El “American dream” y el “American way of life” derretidos como mantequilla

¿SE ACUERDAN DE LA BECA ALIMENTARIA DE LOS GOBIERNOS DE LA CUARTA REPUBLICA? En los EEUU, el país que vendió al mundo el “American dream” (el sueño americano) y el American way of life (el modo de vida americano), el gobierno del imperio ha instrumentado algo parecido para paliar el hambre de millones de sus ciudadanos, primer producto del capitalismo a nivel mundial. (“31 millones de estadounidenses dependen de cupones para comer”) Estos pueden considerarse afortunados porque más 30 millones de ellos viven en la mayor pobreza y estos cupones siguen siendo un sueño para muchos de ellos. Otros tantos millones han perdido sus casas y empleos. Millones de trabajadores le han birlado las prestaciones por parte de la banca. Obama ha destapado un chorro de dólares para frenar una crisis que luce imparable para el país de norte y el resto del mundo.

 

SI comparamos la rica comida (la he comido gracias a mi amiga Providencia) de las Casas de la Alimentación del gobierno revolucionario bolivariano con lo que se adquiere con estos cupones saldríamos ganando con muchas ventajas. El diario “Clarín” de Buenos Aires publica un artículo en la página web de “Rebelión”  “que por un puñado de dólares”, cien para ser exactos, el ciudadano norteamericano que goza este beneficio de “papá estado” apenas dispone de tres dólares diarios para adquirirlos. Pero la mayor crisis económica de las últimas décadas hace que la cifra de necesitados aumente a grandes pasos. Nunca hubo tantos estadounidenses que dependan de este tipo de cupones. Y la tendencia va en aumento”. 

 

LA CLASE MEDIA VENEZOLANA debería mirarse en ese espejo y leer este artículo para que pueda situarse en su propia realidad, sobre todo la que siente una admiración profunda por el modo de vida norteamericano que tanto defienden y alaban. La que sigue creyendo que Chávez es un maluco, un dictador que quiere perpetuarse en el poder. El mismo Chávez de las misiones, la cuales comienzan a implementarse en algunos países de América Latina. El periodista Sean Callebs  ha inventado una lista para guiar a los que utilizan estos cupones. Veamos en que consiste la lista que según él, ésta se asemeja a la de una dieta: "Una porción de cereales, una banana, una taza de té y faltan cuatro largas horas hasta el almuerzo". Este experimento como lo llama el periodista citado, ha sido probado en carne propia a ver como puede distribuirse los cien dólares de los fulanos cupones. Se lamenta el periodista por el hueco que le queda en el estomago, y una sensación de vacio al no poder comprar verdura fresca, carne y fruta (con 80 bolívares fuerte compra usted en Mercal  los alimentos básicos).

 

 ELLEN VOLLINGER, directora de FRAC, una organización que hace lobby en Washington en contra del hambre no dice:


"Muchos estadounidenses ya no saben de dónde sacarán su próxima comida", subraya. El creciente desempleo hace que la demanda de cupones aumente constantemente, pero las necesidades no terminan ahí: cada vez son más los que, a pesar de tener un empleo, dependen de las "food stamps".


 "Los padres dejan de comer para poder dar algo a sus hijos y a veces hasta los niños pasan hambre en Estados Unidos. Es una vergüenza".


Los cupones de comida empezaron a ser repartidos durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy el gobierno ya no reparte cupones impresos, sino en forma de tarjetas electrónicas(la tarjeta negra de rosalito) a las que se les puede cargar cada mes un promedio de 100 dólares por persona.


 La  
Vollinger estima que el hambre en EE.UU. irá en aumento. "Esta seguramente no será una recesión breve".

NUESTRA INCOMPRENDIDA Y POBRECITA CLASE MEDIA, quejona, insatisfecha, egoísta e injusta viven creyendo los cuentos de camino que le vierten en el cerebro los medios privados de comunicación y dirigentes mentirosos e inescrupulosos de la oposición. Degluten comidas y bebidas en los mas caros restaurantes, estos viven full todo el tiempo. Compran los más costosos y lujosos automóviles, viajan a donde les venga en gana y se hospedan en los mejores hoteles, tienen a sus hijos en los colegios privados, visten ropas y calzado de las más sofisticadas marcas. Se dan la gran vidorria y todavía tienen tiempo para despotricar contra Chávez. A ninguno de ellos se le ha quitado “su sagrada propiedad privada”. Que yo sepa a nadie le han metido una familia en su casa o habitación alguna. Los bombillos ahorradores no fan filmado familia alguna. La patria potestad está intacta. ¡Que más quieren, quieren más! Yo propondría que el gobierno de Chávez les facilitara un pasaje en avión para que los quejumbrosos sicóticos pudieran ir al país de las maravillas a probar la ya famosa dieta “Callebs”, o terminar durmiendo en una carpa o en un estacionamiento. ¿Qué pensaran los clientes y depositarios del  Stanford Bank de Venezuela sobre lo escrito aquí? El miedo a Chávez los asustó tanto que guardaron sus dólares en ese banco y ahora es el propio gobierno del comandante que les da la garantía de no perderlos. Deberían leerse el artículo del diario “Clarín” publicado en la página Web de “Rebelión”*  

 

*“El lado oscuro de la vida en uno de los países mas ricos del mundo”

 

Antojofel@hotmail.com

 



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Antonio Fernández Lunardi


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