Todo comenzó cuando el gobierno de Irak declaró que dos mujeres que se inmolaron con explosivos este mes en Bagdad, causando más de 100 muertos, presentaban Síndrome de Dawn. Opinión basada, escribe el New York Times, “en la apariencia de los restos de las mujeres cuyas cabezas, como suele suceder en los atentados suicidas, fueron cercenadas por la explosión”. Lo improbable de tal observación equivale a servirse del “efecto Van Gogh”, perdida de las orejas en quienes dan el frente o la espalda a la explosión cercana de una carga plástica (por la famosa auto mutilación del pintor holandés que nunca logró vender sus obras) para llamar a un atacante suicida, por su cabeza sin orejas, “pintor fracasado tipo Hitler”.
EL PÉTALO DE UNA ROSA
Se trató de un torpe intento de las autoridades locales para desanimar a futuras voluntarias y minimizar el efecto propagandístico de semejante hecatombe producida dos “débiles” damas. Las mujeres burlan los controles aprovechándose del rechazo indignado de la población al registro corporal de las mujeres por parte de la policía o, peor aún, de los ocupantes extranjeros.
Más torpe aún fue el Gral. Hammond, oficial superior en Bagdad, quien siguió el juego y afirmo que “había indicios” de “incapacitación mental” de las dos mujeres, víctimas involuntarias de los insurgentes. De eso se pasó a decir que un grupo de Al Quaeda “dirigido por no-iraquíes” había estado utilizando a deficientes mentales para ataques suicidas…
CABALLERIA AL RESCATE
Las autoridades de ocupación advirtieron el posible efecto de estas declaraciones para los niños con Dawn en Estados Unidos y la reacción de sus familias por haberlos llamado “incapacitados para comprender lo que hacen”; decidieron dar marcha atrás y corregir la metedura de pata. El más alto vocero militar en Irak, vicealmirante Gregory Smith, cambió la historia y el miércoles 13 de febrero dijo que no era seguro que las dos mujeres tenían Síndrome de Dawn o cualquier incapacidad para entender lo que hacían. Añadió que “creían” haber identificado a las terroristas “usando fotos de sus cabezas” y que ahora tenían “un patrón bastante bueno” sobre quiénes eran y que, según funcionarios de hospitales psiquiátricos de Bagdad, ambas mujeres, de entre 20 y 30 años, habían sido atendidas por sufrir “depresión y esquizofrenia”. Nadie, sin embargo, se atrevió a darles un nombre.
Olvidando que en calumnia lo que sobra estorba, añadió que las terroristas habían estado internadas por problemas psiquiátricos, pero “ignoraba si tenían antecedentes criminales o previos intentos de suicidio”. Casi se excusó, como si hablara de amas de casa de clase media en California, por no poder decir exactamente “cómo ellas se sentían el día en que hicieron lo que hicieron…”
LOCOS PERO NO ESTÚPIDOS
Los psiquiatras saben que los esquizofrénicos y los depresivos son raramente violentos, pero sí suficientemente inteligentes y paranoicos como para no dejarse atar un chaleco de explosivos y obedecer ciegamente la orden de ir a detonarlo. Esto sin hablar del peligro para los mismos insurgentes: tal estupidez sólo cabe en la cabeza del vicealmirante vocero de una guerra encallada en el desierto. Ni hablar de describir un Irak con hospitales psiquiátricos que funcionan a la perfección.
El gobierno de Bagdad aprovechó para desempolvar una vieja ley de Sadam Hussein gracias a la cual locos e indigentes eran recogidos y, supuestamente, enviados a hospitales u hogares adoptivos, pero en realidad desaparecían sin dejar rastro.
LA VERDADERA LOCURA
El día anterior a las disertaciones psicoanalíticas del almirante, una potente bomba mató a tres soldados usamericanos en Bagdad y otros tres habían sido heridos por un cohete de RPG-7. El miércoles, en Mosul, otro soldado murió y tres quedaron heridos por el impacto de otro cohete, mientras en un mercado de Muqdadiya, provincia de Diyala, un ataque suicida mató a 4 civiles y 2 policías. En otros ataques murió un civil estadounidense y varios resultaron heridos, mientras que 8 policías eran dados de baja a tiros. El miércoles 20 de Febrero su cumplieron 5 años de la invasión de Irak.
PRONÓSTICO RESERVADO
La mafiosa administración Bush confía en que, de una u otra forma, la derecha imperial seguirá en el poder, imponiendo al mundo la locura del “Nuevo Orden Americano” sin importar víctimas ni daños ajenos, al “bajo” costo de 2 soldados estadounidenses muertos por día (ya van 4.280). El mundo tendrá que soportarlo y la población de los Estados Unidos también, porque para eso se han instalado, con la justificación de la Guerra al Terrorismo, los mecanismos de una dictadura “legal”. Sin embargo, la crisis de la economía y la resistencia al absurdo abominable crecen día a día en lo que su himno nacional llama “tierra de los libres y hogar de los valientes”.
rotheeduardo@hotmail.com