Motivado a la celebración del 25º aniversario de la creación en Venezuela del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para Libertad se efectuó el foro titulado El Desafío Latinoamericano: Libertad, Democracia, Propiedad y Combate a la Pobreza, auspiciado por la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por Mario Vargas Llosa, y por el Cato Institute de Washington.
Cedice forma parte de una red internacional ultraneoliberal cuyo objetivo fundamental es apoyar la desaparición del Estado bajo el pensamiento de Frederick Bastiac: "El Estado es la gran entidad por la que todos buscan vivir a expensas uno del otro".
Para cumplir su cometido recibe financiamiento de la National Endowment for Democracy, la Agencia del Desarrollo Internacional de Estados Unidos; la Fundación alemana Konrad Adenauer, Friedrich Naumann Stiftung y la Fundación Española para el Análisis y los Estudios Sociales, y asume alto protagonismo en las arremetidas mediáticas de la oposición contra el gobierno de Hugo Chávez al recibir lineamientos directos del Freedom-Market Network, una institución internacional que diseña maniobras en pro de mercados.
El instituto Cato es un producto híbrido de la revolución hippie del año 68 y de las teorías racionarias de Friedrich Von Hayek. Pasó de la promoción de la libertad sexual y la liberación de la marihuana a la defensa de los intereses de los multinacionales contra los ecologistas, de las grandes industrias tabacaleras. Su objetivo fundamental estriba en la destrucción del Estado y para ello promociona la privatización como bondad liberadora.
Desde 2006 el Instituto Cato ha desatado una campaña en contra del gobierno de Hugo Chávez al publicar y difundir estudios que arremeten contra la revolución bolivariana.
Además, esa organización fue la que otorgó el premio Milton Friedman a Yon Goicoechea y le entregó 500.000 dólares para crear la fundación Futuro Presente, dedicada a formar a la juventud venezolana derechista en las tácticas del golpe suave como una nueva agresión de los ultraconservadores y neofascistas a la revolución socialista bolivariana.
Respecto a Vargas Llosa debemos ser conscientes de su apoyo a las derechas con su bendición intelectual a las políticas neoliberales de Ronald Reagan, George Bush, padre e hijo, y del dictador chileno Augusto Pinochet.
Solo él podrá explicar ese brusco viraje ideológico, pues en esta misma Caracas bolivariana donde se reunió la semana pasada lo más conspicuo de la ultraderecha latinoamericana, expresó el 4 de agosto de 1967, cuando recibió el premio internacional de novela Rómulo Gallegos: "Sociedades donde la injusticia es ley, paraíso de ignorancia, de explotación, de desigualdades cegadoras de miseria, de condenación económica cultural y moral, nuestras tierras tumultuosas no se suministran materiales suntuosos, ejemplares, para mostrar en ficciones de manera directa e indirecta a través de los hechos, sueños, testimonios, alegorías, pesadillas, o visiones, que la realidad está mal hecha, que la vida debe cambiar.
"Pero dentro de diez, veinte o cincuenta años habrá llegado a todos nuestros países, como ahora a Cuba, la hora de la justicia social y América Latina entera se habrá emancipado del imperio que la saquea, de las castas que la explotan, de las fuerzas que hoy la ofenden y reprimen. Yo quiero que esa hora llegue cuanto antes y que América Latina ingrese de una vez por todas en la dignidad y en la vida moderna, que el socialismo nos libere de nuestro anacronismo y nuestro horror".
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