Desiderátum apureño

Del alzheimer al harakiri político

Recientemente leímos en la prensa local una especie de carta dirigida al presidente Hugo Chávez, la cual fue escrita por un fulano a quien conocí como activista copeyano, en los tiempos de estudiante de Educación media en el Liceo Francisco Lazo Martí, de la Capital del Estado Apure; y esta misma semana escuché por radio las peroratas del secretario de la Mesa de la Unidad Democrática en esta misma región llanera. Al valorar ambos casos y otros tantos similares puedo asegurar con total certeza que la oposición venezolana en general, y la apureña en particular, van del Alzheimer al Harakiri Político. 

     Para sustentar lo anterior debo primero recordar que el Alzheimer, es una enfermedad degenerativa progresiva del cerebro caracterizada por la desorientación y la pérdida de memoria, de atención y de la capacidad de raciocinio. Por su parte, el Harakiri que en japonés significa “abrirse el vientre”, fue una práctica nipona para realizar un suicidio ritual destrozándose las entrañas con una daga.

     Pues bien Pareciera que el tiempo hizo demasiada mella en aquellos cerebros que se definían como dirigentes socialcristianos y socialdemócratas, a tal punto que hoy les inunda su masa encefálica la estulticia y los contenidos alegóricos para ignorantes existentes a diario por el orbe y cuya creación parte de la muy dedicada política imperial hacia los pueblos de la América latina. Al revisar someramente el efecto de las declaraciones y la línea editorial de algunos medios de comunicación televisivos, radiales e impresos, donde al Presidente Venezolano lo etiquetan peyorativamente  partiendo de megalómano hasta diagnosticarlo descerebrado, no pude más que deducir muchísima razón en la frase: “Chávez los tiene locos”, pues tales casos me produjeron una retrospectiva intelectual para recordar la lectura sobre la obra del Poeta neoespartano Pedro Navarro González y su trabajo ¡OH, IMBÈCILES! (Porlamar, 1898). En tal poema se hace una descripción sobre aquellas personas que acostumbran etiquetar a los demás apriorísticamente, él comienza: “¿Estoy loco?... Tal vez, las multitudes / podrán llamarme así, me importa poco…/ El genio tiene siempre excelsitudes / que semejan los ímpetus de un loco. (…) Loco Bolívar, que en la selva obscura / disparataba en incesante arrobo, / y el producto final de su locura / fueron Junín, Pichincha y Carabobo… - Nada me importa su ladrido estulto / Nada me importa que me llamen loco: / el honor no les hago de mi insulto / ni domino mis ímpetus tampoco - ¿Quiénes son? ¿Cuántos son? Procaz trahilla / que hidrópica de sangre se revela…/ Se enfada contra todo lo que brilla / y ladra contra todo lo que vuela.” 

     En esos versos el poeta describe y ataca directamente a ese tipo de personas que en aquella oportunidad lo tomaban por loco en su quehacer poético y su particular excentricismo, característico hasta los días actuales en los artistas e intelectuales populares. Más adelante en el mismo trabajo poético dedica un verso a los profesionales petulantes de la alcurnia que prevalidos de sus títulos, se adjudicaban el derecho de minimizar a los demás, por dice: “Es un derecho que lo vil se abroga / de mirar en todo hombre un homicida; / mientras ellos, allá bajo su toga, / aun empuñan la daga enrojecida.”  Continúa el poema haciéndoles un menosprecio de la siguiente manera: “¡Oh, dejadlos ladrar! Por ese ejemplo / una inmensa distancia nos separa./ Echados fueron sin piedad del Templo / ¡Yo estoy de pie, sereno, junto al Ara! – Presuntos hierofantes de otro culto / donde es la dignidad una rareza, / entonaban el himno del insulto / de pie, sobre el altar de la bajeza.” 

