La semana pasada Obama respondió a quienes le piden que se enfrente al pentágono y a los golpistas de Honduras. La respuesta fue genial. A Obama se le ocurrió decir que pedir la intervención de Estados Unidos para resolver el conflicto político en Honduras es un acto de hipocresía, porque nosotros siempre no las hemos pasado protestando por la injerencia de Estados Unidos en nuestros países.[1] ¡Este sí me pudo joder! El sofisma perfecto. No sabemos si esta vez actuó con la astucia, propia de su estrategia de seguridad nacional, o si más bien se trata de una hipocresía forzada para poder sobrevivir en ese cargo. Me temo que se trata de lo segundo.
Recordemos que Obama antes de las elecciones dijo en un discurso que pensaba ejercer una estrategia de seguridad nacional “dura, astuta y de principios”. [2] Esto se veía venir, no le quedaba otra. Después de la derrota política y militar del imperialismo estadounidense en la guerra de Irak, al leoncito de turno lo mandaron a afeitar un poco la melena y a combinar los garrotazos con unas pocas zanahorias. Tal cual. En una entrevista señaló que había posibilidades tanto para zanahorias como para garrote, y que aunque sabe que Chávez es una fuerza destructora en la región, el uso de la diplomacia le debería permitir dialogar con el enemigo. [3] Aquí se evidencia el cambio de táctica con relación a Bush. Lo que no sabemos aún es cuántos palos nos van a dar por cada zanahoria. Sin embargo, al menos sabemos que los palos primero vienen a la mente primero, y luego al cuerpo.
Más adelante, cuando Obama ganó las elecciones, inmediatamente se anotó o lo anotaron con Robert Gates y la doctrina de Guerra Irregular, y también con Hillary Rodham Clinton y la política del Poder Astuto como táctica de guerra. Como siempre, en un país guerrerista como Estados Unidos, la política está subordinada a la guerra.
Por una parte, Robert Gates, como secretario de Defensa, observará la Directiva 3000.07 aprobada por el pentágono en diciembre del año pasado, la cual contiene la estrategia de Guerra Irregular [4], y por su parte, Hillary Rodham Clinton como secretaria de Estado será influenciada por el reporte de la Comisión bipartidista del Poder Astuto (Commission on Smart Power), convocada por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), y publicado en 2007. [5] Independientemente del partido que hubiese ganado las elecciones, se debería aplicar esta política de Poder Astuto (Smart Power), concepto que frecuentemente se traduce como Poder Inteligente.
Pues bien, veamos a qué nos enfrentamos.
Por un lado, la Directiva 3000.07 define la Guerra Irregular como una lucha violenta entre actores estatales y actores no estatales, la cual favorece el uso de técnicas indirectas y asimétricas, con el fin de influir sobre la población y erosionar el poder y la voluntad del adversario. El departamento de Defensa reconoce que desde el punto de vista estratégico la Guerra Irregular es tan importante como la Guerra Tradicional, y esta se puede desarrollar de manera independiente o en combinación con la Guerra Tradicional. La Guerra Irregular incluye la lucha contra el terrorismo, la guerra no convencional, la defensa interna extranjera, la contrainsurgencia, y las operaciones de estabilidad necesarias para restablecer el orden en un estado frágil.
De tal manera camaradas que la orden es controlar a la población civil, erosionar a la Fuerza Armada, o acabarla, y apresar, secuestrar, o asesinar al comandante Chávez, líder de la Unión de Naciones Suramericanas. Con esto disolverían la UNASUR, y vendrían por las reservas de petróleo más grandes del mundo, para luego meterle mano al oro verde y al oro azul de toda Suramérica. Todas estas actividades y operaciones de la Guerra Irregular se hacen sincronizadas con otras instituciones y agencias de Estados Unidos, y con organizaciones internacionales integradas por equipos cívico-militares necesarios para actividades abiertas o clandestinas, y con el apoyo de paramilitares o contratistas o mercenarios, o como les quieran llamar.
