El dirigente oposicionista de AD, Henry Ramos Allup, acaba de develar cuáles son los planes de la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), una vez conocidos los resultados electorales de las elecciones parlamentarias del próximo 26: nuevas acciones violentas de calle o guarimbas que emprenderán no precisamente con el fin de que el Consejo Nacional Electoral atienda sus denuncias de fraude electoral, que será lo primero que cantarán, sino para intentar una masiva movilización de sus adeptos como la del 11 de abril de 2002, para lo cual ya a mesa propagandística ha sido servida.
En tal sentido, diría un especialista: síganle la pista a la campaña electoral de la oposición. En primer lugar, busca crear un estado emocional en sus electores de que la victoria de la MUD es más que segura y que de suceder lo contrario es porque el Consejo Nacional Electoral está parcializado, como no se han cansado de decir en estos 11 años, y aun cuando éste también ha cantado sus victorias electorales, incluido el que obtuvieron en al referéndum por la reforma constitucional de 2007.
Cualquiera que visite las redes sociales digitales, twitter y facebook principalmente, podrá formarse una exacta idea de cómo el oposicionismo de derecha y el de extrema de derecha, extremo éste último que termina atrayendo finalmente al primero, supuestamente democrático, para echar a andar sus planes golpistas insustituibles, pues así tiene que actuar una derecha fascista que se precie de tal..
Las mensajes van desde la campaña de cohesión grupal que invita a votar masivamente a sus seguidores, pasando por las campañas de ridiculización de todo lo que huela a bolivarianismo, por supuesto que colocando en el centro de esta estrategia la figura del presidente Chávez, hasta llegar a las campañas de mensajes intimidantes, de revanchismo, de venganza y de miedo dirigidos hacia los seguidores del proyecto bolivariano.
Estamos, al parecer, ante una muy sofisticada estrategia de violencia simbólica que busca revolver los instintos más inhumanos de los individuos, esos que lo predisponen en un momento determinado a ejercer la violencia irracional. Estamos hablando de que la campaña electoral de la MUD está trabajando dos variables que creen sus asesores, el señor Rendom incluido, darán resultados: el efecto saciación y el efecto frustración.
En este sentido, vemos como aparecen personajillos como el cantante español Alejandro Sanz en el momento indicado, conminando al presidente a que garantice su seguridad para venir a cantar a Venezuela, pues teme a la supuesta ira de sus seguidores. Declaraciones cono estas, y en estos momentos, lo que buscan es exacerbar los ánimos revanchistas de la masa oposicionistas, en particular la más joven, más predispuesta a la violencia. Con lo que además queda develado que los planes desestabilizadores son de factura extranjera, en particular de la derecha franquista española.
En este sentido, son muy graves las palabras expresadas por el secretario general vitalicio y candidato sempiterno a diputado del partido Acción Democrática, Henry Ramos Allup, cuando no sólo acusó al presidente Hugo Chávez de delincuente, sino que de llegar la MUD a controlar la Asamblea Nacional lo pondrán “en manos de un sistema judicial verdaderamente imparcial”.
Nuevamente, pues, los verdaderos y verdaderas demócratas de nuestro país deben movilizarse en estos días previos a las elecciones, impulsando acciones de calle y comunicacionales que obligue a los partidos políticos y bloques participantes en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre a comprometerse públicamente con la aceptación de los resultados electorales, incluso si estos les son adversos.
Todo parece indicar, conocidas las graves declaraciones de Allup, que estamos de nuevo ante una acción desestabilizadora de gran magnitud, incluso que comprometería la intervención militar norteamericana con planes golpistas y magnicidas.
*Integrante de la Coordinación Nacional del Movimiento Social de Medios Alternativos y Comunitarios (MoMAC)
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