La unidad caprichosa de la oposición

Increíble, pero cierto, aunque lo dude y lo siga dudando –amiga o amigo compatriota-, que la oposición que conforma la MUS y sus aliados nacionales e internacionales: sumaron sin quemar –que es lo que importa- y a así ha quedado registrado en alguna memoria bien resguardada que conforma la otra memoria, la que asusta a los escuálidos más que a lo chavistas que, hubo un poco más de tres millones de votos –¿bien contados?- en un domingo colmado de malos presagios de síntomas negativos dentro del desarrollo de las primarias, y que con el correr de las horas dignificó después lo que nadie esperaba y, alarga una esperanza de alegría –y no de tísico- lo que molesta y calienta el ambiente político en grado sumo del “conjunto unitario” de los dirigentes políticos de la Mesa pensante, es que, se dude de su responsabilidad de conducir la gran victoria como deseo final que, quedó solamente en espera de la fecha prevista en que habrá de elegirse al nuevo jefe de estado venezolano.

¿Y cuál es la perfumada expectativa que cubre de conformidad y regocijo del ansiado poder a los que el presidente Chávez bautizó como escuálidos y, que hoy día se hacen llamar unitarios?

En realidad -y acá es donde está la tramoya- con que se quiere enredar las elecciones venideras en el país y que con una habilidad de estadísticos mas no de economistas se buscaron una constante que del uno al cuatro cuadrara a su favor y calara inmediatamente en la mente de sus seguidores y buscando una mejor identidad, llegaron a la conclusión que, la aconsejable que encajaba para su causa sería, multiplicar por tres que, por dos o cuatro, pues con dos no da para superar la última votación del presidente Chávez y, con cuatro se iban muy arriba, difícil de alcanzar ese techo que, además los pondría en ridículo a nivel extra –y como todo esa componenda de enredo emocional está bien maquinada como planificada-, lo ideal era y es multiplicar la supuesta cantidad de votos de tres millones por la constante real tres, lo que arrojaría un techo numérico de votos de nueve millones –nada fácil. ¡Vaya deflexión de caradurismo! Y sin compasión ninguna echaron a rodar por todos sus medios informáticos de la burguesía, lo que en principio les parecía un eufemismo bien inestable de creer, pero a la larga se pegaron como chinches de esa idea revoltosa –que no habrá forma de sacarlos de ese abismo político en que se han lanzado de lleno- con la mala intención de cantar fraude en su momento. ¡Ya verán!

Y como no hay mal que por bien no venga, allí tienen a sus partidarios –rencorosos y odiosos- hinchados de felicidad prematura, disfrutando de antemano sin contemplación ninguna: de lo que va ser su bien definido eslogan de campaña que no lo soltarán jamás. Es decir, ese será su coco y su tabla de salvación y, quien no lo repita hasta el cansancio será un mal escuálido que tarde o temprano se los va a tragar la gusanera cubana en Miami, ya que eso cogió candela como los cuadernos de votación y como su mundo está lleno de sinvergüenzas e irresponsables es mejor jugar con la credibilidad de opiniones, entusiasmándolos y emborrachándolos de que ya ganaron las elecciones del 7-O y, como ellos piensan no reconocer la nueva revolcada que les dará el comandante presidente –nada tienen que perder si el futuro se lo va a tragar Capriles solito.

Del candidato, Henrique Capriles Radonski, que fue elegido por un grupo de la oposición como su gran carta de triunfo en constancia a su conciencia neoliberal dentro de su arrogancia oligárquica que le secunda sus habilidades políticas, nada prácticas ni dignas de emular en la elocuencia de ideas de un estadista que persigue el bien común a favor de su pueblo y, de la inequívoca justicia social en todo su esplendor, y no la de subordinarse a un grupo de oligarcas y a dueños de empresas trasnacionales de la explotación y de la inquisición mundial desmedida, lo mismo le da, ya que no tiene nada que perder dentro de su mundo que ha sido “embaucado” tan sumisamente que no goza de buenos ejemplos a seguir dentro de su juventud que, más son los atropellos cometidos que desdicen mucho de su condición democrática y como el majunche que es, llegará alucinando al fin de la contienda si es que lo dejan llegar como uno más sin pena ni gloria al 7-O.

Y, ya el presidente Chávez se lo advirtió a Capriles sin beneplácito alguno: “La confrontación conmigo no la vas a poder evitar” y léase que como introito a lo que le espera a aquél, va a tener que amarrarse bien los pantalones de la sinceridad y apartar la mentira que lo baña de impureza desleal que lo que le espera es un “injerto maduro” de inteligencia política y habilidad comunal sin tapujos y un bojote de años de brega incansable por la grandeza del pueblo venezolano en concordancia del derecho internacional y afianzado en la Constitución y las leyes, en la comunicación y coordinación de cooperación internacional de naciones que para Capriles y sus asesores es más que suficiente en la derrota de la batalla política que se asomará -dentro de pocos meses.

Veremos como se comportan los cobardes de siempre disfrazados de Caperucita cuando el gigante de la dignidad los ponga en la orbita de confrontación de ideas y, les jurungue su afrentoso pasado de antipatria y los destroce políticamente.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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