El
19/02/2012, Últimas Noticias publicó una nota periodística relacionada con
Ipostel (Instituto Postal Telegráfico), la cual consideramos injusta e
inexacta. Redactamos una carta electrónica (23/02/2012) dirigida al actual
Defensor del Lector del diario, el señor Omar Pérez, aclarando algunos puntos
sobre la materia y hasta el día de hoy no ha habido acuse de recibo o algún
comentario en la columna semanal del señor Pérez, con respecto a nuestras
observaciones. Para colmo, una de las coordenadas cibernéticas proporcionadas
por el Defensor, companerito1925@gmail.com, rechaza los
correos porque no existe (¡!). No es la primera vez que tratamos de llamar la
atención de Últimas Noticias sobre informaciones inexactas reseñadas en sus
páginas, sólo que ni el Director -ni el Defensor- atienden los reclamos. ¿Es
ésta la libertad de expresión que defienden los medios privados de
comunicación?
Solicitamos
a Aporrea.org la publicación de la siguiente réplica a la periodista Laura
Weffer Cifuentes. De antemano, agradecemos el espacio que puedan brindarnos.
ACLARATORIA
AL DEFENSOR DEL LECTOR: “AFFAIRE” IPOSTEL
Estimado
Omar Pérez, Defensor del Lector del diario Últimas Noticias, antes que todo me
gustaría dar la bienvenida a usted en esta nueva etapa dentro del connotado
rotativo caraqueño y desearle éxitos en un oficio nada fácil de ejercer como lo
es el de “Ombudsman”, según la grafía sueca.
La
presente es para hacer una serie de observaciones a un reportaje de la
periodista, Laura Weffer Cifuentes, titulado “Las cartas de Navidad llegan en
Carnaval”, publicado el 19/02/2012, en las páginas ocho y nueve del suplemento
“El Domingo”, de Últimas Noticias. El escrito de marras, en un tenor algo
socarrón, intenta mofarse del Instituto Postal Telegráfico (Ipostel) y del
servicio que éste brinda a la ciudadanía en general. Laura Weffer afirma haber
enviado 27 tarjetas postales a diferentes destinos ubicados en el país y el
extranjero, con la consecuente queja de que éstas no arribaron a tiempo a sus
destinatarios. Al respecto, quisiera formular algunas precisiones:
1) Se nota que Laura
Weffer ¡nunca! ha usado Ipostel. De lo contrario, habría tomado en cuenta la
tradicional dilación del organismo en cuestión. Soy usuario del correo estatal
desde 1986 y he recibido miles de piezas a través de éste. Desde esa época
dispongo de mis estadísticas personales en tiempo de llegada para cartas o
pequeños paquetes. ¡Verbigracia! Estados Unidos: de 15 a 25 días; México: 60
días; Cuba: 60 días; Argentina: 25 días; Europa: 40 días; Asia: 45 días;
África: 60 días. Sólo en una oportunidad, en 1996, obtuve en tiempo récord una
respuesta desde Francia: ¡diez días! Desde luego, hablo de jornadas calendario
y no hábiles.
2) En el ámbito
nacional, las cartas por Ipostel se toman –por experiencia propia- entre tres y
nueve días. Para demostrarlo, adjunto la imagen de un sobre enviado desde
Valencia, estado Carabobo, el 25 de abril de 2011 y recibido en Catia La Mar,
estado Vargas, el 04 de mayo de 2011. Total: ¡nueve días!
3) Laura Weffer pecó
de “ingenua” u obró con harta “segunda intención”, al pretender que las
postales, consignadas un 20 de diciembre (¡!), alcanzaran sus destinos antes
del Año Nuevo. ¡Imposible! Razón: la gran cantidad de piezas que se moviliza
durante esa temporada y que retarda más el proceso de despacho a sus
correspondientes rutas. Así se niegue, hace falta más personal en Ipostel. Tal
vez Laura Weffer quería un “pretexto” para escribir un artículo y lo consiguió.
