Vladimir, deslastrado de horarios y presiones propios de otros medios, nos sorprende hoy con una excelente entrevista al Ministro Rafael Ramírez. Veamos.
La entrevista sucede en el canal "youtube Vladimir a la Carta". Comenzó el periodista con plomo grueso y no desmayó hasta el final de la entrevista, dos horas de un finísimo juego de espadas. Vladimir periodista al fin llegó con una batería de preguntas de todo género, que el Ministro fue respondiendo con sorprendente claridad. Se habló de lo personal: cómo vive el Ministro, de su primo preso, de sus errores. Se habló bastante de la petrolera, de cómo la dejó el Ministro, de cómo está ahora, del fondo de pensiones, del saboteo de Amuay, de los atropellos, de las conquistas de los obreros petroleros… de todo se habló sin regatear nada.
Al final, quedó la sensación de la falta que hace en Venezuela el ejercicio cabal del periodismo, lo que perjudica la ausencia del debate, las acusaciones sin fundamento que permiten poner preso y liberar a la gente como si fuese un juego de mesa, "hoy eres magnicida mañana ve para tu casa" y aquí no ha pasado nada. En el programa se evidencia que las acusaciones al Ministro no tienen fundamento. Mal quedó el copresidente con la cacería a su antiguo colega de gabinete. Es importante esta entrevista, cambia, sin duda, la percepción que se tiene de la política actual, queda en evidencia la espantosa censura, la persecución del madurismo contra el chavismo auténtico.
Esta entrevista es un reto para el copresidente maduro que ha acusado al Ministro Ramírez, lo ha expuesto al escarnio público, valiéndose de las ventajas de su cargo. Debe maduro contestar a Ramírez, debe ir a una entrevista con Vladimir y responder al periodista y a las preguntas de los oyentes, que en la entrevista de Ramírez llovieron por más de mil.
También puede ser, no sabemos la disposición de Vladimir, que en su programa se haga un debate entre Maduro y Ramírez, que la masa de oyentes conozca la posición de cada uno. El pueblo de Venezuela merece este debate sobre la principal industria del país. Mucho se ha denunciado, se ha creado una imagen deformada, eso se evidencia en el programa, de Ramírez, mucho se ha acusado de la debacle de PDVSA, ya basta de acusaciones en el aire. Este sería crucial para el futuro político del país, supondría una nueva manera de hacer política, enseriar las acusaciones, informar a la masa, dejar la manipulación burda.
Negarse a hacerlo es una declaración de culpabilidad y reconocimiento de un delito, calumnia por lo menos. Tiene la palabra maduro y tiene la palabra Ramírez. Si ellos aceptan se puede dejar en manos de Vladimir y de delegados de ambos participante la organización, las reglas del debate.
Hay que reconocer a Vladimir su labor valiente como periodista, en este mundo, hacer lo que él hizo, entrevistar a un proscripto, a quizá, el más importante objetivo político del madurismo, es un acto de coraje en defensa de la inteligencia nacional, del periodismo, de la libertad de expresión, que el país debe reconocer.
¡A DEBATE!