¡Qué tal, camarada! Con el corazón pleno de angustias por tanta mediocridad –de ambas partes políticas, más de la escuálida- y la mente llena de ilusiones por seguir abriendo el sendero de la patria que añoramos, aunque sea para las generaciones futuras.
Verdaderamente lamento, y muchos de nuestros correligionarios también, la desaparición física de Luis Tascón. Aunque veníamos lamentando su desaparición revolucionaria. Dicen los médicos que el cáncer evoluciona, cuando la capacidad inmunológica baja por sobreestress, angustias, decepciones.
Como desconozco los intríngulis de la política, –a veces politiquería, que hasta algunos “rojitos” han copiado– suponemos que el camarada Tascón cometió algunas “imprudencias” revolucionarias. Sin embargo, pensamos –según lo observado– que él le puso a su actuación revolución por demás y eso parece que, por lo menos hace unos años (y ojalá así sea), molestaba a más de uno de nuestras filas.
Fue acucioso, agresivo contra la canalla, filoso contra la sinvergüenzura –inclusive la nuestra–, igual que la diputada Iris Varela, un fosforito que ha bajado su candela, tal vez para no quemarse ella misma, pienso.
Todo, así lo estimo, se debe a que siempre hay un rabo de paja, o muchos rabos –quién sabe si de paja–, cuando hay alguna fuerte acusación contra los malandros de cuello blanco, peor cuando los cubre una chaqueta rojita.
Para recordar una de Iris, entre tantas de sus luchas vehementes, fue la denuncia contra Manuit en funciones de gobernador que no sólo no le dieron respaldo sino que la atacaron. Aunque, más adelante, hasta el Presidente Chávez despotricó de él. La diputada de la “tea” hasta una patada recibió del actual gobernador adeco del Táchira, sin nombrarlo porque no vale la pena y, de paso, da asco esa actitud nada varonil.
El colega Tascón despuntaba como un emergente líder joven de la revolución bonita de todos. Fresco, calmado y activo. Percibí, en mi ignorancia, que lo fueron limitando, empujando y tanto, que se vio obligado a hacer tienda aparte. Esperemos que a nadie se le ocurra compararlo con las crápulas que abandonaron nuestro barco rojo, sería una gran vergüenza.
Sabemos que hoy todos hablarán bien de él, pero lamentamos que no le hubiésemos dado oportunidades de modificar cualquier exceso –si lo hizo– y permanecer en nuestras filas haciendo su lucha, que es la nuestra. Paz a su alma y que su familia supere el pesar.
El camarada Luis puso en circulación una lista famosa, bautizada con su nombre, con todos los que firmaron contra el presidente Chávez y la que odiaron los escuálidos porque no les permitía trabajar en el gobierno de… el… presidente… Chávez. ¡Qué bolas!
Váyanse para la empresa privada. Busquen a Fedecámaras. Como todavía ocurre: unos opositores cobrando y hablando mal del Presidente… y tener que escucharlos. Lo que ocurre, y lo entiendo, es que los escuálidos de cualquier color no saben que estamos abriendo –con mucha dificultad porque todo pertenece, todavía, a la decrépita vieja manera de hacer democracia– un camino revolucionario, hacia el socialismo a lo venezolano y nada que ver con la pavorosa “alternabilidad democrática”
Alternabilidad de Presidentes, cual peorcito, y de una burocracia totalmente corrupta, con sus excepciones, claro, y los grandes negociados de politiqueros –que hoy aspiran nuevamente– y de los meritócratas intocables dueños de PDVSA. La propia jodida lista es la de SÚMATE y Corina
Para finalizar esta parte, como un complemento de homenaje post mortem a Tascón, apoyaré a un sentido artículo que escribió un camarada, y ruego disculpe que no recuerde su nombre, cuyo título es: Ojalá vuelva la Lista de Tascón. Y agrego, es que hay el infiltrado parejo y los muchos que cada día siguen entrando por algunos caminos a la administración pública, en especial a PDVSA.
Ahora con el título de este articulo. Tal vez si hubiese seguido en la lucha, unido al PSUV, Tascón nos hubiese apoyado en esta iniciativa: Sacar una lista de “personas no gratas” a los venezolanos.
Fíjense que no digo a los chavistas, no, porque los escuálidos, en todos sus altos niveles, cuando nos ofenden destacando sólo lo malo, que ellos prefieren, y magnificándolo, para destruir a Chávez nos ofenden a todos. Nos someten al escarnio mundial desprestigiándonos. Desprestigiando a Venezuela.
Buscan la manera de “quebrarnos” como país como cuando produjeron el nefasto, gravísimo y perjudicial para todas las familias, paro petrolero. ¡No se lo perdonamos y no volverán!
Esto porque, además, nuestras organizaciones encargadas de echarles un parao no hacen nada. Pensamos que será porque les tienen mucha consideración, o les tienen miedo o, lo que no quiero mencionar, o… tienen algún compromiso.
