SI comparamos la rica comida (la he comido gracias a mi amiga Providencia) de las Casas de la Alimentación del gobierno revolucionario bolivariano con lo que se adquiere con estos cupones saldríamos ganando con muchas ventajas. El diario “Clarín” de Buenos Aires publica un artículo en la página web de “Rebelión” “que por un puñado de dólares”, cien para ser exactos, el ciudadano norteamericano que goza este beneficio de “papá estado” apenas dispone de tres dólares diarios para adquirirlos. Pero la mayor crisis económica de las últimas décadas hace que la cifra de necesitados aumente a grandes pasos. Nunca hubo tantos estadounidenses que dependan de este tipo de cupones. Y la tendencia va en aumento”.
LA CLASE MEDIA VENEZOLANA debería mirarse en ese espejo y leer este artículo para que pueda situarse en su propia realidad, sobre todo la que siente una admiración profunda por el modo de vida norteamericano que tanto defienden y alaban. La que sigue creyendo que Chávez es un maluco, un dictador que quiere perpetuarse en el poder. El mismo Chávez de las misiones, la cuales comienzan a implementarse en algunos países de América Latina. El periodista Sean Callebs ha inventado una lista para guiar a los que utilizan estos cupones. Veamos en que consiste la lista que según él, ésta se asemeja a la de una dieta: "Una porción de cereales, una banana, una taza de té y faltan cuatro largas horas hasta el almuerzo". Este experimento como lo llama el periodista citado, ha sido probado en carne propia a ver como puede distribuirse los cien dólares de los fulanos cupones. Se lamenta el periodista por el hueco que le queda en el estomago, y una sensación de vacio al no poder comprar verdura fresca, carne y fruta (con 80 bolívares fuerte compra usted en Mercal los alimentos básicos).
ELLEN VOLLINGER, directora de FRAC, una organización que hace lobby en Washington en contra del hambre no dice:
"Muchos
estadounidenses ya no saben de dónde sacarán su próxima comida",
subraya. El creciente desempleo hace que la demanda de cupones aumente
constantemente, pero las necesidades no terminan ahí: cada vez son más
los que, a pesar de tener un empleo, dependen de las "food stamps".
"Los
padres dejan de comer para poder dar algo a sus hijos y a veces hasta
los niños pasan hambre en Estados Unidos. Es una vergüenza".
Los
cupones de comida empezaron a ser repartidos durante la Segunda Guerra
Mundial. Hoy el gobierno ya no reparte cupones impresos, sino en forma
de tarjetas electrónicas(la tarjeta negra de rosalito) a las que se les
puede cargar cada mes un promedio de 100 dólares por persona.
La Vollinger estima que el hambre en EE.UU. irá en aumento. "Esta seguramente no será una recesión breve".
NUESTRA INCOMPRENDIDA Y POBRECITA CLASE MEDIA, quejona,
insatisfecha, egoísta e injusta viven creyendo los cuentos de camino
que le vierten en el cerebro los medios privados de comunicación y
dirigentes mentirosos e inescrupulosos de la oposición. Degluten
comidas y bebidas en los mas caros restaurantes, estos viven full todo
el tiempo. Compran los más costosos y lujosos automóviles, viajan a
donde les venga en gana y se hospedan en los mejores hoteles, tienen a
sus hijos en los colegios privados, visten ropas y calzado de las más
sofisticadas marcas. Se dan la gran vidorria y todavía tienen tiempo
para despotricar contra Chávez. A ninguno de ellos se le
ha quitado “su sagrada propiedad privada”. Que yo sepa a nadie le han
metido una familia en su casa o habitación alguna. Los bombillos
ahorradores no fan filmado familia alguna. La patria potestad está
intacta. ¡Que más quieren, quieren más! Yo propondría que el gobierno
de Chávez les facilitara un pasaje en avión para que los quejumbrosos
sicóticos pudieran ir al país de las maravillas a probar la ya famosa
dieta “Callebs”, o terminar durmiendo en una carpa o en un
estacionamiento. ¿Qué pensaran los clientes y depositarios del Stanford Bank de Venezuela sobre
lo escrito aquí? El miedo a Chávez los asustó tanto que guardaron sus
dólares en ese banco y ahora es el propio gobierno del comandante que
les da la garantía de no perderlos. Deberían leerse el artículo del
diario “Clarín” publicado en la página Web de “Rebelión”*
*“El lado oscuro de la vida en uno de los países mas ricos del mundo”