Cuando se busca garantizar la democracia participativa y la voz hegemónica de los presidentes que integran el Sur, surge la voz de Álvaro Uribe para inquietar la estabilidad de la zona y romper con el pacto social de algunos dirigentes para aminorar la pobreza y hacer menos gravosa la creación de empleo. Es un gravísimo error y la población Santanderina empezara a sentir la presencia militarista interna, cuando se originen distorsiones sociales y conatos se encuentran intranquilos porque sus destabilizadores en la región. Así, no podemos avanzar en la hegemonía ideológica del Cono Sur bajo las premisas de nuestros libertadores.
Uribe le esta fomentando contradicciones políticas en la zona y no visualiza las terribles consecuencias, por esto, viene provocando malestar y criticas a nivel internacional. Entiendo, que, los vecinos colombianos de las zonas donde serán asentadas estas bases se encuentran confundidos porque ignoran los niveles de salud e incluso sus vidas, porque los norteamericanos no tienen piedad con el continente latino.
La relación Colombia- USA no sería un camino de rosas, ella se cimentará a expensa de la democracia y de los ideales que se confirmó en la gestión de Samper cuando ejercía la presidencia y , por esto, fue acusado de drogadicto para sacarlo del juego. Lo que viene es una batalla política no cifrada por los códigos de guerra, donde el primer blanco sería Venezuela y cuya propaganda viene siendo motorizada por un conocido medio que adversa los ideales del Bolivarianismo Sureño.
El presidente Chávez exige unidad y liderazgo para enfrentar el amplio abanico ideológico que tiene Suramérica y donde a derecha es una copia exacta de los movimientos conservadores norteamericanos y donde el único interés es constituirse en grupos económicos para conformar una bancada comercial a través de la globalización.