Se despejó el secreto a voces del candidato de la oposición. La derecha sionista ubicó su petimetre para tratar de capitalizar, la “arrolladora” e inflada victoria de las llamadas primarias, que no fue otra cosa que un burdo y demagogo montaje, para darles aires de renovación democrática. Pablo Pérez en su alocución como virtual ganador del segundo lugar, sabía, previo acuerdo, que iba a perder pero lo que si no entendía era de donde salieron esa cantidad de votos con las cuales Henrique le “ganó” tan ampliamente. El hombre estaba descorazonado, porque aunque en todas las encuestas daban ganador a Kike, coño la vaina no era para abusar y hacerlo ver como uno más del montón inventando tantos votos, para doblarlo con un 62% a 30% que representa casi un millón de votos de diferencia. El quería unos resultados mas honorables, pero se dio cuenta que aunque “zuliano vota por zuliano” los oligarcas del centro del país, no votan por un maracucho fanfarrón que se le va los tiempos cuando guarapea y no tiene clase, para ser de su clase. Creo que el único que lo daba como ganador, era el fablistán pitoniso de Miguel Salazar, que ponía a ganar a P.P sobre Kike. Pero las verdades de Miguel, se desinflaron como sus cálculos y sus informantes.
Bueno, ya pasó este carnaval y cada uno se colocó su disfraz habitual y se quitaron el circunstancial. Pero, la parcialidad nuestra, nuestros líderes y los que tienen responsabilidades en el Gobierno Bolivariano no deben caer en la trampa y tramoya mediática que está montando la oposición dentro del país y con la ayuda de CÑN en el exterior entre otros (con la insufrible y despechada Patricia Janiot) que están en una provocadora campaña de hacer ver al Kike Capriles Randosky como el virtual presidente de Venezuela y que las huestes revolucionarias están “cagadas” con este resultado. Ellos quieren vender en la psiquis del venezolano y las venezolanas, de que el Kike es un oligarca que “comprendió” a las clases populares y es el líder joven que tomó parte del socialismo de Chávez y que unirá al país, sin importar raza, credos políticos, culturales y religiosos. Y por su puesto, con el agregado de decir que Chávez representa un pasado, que el Gobierno Bolivariano es un gobierno forajido y que el personifica un futuro “mas güeno” porque todos quieren ser como Henrique.
Nuestros lideres correligionarios, mas que atacar este escuálido e inflado resultado (coño CNE, ¿Utilizaron todo tu andamiaje tecnológico y humano que pagamos todos los venezolanos y no tienes acceso a la información veraz y oportuna? ¡Que falla!) deben seguir desenmascarando a este pálido individuo como lo que es: el que destruirá las victorias sociales y humanizantes que la revolución ha logrado y que por su puesto, su nefasta presencia implicaría el retorno con sed de venganza de las hordas de la ultraderecha que se adueñarían del país, vendiéndolo al mejor postor y acabando con toda la inversión social (retomando su visión de gasto social y como todo gasto hay que reducirlo al mínimo) para que solo el que tenga como pagar, disfrute de su acceso, como aquel cartelito “Nos reservamos el derecho de admisión”
En el hipotético de los casos, serán tiempos difíciles, de persecuciones, de odios, de revanchismo contra un pueblo que no es el mismo y reaccionará. Eso es lo que hay que advertir, no caerse a pasiones por un resultado inflado. Hay que seguir explicándole al pueblo lo que ese señor significa, para evitar que una equivocación nos comprometa nuestro futuro de nación libre y en paz. El mensaje debe ser claro para el pueblo, un mensaje no solo de esperanza futura sino de los logros presentes alcanzados y tener cuidado de lo poco conveniente ni mucho menos justo llamar contrarrevolucionarios a la gente humilde y desesperada que se encuentran en los refugios y que salen a reclamar aun estando bien atendida en Miraflores o en los hoteles, porque estas venezolanas y venezolanas desean su vital espacio familiar, ni perseguir aquellos camaradas que fueron trascendentes en su accionar para retomar el poder en los difíciles y cruentos días del golpe de estado del 2002 y el paro petrolero. Mas bien, identificar los tránsfugas y negligentes entre aquellos funcionarios que tienen la responsabilidad revolucionaria de acrecentar la educación, la salud, la alimentación, la vivienda para que nuestra gente tenga un mejor vivir y no lo hacen.
Ayer, en la manida rueda de prensa de la Comisión electoral de la MUD (donde el micrófono de VTV estaba aplastado por los otros) la señora Teresa Albanes balbuceó otra cifra (la real) y Ramón Medina le susurró con el micrófono que esa no era y que repitiera la que “si”. Fue un gazapo de la señora, que se sentía como Carmona Estanga hasta en los gestos de su rostro y sus manos y lo que estaban en las sillas gritando, parecían (o son) los mismos que aplaudían desquiciadamente con la hilaridad del once de abril del 2002. Así son ellos, así es Capriles Randosky, revanchistas, clasistas, racistas, pero no dejan de ser lacayos de sus benefactores y titiriteros capitalistas, criollos y gringos. Eso, camaradas es lo que hay que seguir explicando al pueblo, no darle cobertura a este personaje y sus minutos de gloria, pero que esto no implique descuidar sus andanzas.
Empezamos el camino hacia la gran Misión 7 de octubre, camino plagado y minado de ataques en contra de la figura y lo que encarna el Camarada Chávez. Ataques desde los púlpitos de las iglesias católicas, desde la pérfida cúpula empresarial, desde las elites universitarias, desde la malandrina canalla mediática y lo mas rastrero: los soterrados traidores internos devenidos en grupúsculos, ambiciosos de su cuota negociable de poder dentro de nuestras filas. Estos son los mas peligrosos, los futuros salta talanqueras.
En fin, hay un pueblo que está muy por encima de las expectativas y visión de los políticos. Un pueblo que supo defender y rescatar la dignidad y la democracia y no se amilanó en las circunstancias. Ese es el verdadero partido de Chávez. El que siempre está preparado para la defensa de la revolución y que no espera a que lo llamen ya que siempre está ahí; porque sabe, que con Chávez hay futuro para la gran mayoría a la que se les había negado conjugar este tiempo.
Sin Chávez no hay revolución, porque Chávez es la revolución.
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