Si alguien me pidieran hacer una definición de la personalidad de Capriles Radonsky, a falta de características más relevantes se me ocurre recordar una vieja obra de teatro de Marcel Achard que vi en Paris en mis viejos tiempos de estudiante de la Sorbona: Patate (Papa), donde alguien caracteriza a otro personaje de la obra como: il est tres doué por faire tout ce qui ne sert a rien (el tiene mucha capacidad para hacer todas aquellas cosas que no sirven para nada).
En verdad, la carrera política de Capriles Radonsky (por ahora) se ha caracterizado por haber logrado cosas que no han dejado ninguna huella positiva en la política venezolana, sea en la Asamblea Nacional, la Alcaldía de Chacao o la gobernación de Miranda y finalmente como candidato a la Presidencia de la República.
Todos lo recordamos por haber apresado y vejado cobardemente- en compañía de Leopoldo López- al Comandante Dominguez Chacín, por el glorioso hecho de haber asaltado impunemente la inerme Embajada de Cuba durante el golpe militar de 11 de Abril de 2002.
Capríles Radonsky ha sido presentado por la MUD ante la opinión pública como una marioneta, como un convidado de piedra que solamente muestra su linda cara. Pareciera que no tiene ideas propias y se comunica con el público venezolano mediante slogans políticos y discursos prefabricados que seguramente sus asesores de imagen le hacen aprender de memoria.
En este sentido, nos recuerda también el personaje de novela de Jerzy Kosinsky, Vista desde el Jardin, quien llega a escalar grandes posiciones políticas por simple hecho de nunca haber dicho nada importante y saber guardar la boca cerrada, no por prudencia, sino por ignorancia. De hecho, esta parecer ser la única razón por la cual el Departamento de Estado de los Estados Unidos y la grandes corporaciones económicas y mediáticas venezolanas y mayameras lo han escogido para ser candidato a la presidencia de Venezuela, primus inter pares de la colección de palurdos y palurdas que también aspiraron en la primarias de la MUD a ser presidentes de Venezuela, gobernadores y alcaldes.
Esperan, quizás, que sea una especie de Ronald Reagan degradado que diga lo que sus patronos quieren que diga, con la gran diferencia de que Reagan era un actor experimentado que se aprendía sus parlamentos y sabia actuarlos antes las cámaras. En consecuencia, creemos que no hay nada que celebrar; ello confirma –lamentablemente- que el voto duro de la oposición venezolana se inclina por cualquier cosa que le pongan por delante, así sea el tigre del Pinar o el hipopótamo del zoológico de Maracay, con tal que les digan que con ese voto van a salir de Chávez. La ignorancia política de la clase media antichavista venezolana e internacional y su actitud traicionera, no presagian nada bueno para la sociedad venezolana y mucho menos para la Revolucion Bolivariana.
Que le sirva de escarmiento a todos aquellos sectores que le han hecho o que piensan hacerle concesiones electorales o políticas. Finalmente, como ya todos los patriotas revolucionarios suponemos, enfrentado a ese fenómeno telúrico e histórico de la historia venezolana, Hugo Chávez Frías, en la elección del 7 de Octubre de 2012, Capríles esta destinado a servir como -lo que en el argot de los grupos de música popular que acompañan a una figura consagrada- se llama “telonero”, esto es, un relleno. Patria Libre y Socialismo: Venceremos y Viviremos.
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