A veces pienso, que en muchas ocasiones es preferible callar y dejar que las cosas pasen como tengan que pasar. La fuerza de tu opinión generalmente se diluye en esta gran diatriba política que envuelve al país, y no alcanza a tener ningún tipo de consistencia para llegar a las dirigencias políticas que todo lo saben y resuelven a su “acertado” antojo.
Pues bien, creo que fue el 24-05-07 cuando publiqué en Aporrea el artículo “ SIGO SIN ENTENDER NADA”, en el cual llamaba la atención sobre la inmensa contradicción que se presentaba al permitir marchas ó manifestaciones pacíficas para el fin de semana pasada, a sabiendas de que en el país se encontraban paramilitares colombianos (Paracos), y se habían desmantelados arsenales con rifles, pistolas, chalecos antibalas etc, etc.
Fue esta la posición del gobierno nacional, expresada a través de su ministro del interior Pedro Carreño. ¡¡ Que ingenuidad!!.
Ahora bien, producto de una premonición, muy bien justificada, me permití expresar en el citado artículo “No se pueden alimentar las posibilidades de que se produzca un baño de sangre por estas manifestaciones o marchas, a menos, de que estemos dispuestos a correr todos los riesgos que sean necesarios”. Mi objetivo era fijo, uno sólo, era el de que se prohibiesen las marchas o concentraciones y se tomara una posición seria y firme por parte del gobierno. Pero... no fue así.
Afortunadamente no ha habido un baño de sangre, pero si disturbios en varias partes del país, como resultado de la manipulación de estudiantes en varias universidades. Si teníamos miedo del que dirán los medios nacionales o internacionales por prohibir las marchas, estas se hicieron y se siguen haciendo aún y no son nada pacificas, y ahora esos medios hablarán mucho mas y peor, tergiversan los hechos y dan una imagen nefasta del país de acuerdo a sus conveniencias. Es el Lobby comunicacional, verdaderas mafias de la información.
Si se prohibían las marchas, no sólo limitábamos en cierta forma la acción de esas mafias como la SIP o Reporteros sin Fronteras, si no que además hubiésemos evitado los destrozos que han ocasionado estos facinerosos a la propiedad pública y privada. Pero lo peor de todo es que se les dio el chance de agrupar y movilizar masas estudiantiles que están y estarán en contra del gobierno revolucionario, ellos no están tan confundidos como se quiere hacer ver, ellos saben lo que hacen, simplemente son fascistas. ¿Ahora que vamos a hacer?
¿Esperamos a que actúe la Fiscalía? Será, aunque todo el Mundo sabe que esa institución se hace infuncional en estos casos. Para muestra un botón, estoy seguro que ustedes no han visto un pronunciamiento serio y contundente ante el nuncio apostólico para lograr que entreguen al delincuente Nixon, al que mantienen cobijado.
¿Creen ustedes, que podrá emitir esa Fiscalía, alguna orden de apresamiento para los directivos de RCTV y Globovisión por instigar al crimen y a la violencia? Yo estoy seguro que NO. Y me pregunto ¿A que esperan?
Por otra parte, el gobierno, en el caso de RCTV pecó de ingenuo, no se puede anunciar una medida de finiquito de una concesión con CINCO (5) meses de antelación, dándoles la gran oportunidad para que armaran su estrategia y manipularan a una parte considerable de la población. Esa es la verdad y ¿Ahora que vamos a hacer?
Hay gente, que parecen vivir en otra galaxia o no se donde, cuando todavía le piden, casi le suplican al fascista que se porte bien, y que no hagan lo que hacen ¡¡Que ingenuidad!!. Señores como dijo Mario Silva en una de sus hojillas, “Con el fascista no se puede negociar” y así es, cuanto tendremos que esperar para entenderlo.
En lugar de llamar tanto al pueblo, ojalá no se canse nunca, para que actúe, es mucho mejor sin vociferar tanto, actuar con celeridad y eficiencia para apresar a los instigadores de disturbios y a los apatridas que constituyen el cerebro del crimen. Hay suficientes evidencias para iniciar un proceso judicial en su contra.
¿A que esperan?