A 969 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el inicio de la semana 139 de esta contingencia, y siendo el martes 08 de noviembre de 2022, nuevamente quiero sumarme, en el marco del internacionalismo revolucionario, a una alerta formulada por el sociólogo argentino, Atilio Borón, con respecto a situaciones que vienen presentándose en el Estado Plurinacional de Bolivia.

En el programa que comparto con los compañeros Ramón Arias y Gonzalo “Chalo” Azuaje los miércoles  de 9 a 11 am en la emisora “Al son del 23” 94.7 FM en la ciudad de Caracas, y que transmitimos vía streaming, y ahora lo grabamos para aquellos que no nos puedan escuchar en vivo puedan hacerlo en diferido, señalé sobre la nueva ofensiva del imperialismo yanqui, ante el resurgimiento de los pueblos y de las posibilidades cada vez más reales de una nueva oleada de gobiernos progresistas y de izquierda en nuestro continente.

Evidentemente, y hay que tenerlo claro esos gobiernos progresistas y de izquierda no serán parecidos al de Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina, Lula en sus dos primeras ediciones en Brasil o de Tabaré Vásquez o “Pepe” Mujica en Uruguay; ya que los tiempos en los que estos gobernaron no son los mismos de hoy en día. Estos son mucho más complejos y en la que los mandatarios de países como Colombia o Brasil (a propósito de las recientes llegadas de Petro y Lula, respectivamente) las estructuras del Estado obedecen no sólo a las oligarquías, sino que cuentan con estructuras paramilitarizadas que hay que manejar con mucho tino y guantes de seda.

El Estado Plurinacional de Bolivia, producto de la Revolución Democrática y Cultural encabezada por Evo Morales, Álvaro García Linera y otros, sufrió una de sus pruebas más duras casi un mes después de la ratificación de Morales como Presidente de dicha nación, cuando un Golpe Militar lo defenestró del poder, los militares gorilas colocaron en la Primera Magistratura de ese país a la Presidenta de la Cámara de Diputados del entonces Congreso, la señora Jeanine Añez, y durante un año, por lo menos que se recuerde, se procedió no sólo al desmontaje de los logros que durante casi 14 años la gestión Morales-García Linera logró para Bolivia, sino que se inicio una persecución sin cuartel y brutal contra los líderes del Movimiento Al Socialismo, Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP).

Pero, en ese entonces, y con la constancia de la lucha, de la reorganización popular y del MAS-IPSP, y elaborando una nueva estrategia, se decidió, en el nuevo proceso electoral convocado por la dictadura de la oligarquía que se había instalado en ese país, y agravada la situación por el tema de la Covid 19, es que la fórmula Luis Arce Catácora- David Choquehuenca, como candidatos a Presidente y Vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, más las listas del MAS-IPSP, resultaron vencedoras de manera aplastante en los comicios del 18 de octubre de 2020, siendo prácticamente un calco del triunfo de Evo Morales y de García Linera un año antes.

Arce Catácora y Choquehuanca asumieron sus cargos el 8 de noviembre de 2020, por lo que para el momento en que escribo estas líneas, está cumpliendo dos años de gestión al frente de los destinos de Bolivia.

Sin embargo, Luis Fernando Camacho, hombre de extrema derecha, participe en el Golpe que derrocó a Evo Morales  en el año 2019, fue electo como gobernador del Departamento de Santa Cruz, uno de los más ricos de ese país, y en donde tienen asiento los más recalcitrantes movimientos de la extrema derecha de ese país. Pues Camacho desde el 7 de marzo de 2021, y bueno desde ese momento ha utilizado ese cargo como plataforma para la conspiración y desestabilización no sólo de la gestión de Arce Catácora sino de Bolivia en general.

Camacho ahora es el nuevo ariete de la desestabilización en ese país, ya que desde octubre de 2022 ha encabezado una serie de paralizaciones en el Departamento que gobierna y rechazando el dialogo con el gobierno de Luis Arce, todo ello buscando “acortar” el mandato del actual Primer Mandatario de esa nación.

