Disculpas a Ramos Allup por la no asistencia al funeral de CAP

Estimado Secretario General de Acción Democrática: en atención al momento histórico que está viviendo una parte de Venezuela con la traída de los restos mortales del huidizo de CAP al País, con la ultra planificada intención de tratar de desprestigiar políticamente al Gobierno Nacional y en general a los demócratas fuera de AD y Copey y apéndices, me disculpo horrorizado ante su novísima forma de politizar hoy en día con su filosófica manera de actuar para atraer y obtener votos que hace tiempos se le escaparon del Registro Electoral al limpiar éste la colección de muertos que era para ustedes una lista bien guardada y que hace años descansan en paz –aunque sus verdugos anden sueltos- como lo hará en lo adelante su gran figura del punto fijismo y amante del Fondo Monetario internacional con su caracazo a cuestas que nos dejó –para no olvidar, ni perdonar jamás- más de tres mil compatriotas que desaparecieron por ese antojo adeco de sumergir a la Nación en el Neoliberalismo destructivo del sosiego mundial como parte de la paz.

Asumo esta responsabilidad de deslealtad al igual que muchos venezolanos que no nos prestamos a fingir de deudo lejano, ni mucho menos de compañero de ese cadáver que todavía vaga por los cielos de la maldición buscando reacomodo del conjunto de males que como injusticias de político corrupto le aplicó al pueblo de Venezuela con ese fanatismo parcial que hizo causa común con el grueso de la oligarquía que como mano derecha dentro del sistema: lo obligó a desatar el ensarte de desastres económicos que nos llevaron por la senda de la aceleración del capitalismo a ultranza que nos arruinó más de lo que estábamos y nos puso a merced del imperio y sus lacayos.

Es macabro ver como el partido adeco por voluntad de su Secretario General -Ramos Allup- juega con la paciencia del pueblo y en particular con los candidatos de la MUS, de la cual uno de ellos espera el “apoyo condicional” que haga posible llevarlo al primer lugar de la selección en las primarias con la aspiración de ser el abanderado a medirse con el presidente Chávez a la elección presidencial del 2012 y, para tales fines, él monta el espectáculo de la vigilia de quien fuera su jefe, cuyo ardid permite vigilar a los visitantes a ese acto, cuya consecuencia dejará sentado las bases de apoyo en el juego político que significa la “unidad” que tanto claman.

La mayoría de los venezolanos no tienen velas en ese entierro y como tal no se han prestado al dramatismo funesto en la velación del hace tiempo moribundo CAP que, debe estar en el subconsciente de muchos fanáticos a su persona: muertos de rabia por la trágica e inoportuna situación en que lo tienen clamando por un espacio que le dé calor a su cuerpo, ya que su alma se la llevó el Satán de las tinieblas hace rato de eso y como martirio le dejó el testamento de la ridiculez a los pocos adecos que se pasan de “vivos” en su afán de ser poder alguna vez en que el pueblo nuevamente se embrutezca y deje atrás la tanta rabia concentrada hacia ellos y, lo que significaron los cuarenta años del desgaste continuado con que clavaron al pueblo de miseria.

La obra y la gracia de Ramos Allup consiste en poner el cuerpo muerto de CAP a padecer una rutina que deje sus frutos a su alcance en un recinto de su afiliación con la placidez armoniosa de atraer un público que resista “la obra teatral” en cartelera hasta que el silencio explote y la algarabía viaje sin destino que la mala hora los involucra dentro del panorama eleccionario que se les avecina y fingiendo de demócratas hacen del árbol caído leña a ver si la llamarada que salga de su fuego les ilumine el horizonte perdido.

Pido nuevamente disculpas por mi inasistencia a tan protocolar acto que no atrapa ninguna lágrima de consuelo en el alma fiel que se respeta y quiere a este País que sigue en ruta firme hacia la justicia social que nos aparte de ese mundo de apátridas, aún cadáveres y CAP no es la excepción.

Que el luto que los embarga en la vivificación de un muerto: no sea la telaraña que cubra los ojos de la sinvergonzonería que todavía muchos de la oposición anhelan como la mantequilla del pan que aún está en el horno de su esperanza como su aliciente de poder. Paz al que paz no merece.

estebanrr2008@hotmail.com




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Esteban Rojas


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