"La fama de muchos profetas
descansa en la mala memoria de sus oyentes"
Ignazio Silone"
El imperialismo es tan hábil para implementar sus planes, que se vale de las más variadas sutilezas para penetrar en lo más profundo de la mente de cualquier ser humano y el que no este preparado, termina adorando bestias, como si hubiesen salido de un santuario católico viendo hacia el suelo y las manos en el pecho, como unos verdaderos angelitos; eso ha pasado en infinidades de oportunidades y por eso aparecían los dictadores en nuestra América, como los salvadores. Pero, ahora el triunfo de Javier Milei en Argentina, rompe con ese esquema, ya que, se produce con otra táctica, porque ni siquiera en la sonrisa puede ocultar sus planes diabólicos y todo lo que vomita es para utilizar la fuerza en sus oscuros propósitos y el señor Joe Biden, callado y por algo el refrán dice: ¡el que calla otorga!
Es cierto, que los errores de la izquierda los capitalizó el nuevo inquilino de la Casa Rosada, mientras, desde la Casa Blanca esperaban un resultado favorable, como el que espera una bombona de oxígeno, cuando está en serias dificultades para respirar y el momento difícil por el cual está atravesando los Estados Unidos, por la aparición de otras economías sin las intenciones de utilizar la soga para someter a pueblos enteros, si estos no se entregan a sus dictámenes está representado en miles de ejemplos. El de Venezuela, es por demás claro y quien no quiera entenderlo es porque simplemente está viendo al mundo, desde la óptica proyectada por los gobiernos estadounidenses. Llegan al descaro de ofrecer eliminar o suavizarlas las sanciones, pero en medio de un chantaje y condiciones ¿y entonces en qué quedamos?
Triunfa Javier Milei en Argentina y al día siguiente aparece un desfile de fracasados, como mandados del cielo a impartir clases de moralidad, honestidad y buenas costumbres, cuando deberían callarse, empezando por Mauricio Macri, el verdadero sepulturero de la economía argentina al dejarla con una deuda monstruosa prestada por el FMI y todo el mundo sabe, como se mueve ese organismo al lado de los gobiernos de los Estados Unidos. Por el otro lado salió un espanto: Jair Bolsonaro, el mismo que de seguir en Brasil, entrega a las trasnacionales gringas todos los recursos, que buscan, como verdaderas aves de rapiña y además dio una demostración de ser un aventajado alumno de Hitler, capaz de implementar su doctrina en el mínimo rincón de Brasil.
En el plano nacional reapareció una fila de callados frustrados, desde el mismo momento de la llegada del comandante Chávez, pero enloquecidos por la inesperada resistencia del presidente Nicolás Maduro y por eso son capaces de inventar cualquier disparate para hacer creídos antes la opinión pública. La inhabilitada al no poder quitarse de encima el dictamen de la justicia por su divulgado deseo de una intervención militar, ahora se presenta admirando al Milei, quien, como fiel representante del imperialismo lo primero que va hacer es lanzar sus bravuconadas, contra el gobierno chavista y por supuesto la María Corina se va guindar de la cola, para que la ayuden en su desesperación por participar en los próximos comicios electorales. Desde el mismo 10 de diciembre, día de la toma de posesión veremos un volcán en plena erupción en la persona de Javier Milei, pero movido, como un auténtico títere del gobierno de Estados Unidos.
El "autogol" del cual habló el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, al referirse al triunfo de un economista con ínfulas de grandeza, como es Javier Milei, va poner a pensar a toda la Argentina; a los que votaron en contra y especialmente a los que lo hicieron a favor, después que despierten de su "inocente" suicidio, porque el primer campanazo no es para ir a misa y menos para fomentar la paz. Dolarizar un país en medio de una crisis, es, como llevarle el cura a un convaleciente en su lecho de enfermo y por la otra parte su anunciada visita a los Estados Unidos e Israel, es una abierta provocación para reafirmar lo anticipado en la campaña electoral, como diciéndole al mundo de lo es capaz y solamente espera los lineamientos de costumbre por parte del gobierno de Washington, el gran beneficiado con el triunfo de un aventurero, hecho presidente por los errores de una izquierda, que últimamente no es ni chicha ni limonada y el pueblo en momentos de arrechera no perdona, como la mujer celosa.