En su afán por la acumulación de riqueza, el Capitalismo ha ideado numerosos instrumentos. Entre ellos, uno de los más resaltantes y con mayor calado en el mundo es sin lugar a dudas eso que llaman “Moda”. Pero ¿qué es la Moda?, los “Eruditos” en la “materia” (Karl Lagerfeld, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Christian Lacroix, Carolina Herrera, Luis Vuitton, Tommy Hilfiger, y un muy largo etc) se ufanan en explicar que ésta es un arte producto de la materialización de sus mentes privilegiadas, y que ellos como garúes en la “disciplina de las pasarelas” poseen el don de crearla, y no sólo eso, sino de imponerla.
Desnudando la facha inverosímil detrás de la conceptuación absurda de la Moda, y abarcando tanto su historia como finalidad podemos tener, sin ambages, una clara idea de lo que realmente es, de qué se trata y cuál es su función. La Moda es en esencia un medio del Capitalismo, un canal para amasar fortunas, pero es también- y mucho más peligroso para el mundo- uno de los elementos claves que utiliza el perverso capital para la destrucción de la cultura e idiosincracia de los pueblos, es un modo de irrumpir en las naciones, de colonizar por medio de la transculturización, es en fin, un método por excelencia para la alienación.
Ahora bien, todo los productos que crea el capital son para la moda y a la vez son la moda, ya que para la acumulación mercantilista es necesario producir bienes en masa y venderlos a través de enormes y costosísimas campañas publicitarias que llegan a hacer creer al espectador que sin tal o cual cosa no puede vivir, no es nadie o no está en nada, todos estos términos muy usados en las sociedades abatidas por el veneno inmundo del capitalismo. Pero una vez que tal o tales bienes producidos decaen en el gusto de las masas es cuando interviene de nuevo el sesudo aparataje de la contracultura, donde los grandes empresarios unidos a los gurúes mencionados en el principio del escrito deciden como por arte de magia que tales bienes están “pasados de moda”, cuando en realidad nada pasa de moda, sólo los productos dejan de ser rentables a sus ambiciones; la moda es un invento llano, en realidad no existe, y es lógico inferir que algo que no existe no puede agotarse. Próvido ejemplo de ello lo constituyen algunos artículos que como siguen produciendo enormes fortunas “no pasan de moda”, así vemos como el Chanel No.5, o la “tradicional” bota Converse siguen “estando de moda”, éste tipo de productos mientras no sufran desmejora en las ventas no serán víctimas del paso del tiempo o el desgaste de la “moda”.
Pero, ¿cómo ha permeado la “Moda” en nuestras culturas y por qué?; en principio no es un único porqué, son varios, el primero de ellos es la necesidad que tiene el capitalismo de vender desenfrenadamente para poder sostenerse, y por otro lado está el elemento de barrer con las tradiciones y culturas autóctonas para hacerlas terrenos fértiles para la expansión de los intereses de dominación del mundo, es decir, para la fácil propagación de la anticultura imperial. La penetración y ruina de las naciones empieza en la defenestración de sus culturas y tradiciones, y a sabiendas de eso y por la doble finalidad acotada, el imperialismo ha venido inoculando sus costumbres, su “cultura”, sus “principios” desplazando así lo original de las gentes, y para tal fin han contado con el elemento sin parangón de la “Moda”. El cómo es más sencillo, el aparato propagandístico ha hecho su trabajo.
Es necesario no sólo el desmontaje de la “Moda”, sino el regreso a lo que nos es propio, pues es obligatorio reconocer que al perder nuestra cultura quedamos sin identidad, no sabemos quiénes somos, qué queremos ni cuáles son los principios a seguir, no tenemos noción de patria pues pasa a ser una entelequia, reduciendo al mundo entre todos –y la mayoría de las veces sin estar concientes- a un mundo de pensamiento único, unipolar y “desculturizado”.
La Moda no existe, que perezca esa mentira capitalista.
miguelvillalobos9@hotmail.com