     Pues bien, algunos paisanos que forman parte del pleistoceno de dirigentes regionales, más por la idiotez anticuada de sus argumentos que por su edad cronológica o vejez (la cual respetamos porque para allá vamos inexorablemente todos) estiman que la totalidad de los apureños somos orates de atar o cuando menos excesivamente idiotas o ingenuos. Desde sus posiciones actuales atacan a quienes antes estaban con ellos pero que al ver las resultas de aquellas prácticas del latrocinio, el timo y la depredación del erario público, junto con la maniobra política excluyente, se decepcionaron y ahora encontraron en Chávez y su gobierno la materialización de sus esperanzas de bienestar, accediendo hoy día con facilidad y mediante un conjunto de Misiones Sociales, a la alimentación, la salud, la educación, la vivienda, la tierra y los financiamientos para trabajarla y hacerla producir, la seguridad social para ancianos, madres y niños, en fin, la posibilidad de participar en el desarrollo nacional y ser protagonistas de los nuevos tiempos bolivarianos.  

     Esos personajes no terminan de entender que la conciencia política del pueblo venezolano ha cambiado y que si bien cierto es la existencia de muchos problemas por resolver, no menos cierto es que la inmensa mayoría ha podido acceder a mejores condiciones de vida, aunque no hayamos podido erradicar -todavía- la corrupción administrativa de los espacios institucionales del Poder Público en sus diversos niveles y modalidades. Tanta es la torpeza de esos dirigentes de ayer que insisten en mantener verdades solamente aceptables para la trama o guión de una película de terror o ciencia ficción, al más puro estilo del famoso director norteamericano Steven Spielberg.      

      Es de nuestro particular punto de vista que los dirigentes de las organizaciones partidistas que adversan al Presidente Hugo Chávez han perdido toda capacidad de aglutinar adherentes, han perdido el norte inventando cada día nuevos elementos erróneos como forma de lucha. Los ciudadanos que con todo su legítimo derecho no apoyan al actual gobierno nacional han quedado huérfanos de dirigencia y ahora su vida (política) está marcada por la decepción, el desasosiego, la tristeza y la tribulación. Ya no creen en los Dinosaurios de Ramos Allup, Cesar Pérez Vivas, Salas Romer o Antonio Ledezma, ni tampoco en los turumbas e indefinidos de Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, entre otros muchos. La resignación coge cuerpo en ese importante sector de la población nacional que debería servir de equilibrio o contrapeso para que los actores de la gestión pública tengan un “control” que los obligue a cumplir a cabalidad sus funciones. Pues no es buena la existencia de un Gobierno sin oposición, porque se puede entronizar la práctica de una abusiva corrupción, ineficacia e ineficiencia de las políticas públicas, con la consecuente anarquía como respuesta de los afectados, es decir, del pueblo en su conjunto.

  El propio Presidente y sus Ministros han repetido sus argumentos acerca de la necesidad de una oposición nacional sensata y equilibrada, que adversa al gobierno pero que respeta las reglas del juego democrático  nacional, sin hacerle el juego al indiscutible enemigo de todos los pueblos, el Imperialismo norteamericano. De seguir la estulticia y la actitud vende patria de los actuales actores de la oposición política venezolana, veremos durante largos años la marcha itinerante o a la deriva de sus militantes, muchos de los cuales, los más sensatos y cuerdos, seguramente pueden ayudar a crear condiciones de efectivo bienestar nacional. No todos pueden ser malos, ni tampoco todos pueden ser excelentes, en uno y otro bando.

    La diversidad es la característica de la sociedad humana y si en aquellos años de la vida japonesa el Harakiri servía con frecuencia como gesto supremo para limpiar el honor, para demostrar la devoción hacia un superior que hubiera fallecido o como forma de protesta contra algún acto o medida gubernamental, no creo que hoy día se pueda ser tan ingenuo como para seguir a quienes se han equivocado tantas veces y reiterando en los mismos errores. De mi parte convencido que sólo en Parque Jurásico existen los dinosaurios, les manifiesto a los dirigentes de la oposición al Comandante Chávez que busquen sus escobas y palitas “basureras” para que recojan los añicos de vidrios que quedarán en sus organizaciones, luego del trancazo a recibir en las próximas elecciones de Octubre y Diciembre de este año y Abril del próximo.

desideratum_apure@yahoo.com 



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Oscar Adolfo Alvarado

Licenciado. Vicepresidente del Consejo Legislativo del Estado Apure. Presidente de la Sociedad Bolivariana del Municipio Biruaca.

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