¡Qué tal, camarada!
Todos atentos y tratando de hacer algo por nuestro inédito proceso
revolucionario hacia el Socialismo (en etapa incipiente) desde las profundas
marañas del Capitalismo (en su marcha continua), en lo que se pueda
o nos lo permitan.
En anteriores artículos
he expuesto que los que viven en La Gran Caracas, además de contar
con un alcalde a quien admiramos por su voluntad de acción socialista
y por la jefa de gobierno que colma las mismas condiciones, cuenta con
la sede del poder y el accionar del Líder más activo que ha tenido
Venezuela. Y sin ofender a nuestros amigos de cualquier país latinoamericano,
ni prepotencias, Líder Latinoamericano. ¡Una ventajita, nomás!
Con la marcada excepción
de Fidel en su época y con lo que sembró en la América.
Este accionar al que
me refiero es a hacer un gobierno firme y que tienda a reducir los desequilibrios
sociales. ¡Una pendejada!
Algunos de quienes me
han honrado con su lectura saben, o suponen, que vivo en la zona metropolitana
norte de Anzoátegui; por eso mis comentarios, buenos o malos, pueden
estar equivocados con relación a otros estados, aunque amigos revolucionarios
que viven en algunos de esos espacios me dicen que va parecido.
Basta leer opiniones
de muchos Aporreadores regados por todo el territorio libre de Venezuela.
Apreciado, camarada,
lo que expondré no lleva una carga contra nadie del partido, aunque
le caerá a aquellos que no ponen interés en coordinar equilibradamente.
O los que no saben conducir sus gobiernos locales o estadales. Sólo
serán comentarios de parte de la cotidianidad vivida por mí.
Por cierto, camarada, siempre que criticamos hacia aspectos negativos recibimos un mayor rechazo de las autoridades regionales, al extremo de que siendo luchadores permanentes –pero sin espacio político, que está secuestrado por ellos mismos- no tenemos a alguna autoridad s quien recurrir.
Peor que cuando por años
estuvimos en la oposición. Menos mal que funcionarios de niveles
intermedios y bajos nos conocen y, con respeto y consideración, nos
ayudan.
La más de las veces,
en función de sus prepotencias, son implacables.
Las deficiencias locales,
y regionales, gravitan en la gestión de Chávez. O en su imagen.
Si por poseer un vehículo
no nuevo, o no tener un chofer que, además, conduce un vehículo del
gobierno, tienes que visitar talleres mecánicos (la mayoría sin control
de las capacidades de los trabajadores y expuesto a reparaciones chimbas)
y palpas, escuchando, lo que sienten muchos habitantes.
¡Coño, qué
caro!, “es que no se consiguen los repuestos, aunque tal vez te consiga
uno no original”. “Con estas condiciones y el peo de la escasez
de alimentos Chávez nos está matando” Y bla, bla, bla…
Alguno defiende: “Noo…,
chamo, Chávez le está poniendo; allá el gobernador y los alcaldes
que no hacen nada”. Y se prolongan los contras más que los
pros ya que muchos desconocen los logros revolucionarios por las eternas
fallas en la política informativa.
Y lo que es peor no aprecian
nada revolucionario en las calles, por el contrario su deterioro, que
en muchos casos nos lleva a los talleres.
“Buena vaina
con esa idera de la luz, estamos hartos” Agrega uno, más escualidón
él: “Y Chávez regalando dinero parejo. Y petróleo, fíjate el
que le regalamos a Cuba”; otro agrega: “Por eso PDVSA está
quebrada, no lo dicen pero todos lo sabemos”
Yo permanezco callado
queriendo participar, pero pienso que sería inútil porque son varios
muy alterados, y más porque coinciden todos.
Cuando revisan mi amortiguador,
¡sorpresa!, el espiral está reventado. Todos lo observan y comentan,
“¡seguro que cayó en un huecote!
