POLÍTICA AL ROJO VIVO
* Se gasta pólvora en zamuro tratando de convencer a un pitiyanqui neogranadino entregado a las mafias del narcotráfico
* Comando del Sur quiere intimidar a oficiales venezolana para quebrar su unidad con fines inconfesables
Relaciones económicas y políticas colombo-venezolanas van mucho más allá de eventuales diferencias limítrofes, desacuerdos militares e impasses derivados de un equivocado ejercicio de la llamada diplomacia del micrófono. Revisando los acontecimientos de los últimos años, observamos que ya van varias veces que el Presidente Chávez pasa la página, pues su vocación integracionista lo hace pensar más en los apremios del sufrido pueblo colombiano que no tiene culpa que su gobierno se haya entregado en Brazos de Morfeo al imperialismo.
Álvaro Uribe muerde la mano generosa.
Aunque con el pasar del tiempo tratamos de olvidar la perfidia del Gral. Francisco de Paula Santander contra el Libertador, y pendientes aún las reclamaciones sobre nuestro patrimonio territorial, sin embargo el Estado venezolano ha hecho lo humanamente posible por mantener tendida su mano generosa, pues como sabemos nuestro territorio alberga a más de cinco millones de colombianos, a lo que se suma ese intenso comercio en la frontera que favorece la balanza comercial del vecino país. ¿Acaso 6 mil millones de dólares y más de 15 mil personas a diario cruzando el Puente Internacional Simón Bolívar, podrían considerarse cualquier minucia?
Entre tanto, Álvaro Uribe no pierde oportunidad sino que la busca para tomarse la sopa y quebrarnos el plato en la cabeza. Así vemos como con la mayor desfachatez permite que se instalen siete bases militares del Comando Sur, inicia una gira relámpago por varios países para despotricar contra Venezuela, y se lava las manos como Poncio Pilato mientras la CIA y el Pentágono utilizan su territorio para conspirar contra nuestra soberanía.
Con amigos así, no hacen falta enemigos
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Haciendo un poco de historia
Desintegrada la Gran Colombia por intrigas de la “Cosiata” que encabezó Antonio José Páez en abril de 1826, y empeorada la situación por voracidad de la oligarquía bogotana, finalmente los venezolanos salimos con las tablas en la cabeza el 14 de diciembre de 1833, con la firma del leonino “Tratado de Amistad, Comercio, Navegación y Limites Michelena-Pombo”. Haciendo un poco de historia, cabe recordar que el Congreso reunido en Valencia el 1830 había acordado que nuestro territorio tenía por limite los mismo que existían para el momento de la Antigua Capitanía General, de acuerdo al utis possidetis, que en voz latina denota “como poseéis, así poseáis”.
Y como el negocio era redondo sin dejar ni siquiera desperdicios a nuestro favor, también nos trasquilaron con el reconocimiento y la participación de los créditos activos y pasivos de Colombia. Una vez fraccionada la antigua Colombia, y adquiriendo vida propia las tres entidades política que la conformaban, era consiguiente que entre ellas se repartieran las cargas y los derechos que constituían la herencia común, y para cumplir con ese reciproco deber se celebro la Convención del 23 de diciembre de 1834 entre los plenipotenciarios de Venezuela y Nueva Granada; reconociéndose así los créditos activos y pasivo de la extinta gran Republica.
A la ola de saqueos y despojos, en 1843, también la oligarquía neogranadina dicta un decreto sobre el comercio con la Guajira en el que se prescinde de derecho a Venezuela sobre ese territorio, y al siguiente año, también pretendieron extender sus limites orientales más allá del tratado de 1833. Para 1891, otro leñazo nos amputa un vasto territorio mediante laudo arbitral emitido por la Reina Regente Maria Cristina y el Ministro de Estado Carlos O´ Donnell. Esta vez, Venezuela pierde más de 200.000 kilómetros cuadrados, considerándose la decisión una represalia de España por apoyar a Cuba en su lucha por la independencia. Lo del tratado de abril de 1941, en tiempos del Presidente Eleazar López Contreras, es materia para otra ocasión, así como también esos aspectos negativos del puntofijismo cuarto republicano con respecto a la defensa de nuestra soberanía nacional.
No cederá ante las amenazas del imperio
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SOLO QUIEREN NUESTRO PETROLEO
Siendo Estados Unidos los mayores consumidores de energía, y apenas un 5% de la población mundial, no deja de llamar la atención el hecho de que la economía norteamericana requiera los servicios del mandatario colombiano con un propósito ulterior. Está de anteojito que agresiones de Álvaro Uribe, solo obedecen a la crisis energética que alarman a los grandes industriales de EEUU, pues cada vez es más agobiante la baja de sus reservas probadas, así como el deterioro de sus relaciones con demás países productores, especialmente con los miembros de la OPEP. De manera que no cabe duda que se avecinan tiempos de tempestad, de repetidas agresiones tratando de enrarecer el clima internacional, mientras oligarcas bogotanos y mafias petroleras se masturban mentalmente creyendo que le será fácil pescar en rió revuelto. A todas estas cabe preguntarse: Con lo bien que nos portamos con el vecino y lo muy mal que nos trata su gobierno, ¿será por eso que dicen que el diablo siempre paga mal?
LOS FALCONIANOS SE PREGUNTAN:
¿Hasta cuándo Álvaro Uribe se burlará de nosotros?
kameleljuri@gmail.com