rusos tienen memoria judía gracias a Vladimir Lenin y Adolf Hitler.
Lo material se ha identificado con valores espirituales y, se le ha dado un giro total a la idea del progreso. Algunos han determinado que se define como un criterio de identidad.
Berman divide la historia de La Modernidad en tres fases, la primera que se extiende desde comienzos del siglo XVI hasta finales del XVIII. La segunda con la Revolución de la década de 1790, inspirada por las ideas de Francia en 1789, la tercera y última fase se da en el siglo XX, tiempo en el cual el proceso de modernización se expande para abarcar gran parte de las sociedades y culturas del mundo.
Estados Unidos de Norteamérica, debe entender que cambiaron las estructuras políticas del mundo. Marshall Berman, define muy bien lo cotidiano de la sociedad entre aventuras y horrores. De ambigüedades que hacen influjos en el pensamiento literario. De modo que necesitamos tolerancia y no la hay y Putin debe tener presente que su ejército es muy atrasado junto a sus generales. Como es posible que varias Divisiones con sus Generales de campo van a invadir sociedades comunitarias que integran un país y tardan un mes para llegar a la capital que es Kiev, eso da vergüenza y, entonces queda la excusa de las ojivas nucleares y bombas de racimo fosfóral que están prohibidas por su efecto en la población civil, en esto, se ha convertido en genocida. Los tanques rusos y sus camiones de pertrechos son muy pesados, lentos y casi no necesitan pilotos o conductores.