Por otro lado, la Comisión del Poder Astuto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), define al Poder Astuto como una hábil combinación entre el poder duro y el poder blando. Reconocen que el poder duro emplea el garrote y las zanahorias para conseguir lo que quieren. Pero saben que esto tiene un costo político y social. El poder blando, en cambio, es la habilidad de atraer a las personas a nuestro lado sin la coerción. Con el fracaso del capitalismo, Estados Unidos fue perdiendo el liderazgo mundial, la hegemonía, o sea, el poder blando, y pretendieron dominar el planeta con el poder duro. No lo lograron, sin embargo sí logran asesinar muchas niñas y niños como terroristas de Estado.
En este reporte, los miembros de la comisión creen que es más seguro ser temido que ser querido, sin embargo, en la era de la información global, piensan que es mejor ser temido y querido al mismo tiempo. Consideran que es más fácil persuadir a la población para que siga sus políticas sin tener que utilizar amenazas y sobornos. Incluso, esto puede reducir la resistencia, y en consecuencia, los gastos. Pero nosotros entendemos que “persuadir” para ellos es engañar y manipular y alienar por los medios de comunicación, y no convencer con argumentos demostrables. De hecho, si el imperialismo estadounidense cambió las dictaduras por las democracias burguesas fue precisamente porque les salía más económico alienar por la televisión que invertir dinero en la represión social típica de las dictaduras.
Los miembros de esta comisión bipartidista subrayan la necesidad de un ejército fuerte, pero también la necesidad de importantes inversiones en organizaciones e instituciones en todos los niveles para ampliar la influencia estadounidense y justificar su injerencia. Dicen que Estados Unidos debe conservar su superioridad militar, pero reconocen que en el contexto actual, el poder duro no pueden lograrlo sin la ayuda del poder blando. De hecho, muchas de las organizaciones contra la que están peleando ahora no controlan ningún territorio, tienen pocos activos, y brotan nuevos líderes por cada uno que muere. De manera que una victoria en el sentido tradicional es difícil de alcanzar.
Los cerebros de este centro de pensamiento se dieron cuenta de que Estados Unidos ha perdido influencia e imagen. Por tanto, consideran que en lugar de inspirar miedo y rabia, deberían más bien inspirar optimismo y esperanza para recuperar el liderazgo. Cosa que dificulto en esta fase de capitalismo monopólico. Sin embargo, ellos insisten en el uso de la diplomacia para poner a la población extranjera del lado de Estado Unidos, especialmente los jóvenes. Aquí supongo que se refieren a las “manitos blancas”.
En suma, el Poder Astuto es una política que combina el poder duro: militar y económico, con el poder blando: política, diplomacia, cultura, ideologización, y alienación. Este último comprende, entre otros, la transculturización de Hollywood y los productos estadounidenses que tienen un papel en la motivación de los sueños y los deseos de otros, así como los valores políticos, económicos, y los contactos personales y los intercambios.
