¿Cuál debate?

Las circunstancias se dividieron entre sí a la espera del gran debate: la oposición como un todo atendida por cinco contendientes como pretendientes a un cargo –cuatro del género masculino y una del femenino- reunidos en el auditorio de la UCAB, frente a un selectivo grupo de interesados y aburguesados de algunos institutos educativos y los estudiantes –su gran mayoría a las afueras como si no existieran- y, Globovisión envenenando la mente humana con publicidad tras publicidad a costa de lo que sería el gran engaño del año sin contemplación ninguna.

Fue tanta la promoción al acto que todos los medios de la “canalla” internacional se ufanaron en darle tal magnitud como si de allí saldría el próximo presidente de la República Bolivariana de Venezuela y con una esplendida emoción encerró a Obama como en el círculo de espectador más hacia el futuro colega que estaría de visita en la Casa Blanca, una vez que Súmate lo declare ganador y el vencedor le rendirá a él la sumisión sagrada a mantener los lazos de atención al que el imperio tiene todo el derecho después de aportar un conjunto de ideas y el montón de dólares que han salido vía la campaña del regreso de la oligarquía al poder.

Pero, después de ver y oír el desagüe de disparates que salían al tropel de boca en boca de cada uno de los aspirantes en el poco rato que observó –Obama- sin variabilidad alguna –solamente exclamó con rabia en un español litúrgico -¡esos carajos estar ponchados y no aguantar trote a Chávez!

Lo mismo ocurrió con el papa que desde su habitación del Vaticano: se trasnocho como si fuera noche de san Mateo cuando Baltazar Porras lo invitó a no perderse de tal acto que tenía a todo el país roncando de alegría, ya que un nuevo mesías estaba por nacer en la UCAB y no sería plebeyo sino de la oligarquía venezolana y el papa con bocaditos de comprensión entre rezo con sueño no finalizó la presentación y en desacuerdo con lo observado soltó una frase en cruz contra Baltazar Porras y fue directo: el fanatismo a ese obispo lo está matando –y aún así quiere ser cardenal.

Mientras, en el mundo, de los cien millones de personas que comenzaron a ver el espectáculo más farandulero que político que inventaron –y, que los estudiantes sifrinos de unas cuatro universidades- apenas unas cincuenta mil del este de Caracas finalizaron con las últimas imágenes que les metía Globovisión por los ojos de los televisores encendidos y, después se fueron a dormir de rabia incontenible del fraude que le lanzaron por el centro del plato de la falsedad.

¿Quiénes ganaron? –en particular ninguno- salieron empatados bien compensaditos de una originalidad nunca vista en Venezuela a político alguno y, además hubo un percance de data menor que se pudo solventar con tiempo y fue que un pájaro encandilado ensucio de pupú a Diego Arria que con su mancha en el pantalón bien visible no dejó de fustigar al presidente Chávez con el mal rato que pasó a consecuencia según él de una mala acción del comandante que ni en eso lo respeta en consideración a su investidura de ex embajador en la ONU y que más temprano que tarde lo llevará a La Haya si no le manda a lavar el pantalón de esa inauguración antes.

La noche se nutrió de ansiedades y fueron tantas que cada uno de los ponentes se distrajo echando cuentos y el mejor fue de María Corina cuando, aseguró dentro de su retórica malvada que, todos los buhoneros como trabajadores informales serían los nuevos capitalistas de su gobierno con su fenomenal consentimiento de modelos de “capitalistas populares” y Fedecámaras sería refundada para darle albergue sin condiciones impertinentes.

¡Qué noche la noche de esa noche de los cinco contra uno! ¡Dios mío cómo olvidarlo? Si todo fue tan rápido que ni los gallos tuvieron tiempo de cantar y, algunos personeros todavía no han despertado de su mal sueño y el único violento en toda Venezuela y el mundo fue Pablo Medina que, se quedó con los crespos de la ambición hechos al dejarlo embarcado por pichirre y lengua larga y, a consecuencia de la MUS lo mandaron a pelar papas y como político sinvergüenza está que vomita el disco duro que se tragó hace tiempo.

¿Hubo debate? ¿Cuál debate? ¿Dónde? ¿Cuándo?

estebanrr2008@hotmail.com


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Esteban Rojas


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