Sólo que ella pretendió vender como “realidad absoluta” algo que tiene
estridentes y variados matices.
4) Informo a la
periodista que el correo estatal no trabaja únicamente con facturas de cobro (a
falta de “cartas de amor”). También transporta prendas de ropa, dulces, CD, LP,
discos de DVD, material filatélico, revistas, artesanía, baterías, repuestos de
electrónica, filtros de radio y demás artículos que se pueden adquirir por
internet, por ejemplo. ¿Cómo se puede enviar un perfume por correo electrónico,
estimada Laura?
5) Desde 2009, los
tiempos de Ipostel se han reducido en demasía. Estados Unidos: de diez a 20
días; México: de 20 a 25 días (o hasta menos, ver imagen adjunta); Argentina 20
días; Europa: 25 días; Asia: 30 días. Claro, estos guarismos sólo son exactos
entre enero y noviembre. En diciembre el sistema siempre ha sido mucho más
lento. Repetimos: ¡SIEMPRE!
6) Laura Weffer se
queja de que tuvo que pagar Bs. 60 por mandar las tarjetas postales, pero omite
–deliberadamente- que Venezuela es uno de los pocos países del orbe donde el
correo es barato. Para muestra un botón. Una carta certificada, desde
Venezuela, cuesta Bs. 1,50 (América); Bs. 1,70 (Europa); y Bs. 2,10 (Asia). Una
misiva registrada en Estados Unidos (al exterior) sale en 14 dólares (¡Bs.
60,20!). En México, ídem cartica costaría 36,50 pesos mexicanos (USD 2,80 = Bs.
12,04). En Italia, serían 5,60 euros (¡más de Bs. 30!).
En
conclusión. ¿Ipostel debe mejorar en los lapsos de distribución? Sí, estamos de
acuerdo. ¿Ipostel debe ser más eficiente? ¡Más que de acuerdo! Sin embargo,
considero que el texto de Laura Weffer escamotea datos importantísimos que
ayudarían a los lectores a formarse una opinión más amplia y equilibrada acerca
del Instituto Postal Telegráfico de Venezuela. En mi caso particular, yo estoy
muy satisfecho con el buen servicio que me ha prestado desde hace 26 años.
Muy
agradecido, desde ya, al Defensor del Lector de Últimas Noticias, Omar Pérez,
por la atención que pueda prestar a esta correspondencia electrónica.
Atentamente,
Catia
La Mar,
Estado
Vargas
PD.
A continuación, me tomo la libertad de hacer ciertas correcciones a la
redacción de la periodista, Laura Weffer, en el mencionado artículo.
a) “(…) Esas [las
postales] hicieron el recorrido mucho más rápida [sic] y efectivamente (…)”.
Versión correcta: “Esas hicieron el recorrido mucho más RÁPIDO y
efectivamente”. El adjetivo “rápido” y el adverbio “efectivamente”, modifican
al sustantivo masculino “recorrido”, por lo cual deben ir en concordancia de
género con éste. Aunque se leería mejor así: “Esas hicieron el recorrido de
manera más rápida y efectiva”. Los adverbios terminados en “mente” sobrecargan
bastante los textos.
b) Utilizar
“Inglaterra” –por United Kingdom- es una imprecisión geográfica y resulta –a la
vez- incómoda para los habitantes de regiones de esa nación europea como Gales,
Escocia e Irlanda del Norte. Es preferible usar “Reino Unido” y nos curamos en
salud.
c) “(…) La mitad del
amplio local ubicado en la principal de La Castellana estaba ocupado [sic] por
varias hileras de buzones grises (…)”. Versión correcta: “La mitad del amplio
local ubicado en la principal de La Castellana estaba OCUPADA por varias
hileras de buzones grises”. El adjetivo “ocupado” se refiere a “la mitad (del
local)”, que es femenino. ¡Otro error de concordancia de género!
elinodoro@yahoo.com