Atascado en su propio fango, el presidente estadounidense, busca afanosamente asesores que le permitan reformar la Constitución norteamericana y atacar puntos ágildos que tienen relación con el Medio Oriente. Lo que indica que, la popularidad del presidente viene debilitándose progresivamente ya que no ha resulto lo de la cárcel de Guantánamo, Irak y Afganistán. En esta última región han caído muchos jóvenes estadounidenses y otros se encuentran mutilados de algunos miembros.
Lo importante, por ahora, es ganar las legislativas en noviembre y Obama desea evitarle a su partido sendas derrotas en las futuras elecciones de cámaras. Aunque, es un político convincente, BHO, no logra articular una política sanitaria acertada por la presión de los republicanos, que, todavía constituyen un núcleo de verdadero poder ideológico, porque los protestantes les guarda una gran simpatía a la familia Bush.
Otro de los retos que le espera a BO, es como combatir el crimen organizado y el fomento en el consumo de drogas por parte de jóvenes que cumplen el servicio militar en territorio asiático y los que colocan puntos de control en los sectores populares para domesticar a menores en edad escolar.
A pesar de todo, los índices de popularidad de BHO esta en descenso y cuando enfrente las elecciones internas el próximo mes de noviembre, los números revertirán las cifras de épocas pasadas.
Sin embargo, Arturo Valenzuela busca reunirse con los líderes latinoamericanos con el fin de lograr un criterio internacional para una mayor presencia norteña en esta región rica en minerales, agua, petróleo y fuentes de uranio para la energía nuclear. BHO logró paliar la reciente crisis bancaria y nivelar el déficit económico dejado por George Bush y ha permitido un desplazamiento de las presiones internas que le permiten asumir un estilo más abierto en el ejercicio de su perfil político.
Los Estados latinoamericanos, solo desean ser reconocidos como libres y cerrar las heridas descubiertas en el pasado por las dictaduras y la época de los grandes crímenes políticos, como ocurrió en los períodos venezolanos del presidente Raúl Leoni y Luís Herrera Campins en operativos netamente militares.
El 2010, es un punto de referencia para marcar a Latinoamérica, porque es necesario adelantar programas sociales que se encuentran bajo la responsabilidad de algunos líderes y, hasta los momentos existen sectores que no desean compartir dichos programas con la gente que ha venido siguiendo los pasos integracionistas sureño.
Estados Unidos surca un nuevo océano y Obama es el encargado de conducirlo para avanzar en la lucha por un cambio en la estructura del Estado, sobretodo, se debe generar confianza y fé para buscar una aprobación hacia la reforma de la Constitución norteamericana y, para esto se necesita ganar aliados y fortalecer la imagen internacional de la Casa Blanca.
