Todo humorista por su desbordada naturaleza es indisciplinado en el uso del lenguaje. Pero una indisciplina exquisita y digerible. O sea sabrosa. Y los Robertos en el archivisto programa vespertino y dominguero lo hacen más sabroso. Es la perfecta coalición armónica entre la sátira bullanguera de Malaver y con la sutil y casi callada, a lo mejor subliminal socarronería de Hernández Montoya. Pero es que Malaver no lo deja. Es que hablando Malaver lo azora. A veces una prosa humorística quiere inquieta salir de Hernández Montoya y Malaver no la deja. A veces no lo deja. Y entonces el deseo de oírlo de ese cinco por ciento convertido en millones queda de repente frustrado porque Malaver no lo deja. A veces lo interrumpe, lo corta, secciona su gracia. Pero Hernández se ha convertido por osmosis de resistencia callada ante su sempiterno amigo Malaver, en el expresivo humorista silente que callado lo dice todo. Porque la verdad es que Malaver es muy bueno en esos avatares pero Hernández si callado es bueno como será si lo dejan. Entonces ahí Malaver tiene razón. Empieza Malaver el programa, sigue el programa y llama al facineroso ex gobernador Mendoza para que cierre el programa. Todo con gracia es verdad. Será porque Malaver se acostumbró a que callado el otro Roberto lo esta haciendo bien. Una persona llegó a decir que “Como Ustedes Pueden Ver” es el mejor programa de la televisión porque se sabe comunicar con el pueblo..Como será si Malaver deja hablar un poco mas a Roberto…
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