Mientras los sionistas descargan el odio hacia los palestinos en un interminable bombardeo que ya está acabando con Gaza, los chinos y los rusos desde los BRICS+6, promueven el comercio y la pasividad con los árabes, tomando por base la estrategia de evitar una conflagración militar en el Medio Oriente.

En su aplicación, esta estrategia se desenvuelve como una fusión filosófica de taoísmo y coexistencia pacífica.

Lao Tse, en el Tao Te kin decía: "el sabio busca no hacer nada y deja que las cosas sigan su rumbo natural. La quietud es la regla del movimiento."

La teoría comunista de la coexistencia pacífica, impulsada desde 1955 por Nikita Krushchov, durante el período de desestalinización de la Unión Soviética. Fue oficializada en 1961, en el contexto del Congreso XXII del PCUS.

Como política, regulaba las relaciones internacionales y consistía fundamentalmente en la renuncia a la guerra como medio de resolver los conflictos internacionales, comprensión mutua y confianza entre los Estados. El respeto a la soberanía e integridad de los Estados. Y el desarrollo de la colaboración económica y cultural basada en la igualdad y ventajas mutuas. Todo, para garantizar los logros económicos socialistas alcanzados por la URSS,

Ahora bien, miremos los puntos en lo que se ensambla dicha estrategia en su desarrollo en el Medio Oriente y en relación a la destrucción de Gaza. Los puntos son: un alto al fuego, y renuncia a la guerra como medio de resolver los problemas entre Estados.

Los logros reconocidos por ellos mismos son: han logrado momentáneamente evitar la ampliación del conflicto y detener la intervención de los países del medio oriente en la guerra de Israel contra Palestina. Sin embargo, ellos también reconocen que no han avanzado en el cese al fuego.

Siendo realistas, al cotejar dicha estrategia con los hechos en desarrollo, se aprecia tan claramente que esa estrategia en su aplicación, está agarrando el rumbo que Washington e Israel, le han puesto a la agresión contra Palestina.

El abandono a las armas de los países árabes frente al genocidio y destrucción de Gaza, está favoreciendo a Israel, menoscabando exageradamente la existencia de los palestinos y provoca estragos en las relaciones espirituales y políticas de los países árabes vecinos de Palestina.

Ya lo dijo desilusionado, el presidente de Siria Bashar Al Assad, em la reciente Cumbre Extraordinaria Árabe e Islámica, realizada en Riad la capital saudita: "si no tenemos verdaderas herramientas de presión entonces cualquier discurso que demos, no tendrá sentido."

Y agregó "más mansedumbre árabe equivale a más ferocidad sionista contra nosotros y que más mano extendida equivale a más masacre…el pueblo palestino no necesita nuestra ayuda humanitaria sino protección contra el genocidio …lo primero que se debe hacer es detener cualquier trato político con Israel. Y en cuestiones económicas o de otro tipo, que su ingreso esté condicionado a un cese inmediato y de largo plazo de los crímenes contra todos los palestinos."

Mas claro, no canta un gallo.

Dijo: "la valentía palestina impuso una nueva realidad en nuestra región y gracias a ella ya disponemos de las herramientas políticas que nos permiten cambiar las ecuaciones"

Por su parte, el secretario general de Hesbolá, Sayyed Hassan Nasrralá, el 11 de noviembre en un discurso en honor a los mártires, en el Líbano, expresó "los objetivos más importantes de los crímenes de la ocupación son, obligar a los pueblos de la región a renunciar a la exigencia de sus derechos…empujar a los pueblos a rendirse y a olvidarse de la tierra, de los prisioneros, de los lugares santos y de los palestinos." En sentido reflexivo agregó: "lamentablemente hay escritores árabes que ayudan intencionalmente o no, a los israelíes a alcanzar estos objetivos."

El número uno de Hesbolá añadió, "la cultura de resistencia se desarrolló de generación en generación a pesar de las masacres, hasta el advenimiento de la gran hazaña de las brigadas A-Qassan el 7 de octubre."

Resumiendo un poco, esa estrategia usada por los BRICS+6, liderada por rusos y chinos, está provocando estragos en las relaciones entre los árabes, permite el fortalecimiento de la arrogancia israelí y deja el campo abierto para la continuidad de la destrucción de Gaza.

Sin embargo, y aún solos con sus propósitos de resistencia y sus programas de responder consecuentemente a la agresión israelí, Al Assad y Nasralá, aterrizan en la lucha efectiva y práctica contra la agresión y junto a los militares de Yemen, a contra corriente de la coexistencia pacífica y el abandono de la lucha armada, acompañan a Hesbola y al pueblo palestino en su lucha contra la ocupación.

Estas son posiciones diferentes frente a la mansedumbre árabe promovida por taoístas chinos y coexistencialistas pacifistas rusos.

De esta manera, como han reconocido Al Assad y Nasrralá, aún bajo esa complicada estrategia de colaboración con Israel, de rusos y chinos, la valiente resistencia palestina emerge de los escombros, aniquilando enemigos y destruyendo tanques, en una batalla desigual, pero, noble y valiente junto a sus mártires. Sin abandonar la tradición de resistencia y la lucha armada por la victoria, la liberación y la dignidad.

Ahora bien, para quienes tienen mayor interés en crear rutas mercantiles alternativas y ventas fenomenales de sus productos bloqueados, la masacre y destrucción de Palestina, es harina de otro costal.