La guerra en Ucrania, empezó creando con mentiras la ilusión de que Rusia, amenaza la civilización europea y occidental y confirmando el terror histórico (del que padecen), de que Rusia vuelva a derrotar los ejércitos europeos en invierno.
Aunque para los rusos, las temperaturas de -10°C y -15°C son las más energizantes, acelera la sangre, el corazón comienza a bombear, te despeja la mente y se refrescan los pulmones. Te hace cosquillas la piel de la cara y se sonrojan las mejillas y pone a la gente muy animada.
Ese disfrute del invierno, no tiene nada que ver con las derrotas que los rusos han causado a sus enemigos en esa estación del año; si no, en base a datos históricos cuya narrativa expresa el sacrificio invernal extremo, donde los rusos, en -10° C ó -15° C han enfrentado y derrotado a Napoleón Bonaparte y su ejército europeo, detuvieron los estragos de la primera guerra mundial impulsada por los imperios europeos. En Volgogrado, los rusos al final del invierno de 1943, obligaron a rendirse al mariscal fascista Friedrich Paulus. Stalingrado, hoy San Petersburgo, a pesar de resistir 872 días de sitio con 1.2 millones de fallecidos, el 90% de hambre, la ciudad no se rindió. El 27 de enero de 1944, en pleno invierno, rompieron el sitio, expulsaron de Rusia, a fascistas finlandeses y alemanes y, acabaron con el fascismo europeo con todo y sus líderes, incluido Goebbels y el mismo Hitler.
Un dato que no podría pasar desapercibido si se habla del fascismo es, que después de la derrota de millones de fascistas europeos, causada por los rusos, en invierno de 1945, Estados Unidos, destruyó con bombas atómicas Hiroshima y Nagasaki y se dedicó al reclutamiento de los peores fascistas sobrevivientes, para fortalecer las acciones de la CIA en Francia, Italia, Bolivia, Chile y Argentina.
Haciendo un break histórico, para volver a Ucrania, no hay que buscarle más patas al gato: la guerra actual en Ucrania, es la guerra de todo occidente imperialista contra Rusia, que utiliza a Ucrania como escenario de combate. Allí, no hay nada imparcial; toman partido anti ruso, desde el secretario general de la ONU, Amnistía Internacional, la OMC, el FMI, el BM, la OSCE, (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa) OIEA (Organización Internacional de Energía Atómica), el PAIC, la Unión Europea, Washington, sus aliados y los medios tergiversadores de los hechos
Como se preparó esta guerra contra Rusia. Comenzó a fraguarse en Bruselas y Ginebra, de marzo a abril de 2014, creando una crisis en Ucrania, que desembocó en noviembre de 2014, con la ejecución del golpe de estado.
En la creación de la crisis tuvo que ver Obama, John Kerry, Victoria Nuland, los políticos europeos, entre ellos la baronesa Catherine Ashton, alta representante de la Unión Europea, y la Otan.
La crisis política fue organizada en Ucrania, como colofón de las revoluciones de colores montadas por el imperialismo en el norte de África y el Medio Oriente (Siria y Yemen), para dar el tiro de gracia a las extintas repúblicas soviéticas y acabar con los vestigios del socialismo.
Este caos, se puso de manifiesto a través de un movimiento social que derivó en enfrentamientos radicales contra el gobierno. Este movimiento llevaba una perspectiva anarco-reaccionaria que a todas luces acabaría con la frágil neutralidad del Estado.
Allí, los movimientos nacional-fascistas, rápidamente agarraron la iniciativa caótica y terrorista del movimiento, que se mantenía constantemente en las calles, persiguiendo y asesinando a comunistas, izquierdistas, gente progresista y policías.
Sin embargo, a Washington y Europa, en Ucrania, el tiro les salió por la culata.
En esas circunstancias, el movimiento Sureste, entre marzo, abril y mayo decidieron buscar la independencia. Crimea se adhirió a la federación rusa el 18 de marzo de 2014, Donetsk y Luganks, declararon su independencia de Ucrania el 12 de mayo de 2014.
Viendo que la desintegración de Ucrania, no les favoreció en la región sureste del país, Barack Obama llegó el 26 de marzo de 2014, a Bruselas con el fin de reunirse con líderes de la Unión Europea y la Otan, para asentar la posición de Washington y exigir a Europa y la Otan su participación en la crisis política ucraniana, y crear un gobierno de transición.
En su discurso público volcó una andanada de mentiras que servían para generar una disposición ideológica contra Rusia, por la unión de Crimea a la federación rusa. y una justificación política en términos de democracia y humanismo a todas las acciones intervencionistas y de bombardeos sobre Irak, Libia, Yugoslavia, principalmente, Kosovo. Declarando el apoyo de los europeos y del gobierno de Washington a Ucrania. Discurso que restablecía la amenaza y el terror para prevenir a Rusia de seguir apoyando la independencia del Sureste del país.
