Considerando
Que la Revolución Bolivariana ha producido los avances más estratégicos, acelerados y mal comunicados que ha tenido Venezuela en toda su historia: alfabetización exhaustiva; salud gratuita para todos, especialmente los más pobres; kilómetros y kilómetros de autopistas, trenes, puentes; ediciones masivas; represas; escuelas, liceos, universidades, seis de cada diez personas estudiando; financiamiento de empresas populares; promoción de nuevas ciudades; popularización del acceso a la propiedad privada de negocios pequeños y medianos, vivienda, automóvil; disminución acelerada de la pobreza; política internacional autónoma que ha ganado para Venezuela respetabilidad y apoyo popular en todo el mundo; visibilización y reconocimiento de humanidad de los siempre despreciados, que es el avance más importante, y un largo etcétera.
Considerando
Que la revolución es agredida por una oposición irracional e insolentemente financiada y dirigida desde una potencia imperial, mediante violencia mediática permanente; golpe de Estado; paro patronal y sabotaje petrolero; guarimbas; desconocimiento de la institucionalidad democrática; quema de chaguaramos; asesinato de líderes populares mediante sicariato; asedio y quema de la Escuela de Trabajo Social con estudiantes dentro y otro largo etcétera.
Considerando
Que esa oposición se propone regresar el país al nefasto puntofijismo, es decir: desnacionalización y terrorismo de Estado.
Considerando
Que la Revolución Bolivariana ha cometido errores estratégicos que le enajenaron cerca de tres millones de sus votantes, que se abstuvieron de aprobar la Reforma Constitucional propuesta por el Presidente de la República y la Asamblea Nacional.
Me permito recomendar
La creación de una política comunicacional, declarándome corresponsable de su carencia, dentro de mi participación no decisiva pero tampoco eludible en esas decisiones.
Emprender de inmediato la aplicación de una batería de recursos de las ciencias sociales, encuestas, grupos focales, historia de vida, etc., para precisar y corregir las fallas que enajenan a esos tres millones y mantiene a más de cuatro millones identificados con la burguesía neocolonial.
Dado en Caracas a cuatro días de la derrota, que, con el perdón, así se llama.