El semanario La Época en Bolivia señaló  que el pretexto del Censo de Población y Viviendas como mecanismo de desestabilización política quedó confirmada en la ruptura del diálogo la víspera ante las cámaras de la televisión nacional.

Según el rotativo, la intención de los golpistas es asignar al vicepresidente, David Choquehuanca, la tarea establecida por la Constitución de lanzar la inmediata convocatoria a elecciones generales.

Destaca el editorial el “extremado esfuerzo” del Ejecutivo para alcanzar un acuerdo con el Comité Interinstitucional cruceño (Comité Cívico Pro Santa Cruz, Gobernación y Universidad Autónoma Gabriel René Moreno -Uagrm-) para evitar un paro que cuesta al departamento y al país 36 millones de dólares diarios.

Recuerda el escrito que el rector de la Uagrm, Vicente Cuéllar, planteó trabajar en una norma que anule del decreto 4760 del censo en 2024, para que un trabajo técnico defina la fecha.

Pero de inmediato Camacho puso freno y explicó que “desmenuzaría” lo que había dicho Cuéllar: “censo en 2023, como definió el cabildo” del 30 de septiembre.

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, recordó que los sectores sociales también hicieron un cabildo el 21 de octubre y aprobaron su rechazo al paro y la defensa a su derecho al trabajo. “En ningún momento hemos buscado violencia, hemos buscado este escenario”, recordó en referencia al diálogo.

Más allá de las diferencias hubo coincidencias en que la fecha del censo debe ser resultado de un trabajo técnico, observó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón.

Esta visión desagradó al parecer a Camacho, y desde ese momento ocurrieron una serie de recados verbales al oído entre Camacho, Cuéllar, el cívico Stello Cochamanidis, uno de los más radicales, y el abogado de la Uagrm José Luis Santiesteban, comentó el editorial respecto a lo que se vio en la televisión.

La posición cambió tras un receso en que Camacho y su equipo se reunieron en una sala externa al escenario de los debates a la espera del diseño de una propuesta en la línea de coincidencia: fecha del censo en función a un estudio técnico, pero al regreso, rompieron las negociaciones.

A todas estas, el sociólogo argentino Atilio Borón, ha procedido a alertar sobre los intentos de fuerzas de derecha de llevar a cabo un golpe de Estado contra el presidente boliviano, Luis Arce.

En un video publicado en sus perfiles en redes sociales, el sociólogo y analista denunció la existencia de una fuerte ofensiva por parte de sectores opositores e instó al Movimiento al Socialismo (MAS) a unirse para evitar un hecho de graves consecuencias.

Si la derecha fascista y retrógrada insiste en sus intenciones, sumirá al país en un baño de sangre mucho peor que el anterior, advirtió Borón al referirse al golpe contra el ex mandatario Evo Morales que condujo a un período de violencia y violaciones de los derechos humanos en la nación vecina.

Exhorto a los compañeros del MAS a aglutinarse, unir fuerzas y desbaratar esa tentativa. De concretarse, sería una tragedia política de incalculables proporciones. No lo pueden permitir, por el bien de Bolivia y de América Latina, aseveró.

Por eso, es que aprovecho para sumarme a las advertencias de Atilio Borón, y aplicando el internacionalismo revolucionario, solidarizarme con la hermana Bolivia y el gobierno de Luis Arce Catácora.

El imperialismo desata está ofensiva para tratar de frenar esta nueva oleada de gobiernos progresistas y de izquierda en el continente, como casi lo profetizo Álvaro García Linera en 2016 en Santiago del Estero, en Argentina. Pero ante esos intentos producto del desespero, y ya para ir cerrando estas líneas, digo como el poeta: “Podrán cortar las flores, pero no detendrán la primavera”.

¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!

¡Independencia y patria socialista!                                                          

¡Viviremos y Venceremos!