“Cuando bajen el mío será igual” “Dígame el mío, caí
en una zanja… mejor dicho un zanjón”
“Y nadie del gobierno paga eso”. Otro: “Bueno, a mí
se me ha jodido varias veces el tren delantero”
Y llegan taxistas, de
por puestos, etc. “No hay real pa´asfaltá, pero sí
para regarle dólares a los países” Otro: “Aunque sea pa´tapá
los huecos, nojoda”
Por fin intervine: pero
no es culpa de Chávez, esas actividades corresponden a los alcaldes.
Y al gobernador. “Qué va, amigo, Chávez sabe la cagada que están
poniendo” Digo: tal vez no. “Mire, mayor,
¿usted cree que Chávez no tiene quien le informe de lo de aquí?
Lo que pasa es que lo taparean. Incluso los del PSUV”
Ante la incómoda situación
con personas muy populares preferí callar, porque, además, en esos
casos tienen la razón, pienso.
Recalco, por enésima
vez, mi solicitud al Presidente de que llame a Botón a las autoridades
de cada estado. Que los confiese. Que mande gente de su confianza extrema
–-preferiblemente no conocidos de las autoridades estadales y locales,
o sea, ni de jerarcas del PSUV–- a evaluar lo que “no están haciendo”.
Que recorran las calles, pero solos.
Lo ideal, que Chávez
viniera de incógnito. Y en su carro personal.
Hemos insistido, como
recomendación eminentemente política, más hacia la batalla electoral
del 2012 e inicios del 2013, que debemos resolver el problema de la
vialidad llena de huecos. La sufrimos todo porque es lo más colectivo.
Porque obras puntuales
de unas viviendas por allá, otras pocas por aquí, no benefician sino
a unos pocos. No vale, ni siquiera, que muestren en VTV o TVes, un micro
de una señora llorando saliendo de un humilde rancho, agradecida por
una vivienda. Esto no les llega a los millones que no ven televisión,
menos nuestros canales. Aún siendo de la clase popular.
No importa que se aprecie
como una medida efectista. Pero, vale.
Lo que ocurre, que suponemos es por ignorancia más que por perversión, es que no hay una política de mantenimiento preventivo, donde funcionaría a la perfección el empoderamiento popular –-tal vez, a mi parecer, lo más revolucionario y socialista–- No se tapan, ni bachean, técnicamente los huecos a la espera de hacer un asfaltado total, más costoso, ¿más jugoso? Mientras, que sigan las molestias cotidianas.
Destacamos que sólo
aprecian La Revolución los que reciben directamente ayudas. Becas,
Misiones. Los que logran trabajar en una empresa socialista. Algunos
que están en el campo de fincas rescatadas. El resto ni se entera.
No les llega.
Si acaso los que se benefician
con los Pdval, los Mercal donde, de paso, también compran escuálidos
vivos que, sin embargo, continúan despotricando.
Los trabajadores de talleres,
de areperas, los informales, pasan por situaciones de abandono, no les
llega la Revolución, menos el Socialismo. Por eso mi también permanente
propuesta sobre poner el Sistema de Seguridad Social, con la utilización
del IVA, que beneficiaría a todos desde ahorita mismo y resolvería
el problema de los que no tienen seguro médico ni de ningún tipo,
a los que no pueden ser pensionados, etc.
Sería humanizar más
el proceso y un golazo del gobierno. ¡No habría pa´más nadie,
sólo Revolución!
En Resumen. Lo que quiero
significar, lo que todos sabemos y reclamamos, la información gubernamental
de la gran cantidad de aspectos positivos no llega a las clases populares
ni a los clase media. Pero sí les llega, diariamente, todo lo negativo
que muestra la oposición y por la radio bemba opositora que se riega
rápido por la desinformación masiva.
Y, dentro de las propuestas
que he hecho sobre política informativa, sacar por minicadenas, y periódicamente
cercanas, un conjunto de acciones, como sabemos, todas positivas. ¡ES
URGENTE!
¡Total eficiencia en
todas las ejecuciones de obras públicas! Exigir a las autoridades meterle
el pecho, ¡YA!
¡Patria, información o muerte!
edopasev@hotmail.com