Capriles y Ramos Allup son una “Fábrica de engaños” y una “Fabrica de bolsas”, respectivamente

Capriles miente a rienda suelta alrededor de una atmósfera envenenada; es triste pasar la vida mintiendo para al final, cuando ya el daño es irreparable para otros e inclusive para sí, tener que afrontar la realidad.

Capriles no es menos ni más que una “Fábrica de engaños”; ese sujeto debe estar cansado ya de tanto mentir y además, el saberse abúlico en brazos de una mafia ávida de petróleo, debe atormentarlo hasta el paroxismo, sí es que él conserva residuos de dignidad en su cabeza.

Yo pienso que Capriles parará en loco de remate y para colmo el trapiche va a molerlo sin misericordia y lo hará bagazo porque esa es la lógica imperial a la que él sirve.

Si el imperialismo mató a Kennedy -que era su propio connacional- cuando ya no le servía al 100 %, con mayor razón tampoco tendrá escrúpulos para con nadie más de sus lacayos y menos para con un tipo despersonalizado tal como parece ser Capriles.

Por otra parte, es de recordar la tesis de que a mediados de la década de los años cincuenta Rómulo Betancourt pudo haber ordenado matar al poeta cumanés Andrés Eloy Blanco, quien a la sazón estaba exiliado en México pero, dado su carácter revolucionario, despuntaba presidenciable y al imperialismo no le convenía, razón por la cual, Betancourt, que era de su propio partido AD y a la vez lacayo imperial, pudo no tener empacho para ordenar la muerte del poeta, que efectivamente murió en México en 1955, en un confuso e inexplicable accidente automovilístico.

De Andrés Eloy Blanco recoge la historia que pasando él una vez por una calle de Cuernavaca, ciudad mexicana, observó un enorme letrero que decía, “La mayor fábrica de bolsas”, a lo que el poeta refirió a su entonces acompañante, que eso era falso, que “La mayor fábrica de bolsas” era Acción Democrática –AD-.

Y, no es para menos porque ahora uno ve a Ramos Allup -adeco de uña en el rabo, cachos y tenedor- aupando a los que antes él calificaba despectivo como “petimetres, lechuginos y maripositas”; bolsa el tipo.

Ramos Allup representa a una “Fábrica de bolsas” que posiblemente voten para que Primero Justicia le de el palo cochinero a AD.

Y Capriles, mientras tanto, propala engaños que ya no pegan, contra el pueblo moscapil (mosca con las pilas puestas).

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Guillermo Guzmán


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