Los convenios de Venezuela con Las Islas del Caribe, y países del Sur le han sido poco favorables. Donde, su impulso bajo una articulación de gravitación económica, poco le ha resuelto a las cooperativas y a pequeñas empresas en nuestro país, el auxilio financiero necesario como básico. Las iniciativas concretas de intercambio comercial han dejado resultados limitantes, porque el sostén diplomático es desconocido por los propios consulados, embajadores y cancilleres, porque la mayoría no son diplomáticos de carrera, y han sido elegidos a dedo. Una de las causales de nuestra depresión económica, es que en su momento Chávez y Fidel bajo acuerdos comunes, desafiaron los vínculos con el gobierno norteamericano, y acordaron darle a Guyana Francesa e inglesa el permiso de exploración de nuestro territorio Esequibo.
Las organizaciones multilaterales desde el año 2003, buscan acuerdos con las grandes economías ante los planteamientos de una Europa, que, busca desafiar sus propios bloques financieros.
Mientras Venezuela, país que ha subvencionado la deuda de muchos países socialistas, enfrenta hoy ante el silencio de estos países incluida Cuba, el silencio ante la presencia de un acorazado del Reino Unido, (Inglaterra, Escocia e Irlanda DEL Norte y del Sur) estacionado frente a nuestra fachada atlántica buscando intrigas y destabilización en la región. Mientras, Brasil bajo el tutelaje de Ignacio Lula Da Silva busca energía eléctrica de Venezuela para toda la línea fronteriza brasilera hasta El Esequibo. Lo que indica, la vulneración de todos nuestros derechos sucesoriales sobre el territorio nacional acorde con los mapas antiguos que le otorgan al gobierno de nuestro país, la plenitud de posesión sobre las mismas, recordando que el gobierno de Brasil- léase Ordebreth- nos debe un aproximado de ciento sesenta y ocho millones de dólares en obras no concluidas.
El Departamento de Estado norteamericano desatendió a Latinoamérica y se dedicó a buscar petróleo, gas y agua potable en territorios del Caucásico y Siria e Irak, a su vez, necesita La Franja de Gaza para sus operaciones militares en toda esa vasta zona de La Mesopotamia, Israel y casi al límite de Afganistán y Turquía.
Las subvenciones hacían Europa se encuentran limitadas, por las presiones de Australia, indonesia y la misma Canadá. Es entendible que los asuntos aduaneros y sus respectivas protecciones, obligan a los Estados de La Alianza a conformar un solo giro en los aranceles, un asunto que Donald Trump trató de solventar en su mandato y, que los chinos pagasen la materia prima y la mercancía en manufactura y carrocería de vehículos que se ensamblaban desde La India hasta Sudáfrica, todo, está claro. Es el mercantilismo global, y el COVID 19 regresó al Perú, los japoneses, chinos y canadienses se pelean las minas para la industria de la silicona u electrónica, y Venezuela se expone, ya que la mayoría de su población se encuentra afectada de gripe, como de enfermedades tropicales.
A utilizar de nuevo el tapabocas y el alcoholado germicida para controlar estos microbios patógenos que ocasionan miles de muertes. Es la guerra bacteriológica ante, un conflicto netamente bélico.
La tesis del subjetivismo de George Berkeley, es el argumento más ingenuo de los venezolanos para pensar que el agua, petróleo, gas y minerales como el oro son nuestros. Berkeley sostenía que sí yo gusto, huelo y toco una manzana, se debe inferir que la misma existe. Pero, jamás podré percibirla en un espacio como mía., es una verdad. Pero, poco es el beneficio de su existir, se ligan el solipsismo y el idealismo subjetivo para darnos una falsa verdad. ¿Es el Esequibo, ¿una falsa verdad? ¿Que representa Alí Fairfán ante Reino Unido y USA? Una realidad.