Bueno camaradas, resulta que la cancillera Hillary Rodham Clinton tuvo que leerse este reporte para cambiarle un poco la imagen al imperialismo. De esta manera, nosotros nos creeríamos el cuento de que ellos no nos quieren dominar por la fuerza, y así permitirles recuperar el liderazgo en el mundo. En efecto, el 13 de enero, Hillary Rodham Clinton compareció ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para su audiencia de confirmación, y repitió lo aprendido: “Tenemos que utilizar lo que se ha llamado Poder Astuto. Se trata de la gama de herramientas que tenemos a nuestra disposición: diplomáticas, económicas, militares, políticas, jurídicas, y culturales. Tenemos que emplear la herramienta correcta, o una combinación de herramientas, para cada situación”[6] Más adelante, el 5 de mayo, cuando revela la política de relaciones exteriores de Obama, aclara que una de las herramientas en política exterior con la que cuentan es “la alianza con ONG’s, con el sector privado y las organizaciones internacionales”.[7]
Pero lo que no dice la Hillary es que como herramienta dura también disponen de las operaciones psicológicas y las técnicas de manipulación mediática las cuales emplean todos los días contra la población venezolana. La astucia de la que hablan Obama y Hillary se evidencia aquí en el empleo de las relaciones públicas y la diplomacia, mezclado con las operaciones psicológicas y la manipulación mediática, como una hábil combinación entre una herramienta del poder blando y otra del poder duro: la política y la guerra. Ejemplo de ello nos lo ofrece el coronel (r) Max G. Manwaring, profesor de estrategia del Instituto de Estudios Estratégicos (SSI) de la Escuela de Guerra de la Armada. En septiembre de 2005, el sinvergüenza de Manwaring reconoció que son numerosos, ambiciosos y enormes los programas que aumentaron la armonía social y la seguridad de Venezuela. Sin embargo, esto lo descalificó como “populismo radical” y por tanto recomendó, para contrarrestar la Revolución Bolivariana y una posible amenaza venezolana, atacar al gobierno por su incapacidad y su falta de voluntad para resolver los problemas de pobreza, inseguridad y corrupción.[8] Qué descaro. Y son estos quienes educan a los periodistas de Globovisión, porque veo que saben bastante de esto.
De cualquier forma, la proporción entre el poder duro y el poder blando que emplee el imperialismo, está sujeta al poder del “complejo financiero-militar-industrial”, el cual está integrado por civiles y militares que hace tiempo que descubrieron que no solo las invasiones les permite saquear las riquezas de los pueblos y abrir mercados a favor del capital, sino que también el desarrollo de la guerra misma les aumenta el capital. Son ellos quienes tienen la última palabra, y lo podemos ver en los presupuestos del departamento de Estado, la USAID, la NED y el departamento de Defensa de cada año. Tenemos que entender que Obama está allí para defender los intereses de las corporaciones imperialistas, las cuales financian las campañas electorales, y por supuesto, toda política que esté a favor de las corporaciones está en contra de nosotros los trabajadores. Nos guste o no, el mundo opera a través del poder y no a través de la justicia.
Es la moral burguesa contra la moral proletaria. Obama puede ser un estadounidense negro, pero no representa ni a los trabajadores negros ni a los trabajadores blancos. Ni siquiera lo eligió el pueblo directamente, lo eligió un grupito de representantes de las corporaciones y del complejo financiero-militar-industrial. Y para los capitalistas el presidente de Estados Unidos es solo un empleado más, como si fuera el capitán de un yate que debe conducirlos a buen puerto, y ese puerto no es otro que la concentración del capital corporativo. Como bien lo expresó Petras:
"A los capitalistas no les importa un pito si es un indio, un negro o un chino el que defiende sus intereses".
[1] http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/amn_gen_cumbre_honduras
[2]http://www.realclearpolitics.com/articles/2008/07/a_new_strategy_for_a_new_world.html
[3] http://www.aporrea.org/internacionales/n116955.html
http://www.lanacion.com.py/noticias_um.php?not=194358
[4] http://www.dtic.mil/whs/directives/corres/pdf/300007p.pdf
[5] http://media.csis.org/smartpower/071105_CSIS_Smart_Power_Report.pdf
[6] http://www.america.gov/st/scitech-english/2009/February/20090213100705lcnirellep0.1312372.html&distid=ucs
[7] http://cuba-l.unm.edu/?nid=71039&cat=p
[8] El nuevo maestro del ajedrez mágico: El verdadero Hugo Chávez y la guerra asimétrica, Max G. Manwaring.
http://usacac.army.mil/CAC/milreview/Spanish/JanFeb06/manwaring.pdf
Más artículos del autor en:
http://www.fernandosaldivia.blogspot.com
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