A mediados de abril, John Kerry se reunió en Ginebra con representantes de la Unión Europea, Ucrania y Rusia. Una semana después, declaró que los rusos no habían cumplido con lo pactado y que los dirigentes ucranianos, desde la televisión han cumplido. Los rusos demandaron que limpiaran los escombros de Maidán y los gobernantes ya habían cumplido. Agregó que Ucrania ya había hecho el llamado público a abandonar las armas y librar los edificios públicos y los rusos no habían cumplido en Donnbás. Y espetó al Kremlin con el ultimátum, "O hacen lo que decimos, o vamos a usar las fuerzas armada de nuestros aliados para invadirlos y ocupar la región."
Lavrov declaró que lo planteado en la reunión fue, que el problema, era un problema particularmente ucraniano y tenían que resolverlo entre ellos. Los rusos presentaron por escrito la posición de Donetsk y Luganks, no fue tomada en cuenta. Y que la deposición de las armas estaba dirigido a los grupos fascistas y terroristas y que, en el Donbás, sería supervisado por la OSCE.
De lo anterior, importa destacar que la guerra en Ucrania fue organizada, echada andar y financiada por los guerreristas de Washington, usando la OTAN, la Unión Europea, a los batallones fascistas Prevvy Sektor, Svoboda o batallón Azov, con Stepan Bandera como héroe del euromaidan y al ejército ucraniano, para los dos golpes de Estado.
En el primer golpe, atacaron con armas de fuego a los que se oponían públicamente al fascismo y a la policía, incendiaron edificios gubernamentales, en Odesa quemaron vivos y remataron a garrotazos a los contrarios que se manifestaban y, se dedicaron a aterrorizar a la población rusa del Donbás.
La filtración de un dialogo entre Catherine Ashton y el ministro de asuntos exteriores de Estonia, Umas Paet : Ashton confirma que, "los francotiradores de Kiev fueron contratados por la oposición defendida y respaldada por Estados Unidos y sus aliados." Y que los asesinos de manifestantes en realidad eran sus cachorros europeístas.
En el segundo golpe, despojaron del triunfo electoral a la izquierda y colocaron al comediante de Zelenski en el poder. Le dieron mucho dinero, descomunal cantidad de armas e incorporaron a los batallones fascistas al ejército y a la policía, para someter a los rusos "separatistas" del sur-este de Ucrania.
Hoy, ante un invierno muy cercano, los países europeos hostiles a Rusia, están enfrentando los estragos energéticos producidos en rebote a las multitudinarias sanciones y embargos al petróleo, carbón y gas rusos. Y mantienen en Ucrania sus crisis, alimentando con dinero, armas, asesores, manejadores de armas de alta tecnología y con la ideología fascista, la guerra y el odio visceral contra los rusos.
Increíble, los europeos han llegado al colmo del odio a los rusos que, prohíben la cultura y el ingreso de los rusos a Europa. Con esta medida tan chanflona, los europeos sacaron conscientemente su inconsciente primitivo, el regreso al estadio de transición entre paleolítico tardío y cromañón.
Pero, y a pesar de todo, los rusos como taimados cocodrilos, por el momento denuncian el terrorismo nuclear, la colocación de minas antipersonal en centros urbanos, el uso de gas letal contra soldados rusos y bombardeo a los prisioneros de guerra ucranianos. Acciones prohibidas por los convenios internacionales de guerra. Agregado a lo anterior, el ataque a los civiles en Donbás y en las ciudades fronterizas rusas. Pero, ante esas denuncias, Amnistía Internacional se retracta de su informe inicial, la OIEA, la ONU y su secretario general se hacen del ojo pacho.
Aun, bajo esas disimuladas desaprobaciones de los organismos responsables de solucionar las demandas, los rusos saben salir y sortear la gran cantidad de obstáculos utilizados para derrotarlos. En ese camino adverso, reorientan la venta de sus recursos energéticos al mercado chino, hindú y estatizan los proyectos energéticos de las islas sacalin-2; abandonado por empresas norteamericanas y niponas. Lavrov, visita África para reanudar sus relaciones políticas y económicas con países como Egipto, Etiopía, Uganda y Congo; los rusos también, envían armas a la república centro occidental de Mali y a los dos días siguientes, el ejército francés abandona ese país. (un poco extraño, no). Será que el rumbo de la guerra en Ucrania, le está poniendo fin a la supremacía occidental.
El conflicto que después de 5 meses, está agotando a la población ucraniana y destruyendo sus ciudades, tiene una esencia guerrerista washingtoniana en contra de Rusia, que linda ya con la esquizofrenia febril de los ancianos principales que gobiernan Estados Unidos. Biden, (79 años de edad) Pelosi, (82 años de edad) Janet Yellen (76 años de edad). Josep Borrel (75 años) en Europa y que incluye una mundial guerra de sabotaje económica, apoyo militar descomunal en armas, municiones, financiamiento, asesores, mercenarios y operadores de armas sofisticadas a Ucrania. Unido a eso, el respaldo político y coreográfico de los gobiernos europeos a Ucrania y una guerra global de constantes mentiras en los medios.
Esta guerra mundial obstaculizada por la gente que disfruta el invierno y sus aliados, abre las puertas para salvar del neo-fascismo al Sureste ucraniano, para poner fin a la supremacía agresiva y la impunidad criminal euro-norteamericana sobre los países débiles, para promover la independencia, la soberanía, la multipolaridad económica global y para promover el poder militar de Rusia, como garantía de seguridad para Rusia y sus aliados.