(De Venezuela para México)
La nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum acaba de dejar en claro que su gobierno no le va a declarar la guerra al narcotráfico, lo cual despertó en la extrema derecha las primeras posturas de rechazo al Programa de Seguridad que presentó el gobierno socialista, hace escasas horas.
Según la mandataria, el enfoque de gobiernos anteriores desencadenó un gran derramamiento de sangre en su país, por lo que promete abordar las causas de la violencia.
"No va a regresar la guerra contra el narcotráfico, no buscaremos ejecuciones extrajudiciales, que era lo que ocurría en el gobierno pasado de Felipe Calderón", destacó la mandataria mexicana.
Sheinbaum en este sentido adelanto que se usará la prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia.
Todo hace preveer, de acuerdo a lo planteado, que Sheinbaum le dará continuidad al mismo enfoque que aplicó su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, por lo que prometió fortalecer la política que permita atender las causas de la violencia con Programas Sociales, en particular para jóvenes.
Una vez que hemos dado a conocer la parte medular de lo que será el Programa de Seguridad para México, debemos señalar, sin embargo, que quienes están del lado de la oposición ya comenzaron a mover sus tentáculos, toda vez que no se muestran conformes con los planes en materia de Seguridad expuestos por Sheinbaum.
De acuerdo a lo que hemos podido leer, hay quienes aseguran que estamos en presencia de "más de lo mismo".
Es por ello que hemos podido detectar algunas informaciones mediáticas, hechas con pinzas, preparadas por laboratorios para tal fin, dando a entender que los planes de la presidenta Sheinbaum para contrarrestar la actuación del narcotráfico, son erradas.
¿Que pensamos que estuviera ocurriendo?
Es evidente que detrás de todo esto hay gente pensante que le interesa que la política del gobierno fracase, con la idea prematura de ir posicionándose para futuras contiendas electorales.
Al parecer esa oposición extremista, que aún se esconde bajo el velo de la oscuridad, desea que la presidenta Sheinbaum ordene tomar los fusiles para salir a enfrentarse al narcotráfico.
Desde luego que esto generaría gastos económicos, más compra de armas y negocios atractivos, pero sobre todo decenas de fallecidos, tal como ocurrió en el pasado en el gobierno de Felipe Calderón.
De inmediato la extrema derecha aprovecharía para denunciar las matanzas, hasta con sobrada razón, pero al mismo tiempo diría que el gobierno humanista y socialista que representa la presidente Sheinbaum está violando los DDHH.
En consecuencia las familias más humildes, más pobres y más necesitadas, se constituiría en los primeros opositores de la actual administración.
Como aseguramos en una anterior entrega, quienes se oponen al gobierno de Sheinbaum, que recién comienza, ya cargan en la mano el "hacha de la guerra".
Afortunadamente la presidenta Sheinbaum ha venido demostrando que no está ajena a esos propósitos, por ello en el tema que nos ocupa se enfocó en asegurar que su gobierno no promoverá las ejecuciones extrajudiciales, como si fueron puestas en práctica en el pasado.
Por ello agregó que su gobierno comenzará visitando los barrios para determinar las verdaderas causas que originan el flagelo del narcotráfico, y así el gobierno poder dar consensuadas repuestas.