Por ejemplos, comenzando por el más reciente, está Miguel Enrique Otero, de El Nazional, con su permanente e indiscriminado ataque llegando al colmo de sacar una vieja foto –viven buscando en sus archivos los elementos más amarillistas– de la morgue y que globoterror en “mala noche” no la mostraron a una temprana hora ya que la ley Resorte lo prohíbe.
¿Quién prohíbe que salga en una primera página y esté a la vista de niños, niñas, y jovencitos, en los anaqueles de quioscos en las calles? Aunque nadie lo compre, lo importante es perjudicar a Chávez, al gobierno… y a Venezuela.
Y esto ocurre, y me disculpan el protagonismo y creer que poseo un poquito de lógica o de verdad, como cuando en un amplio artículo sobre como combatir el terrorismo mediático expuse que se prohibiera la lectura de periódicos –que nadie lee, pero nos lo restriegan de mañana y de noche– en los medios radiales y audiovisuales.
Que se vean en la obligación de contratar periodistas y realizar televisión, o radio. Por lo menos sería una fuente de trabajo y un menor grado de envenenamiento colectivo.
Porque el grave problema, además de la delincuencia, es la guerra mediática que, de calle, estamos perdiendo.
Como nuestras emisoras de radio, por lo menos Radio Nacional que escucho en Anzoátegui, no transmiten programas elaborados en base a todo tipo de noticias para estar informados, en la mañana alterno con Unión Radio, creo, y escucho a César Miguel Rondón, que me permite equilibrar algunas opiniones, y saber cómo piensan los entrevistados.
Ahí se escucha “cada análisis sesgado”, cada estupidez, que percibimos dos realidades. Lo grave es que como los escuálidos no escuchan a las emisoras revolucionarias no se enteran de todo lo positivo de nuestro gobierno de Chávez y sólo escuchan lo arrastrado desde la democracia bobalicona: delincuencia, malos servicios, etc.
Donde Rondón hace más hincapié es en entrevistar a economistas. Los mismos que durante años –IV y V repúblicas– no han pegado una con sus criterios y explicaciones. Recuerdo una reciente de Faraco que dio una clase magistral de desesperanza. Igualmente con los otros economistas, creo que unos tres semanales.
Por los mensajes de texto y los twitter percibo una angustia en los oyentes. Bueno, cómo será que uno lo resiste porque está enterado de las cifras del gobierno. ¡Pobres compatriotas!
Lástima que no grabo los nombres de los entrevistados –voy conduciendo mi carro– pero he escuchado a varios profesores del IESA cuyos sapos me caen en el parabrisas.
O cuando entrevista a Petkoff, o al propio Otero. ¿Imaginan?
Con frecuencia escuchamos de opositores, líderes o no, que dicen que ganarán el 26S aun cuando tengan que superar las “trampas del CNE”. Dashiell López de “Réstate”. Ya basta de falsos testimonios y de insultos y de generar dudas en nuestro excelente sistema electoral. Si no las demuestran deben ser penalizados.
En la tarde, en un programa Alba y Sergio, entrevistaron al dientúo Emilio Lovera (excelente humorista que no entendió que debería ser imparcial) y fue muy triste escuchar, con las risitas ridículas de los entrevistadores, una especie de “humor marrón m…” al hablar sobre una obra de Ibsen Martínez, “Juicio al Bicentenario”, que entendí es a un personaje llamado Vicente Nario, pero donde despotrican de la historia.
Alguien escribió en estas páginas que también ofendían al Libertador. ¡Quien no merece, ni merecemos, eso!
Mientras tanto se tomen medidas oficiales, propongo formalmente –auque sea como un pataleo– que produzcamos una lista, que circule a nivel nacional e internacional, declarando PERSONAS NO GRATAS a todos aquellos apátridas que inventan tantas mentiras, o que magnifican situaciones normales en una sociedad que se corrompió y enfermó, y que estamos tratando de sanar.
Para ello, tendríamos que dedicarnos a escribir nombres, fechas de entrevistas y expresiones, y hasta apoyarnos en CONATEL –si sirve para algo– para extraer de la vieja data toda la injuriosa porquería excretada.
En la mañana, además de ver VTV y TVES, debemos ver televisoras comerciales para enterarnos de todo el espectro noticioso. Aunque nos arrechemos con la lectura de periódicos que nadie compra. Por cierto, siempre me avergüenza que nuestros serios dirigentes, por estar en los medios, se someten a la entrevista del periodista de Venevisión que contribuyó, con su insidiosa apreciación de Puente Llaguno, a que le otorgaran el premio “príncipe de asturias” (en minúsculas) a otro palangrista, ahora desaparecido. Cosas de la política.
¡P, S o M! ¡V!
edopasev@hotmail.com