Verdaderamente, ya no sorprende la desfachatez, el caradurismo y la soberbia de personajillos de la vieja política como Álvarez Paz, quien al ser interpelado por el periodista Luis Ugas de la plantilla de reporteros de VTV, sobre si presentaría en el juicio que se le seguirá por la presunta comisión de los delitos de , instigación a delinquir y difusión de información falsa, pruebas de lo afirmado en el canal oposicionista Globovisión, no tuvo mejor argumento que asumir el rol de victima, y escupirle en la cara al comunicador social, su indignación por considerar una grosería y falta de respeto que le preguntara por cosas que el jamás había dicho, invitándolo al mismo tiempo, a ubicar y revisar el video del programa, pretendiendo con ello, darle cátedra de ética y periodismo responsable.
Posteriormente, el referido video fue retransmitido dentro de la programación del canal, dejando claramente demostrado la gravedad de lo afirmado por el susodicho, al acusar al estado venezolano de facilitar las actividades del narcotráfico, sin mencionar la cara de terror del llamado mataduras, ante tal desatino.
Tocara ahora seguir el desarrollo del esperado juicio el cual servirá para calibrar nuevamente el funcionamiento del sistema judicial en una materia tan sensible para el colectivo y tan manipulada por los dueños de los medios privados de incomunicación, quienes trataran una vez mas de sacar provecho político, con el ya gastado ritornelo de la falta de libertad de expresión en nuestro país.
Si alguna asignatura continua pendiente por aprobar en tiempos de revolución, es sin duda, resolver el estado de impunidad que aun los venezolanos percibimos en la administración de justicia, y que de al traste con pretensiones y actitudes como las observadas en el reportaje del mencionado periodista, donde algunos ciudadanos creen estar por encima de las leyes y sus reglamentos, permitiendo vociferar toda clase de ofensas al presidente de la república de la forma como lo hizo este personajillo, sin ninguna consecuencia posterior, y para colmo, al día siguiente declarar: diles que yo no fui.
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