Ayer, jueves 7 de febrero, el señor periodista Wladimir Villegas tuvo como invitado al economista y profesor universitario Rómulo Henríquez. No me perdí el programa, ya que se trató de uno de los iconos de la izquierda venezolana, que aún conserva integra su dignidad de revolucionario indoblegable. A muchos de los nuevos políticos que intentan, a través del golpe de Estado trepar al poder, sin importarles el país, y mucho menos, la palabra honor, no les debe sonar mucho este nombre. Sin embargo, a quienes aún sobrevivimos de la década de los 60, sí nos resulta sorprendentemente agradable verlo y oírlo por la pantalla de Globovisión, respondiendo con una tranquilidad pasmosa, no sólo las preguntas del periodista, sino la insistencia en llevarlo hacia el lado de él. Es decir, a que responda para satisfacer su ego y la política del canal de marras.
A Rómulo Henríquez, no tuve la oportunidad de conocerlo personalmente. Pero puedo decir que él fue, al lado de Américo Martín (hoy en la acera del frente), fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue dirigente juvenil de AD y sufrió los embates de la cárcel, siendo aún muy joven, producto de su acción contra el régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez. Desde allí viene la formación de un hombre que, aún a su edad, sigue con sus principios incólumes. Por eso el entrevistador no pudo sacarle, a pesar de su empeño, tal como lo hace a menudo con otros entrevistados, una sola palabra cuestionadora del gobierno que lidera Nicolás Maduro.
En efecto, sin espavientos, sin poses estrafalarias, sin gritos, y con la calma más envidiable respondió una a una las preguntas. Ya para terminar el programa el entrevistador le preguntó por el movimiento que lidera Guaidó. Y Rómulo Henríquez, sin pensarlo dos veces, le respondió: "No veo a este señor, autoproclamado, liderando ningún movimiento. Quien, desde la Casa Blanca, lo lidera es Donald Trump. Ese es el verdadero y único líder de la oposición, en los actuales momentos". Y repitió, palabras menos palabras más, que Trump, utilizando a los monigotes, como el autoproclamado, y como Iván Duque, en Colombia, entre otros títeres de la región, intentaba amedrentarnos con sus amenazas, con el objetivo de crear una estado de guerra civil entre nosotros, para él enviar a sus marines a aterrizar en suelo patrio y cogerse toda nuestra riqueza. ¡Bravo, Rómulo Henríquez! Te sobra dignidad revolucionario… Te sobra venezolanidad y nacionalismo para regalarle a muchos que aparentaron ser y no fueron, y para quienes dicen ser, pero en la práctica no son…, sino unos vulgares corruptos, vividores del proceso chavista… ¡Se cansa uno!.