Debo confesar que fui un verdadero fanático de la primera etapa de La Hojilla, pues rompió esquemas como programa pionero en la defensa ideológica del chavismo, como fiel expresión del deber ser de un pueblo y un gobierno que se decía popular, aunque convengo que néstor y mailin siempre fueron sencillamente un adorno, el protagonismo se lo apropió mario sin ser profesional de la comunicación, periodista pues y lo hacia y lo hace muy bien, mas lo que le sucedió fue que logró tal protagonismo y fama que pudo mas su ego que sus supuestos principios revolucionarios, ¿por qué ?, porque la fama tiene sus encantos al igual que la burguesía y si a esto le sumamos el reconocimiento que siempre tuvo por parte del propio Chávez, fue Chávez el culpable del mounstrico, pues al gozar prácticamente de impunidad, por ser amparado por Chávez y a esto le sumamos los jugosos contratos por su programa en VTV, sumemos todos estos encantos, fama, apadrinamiento, dinero, ego, tenemos lo que actualmente vemos un excelente comunicador, un buen programa pero vendido al mejor postor y el mejor postor es el gobierno que necesita defender lo indefendible al precio que sea y mario le hace el favor felizmente, porque los golpistas lo odian por la cantidad de golpes que les ha propinado, en este caso vendió al compañero de ciudad Bolívar pero pudo ser cualquier otro, porque su objetivo es preservar los privilegios y cuando un hombre llega a eso no lo detiene nadie, la ambición cuando se junta con el ego es indetenible, en cierta oportunidad estuve en un evento cerca de él y verdaderamente parecía una estrella de hollywood, tanto por el ego, las poses pues, como por la gente que lo rodeaba, las revoluciones también paren a estos personajillos, es el pueblo el que tiene que saber que hacer con ellos no nosotros los escribidores.
Dios y patria, Chávez vive
