El programa firmado por dirigentes de la oposición a dos semanas de lo que fue su proceso de primarias para escoger un candidato, contempla una visión macabra de neoliberalismo con acciones muy detalladas de lo que van hacer cuando supuestamente lleguen al poder. Una de ellas se aprecia en el artículo 499 del referido documento, en el que plantean la desaparición del cargo político del Ministro con competencias en hidrocarburos de la presidencia de PDVSA y ampliar la composición de su asamblea de accionistas para garantizar la autonomía gerencial, financiera y operacional, en pocas palabras, nadie del gobierno podrá supervisar la administración y ejecución de la renta obtenida por la venta de petróleo, nuestra principal materia prima. Para lograr ese objetivo están obligados a un despido masivo de trabajadores y reincorporar a la cúpula que abandonó la empresa durante el golpe petrolero del 2002. Ese despido masivo se extenderá a las empresas básicas, porque consideran aplicar el mismo modelo. Privatizando empresas y regresando al mecanismo de tercerizados. Pero rematan en el artículo 500 del mismo documento, diciendo que ¨PDVSA debe entenderse como una empresa con fines comerciales¨, lo que se traduce en no financiar las políticas decididas por el poder electo. En primer lugar, las ganancias obtenidas por la venta de petróleo no son de la gerencia de PDVSA, ni siquiera le compete su administración, pues desde el decreto firmado por Bolívar en 1829 en la provincia de Quito en Guayaquil, cuando transfiere la soberanía de todos los recursos que yacen en el suelo y sub suelo del Rey de España a la república Colombiana, que luego pasan a Venezuela cuando ésta se separa de la Gran Colombia en 1830, queda muy claro que el Estado venezolano será el garante de la justa distribución de la renta petrolera.
¿Por qué desean la autonomía de PDVSA?, preste atención, Venezuela fue el primer exportador de petróleo desde 1925, primero que los países árabes, y ello fue así hasta la década de los sesenta. Con la Ley de Hidrocarburos de 1943, el impuesto sobre la renta era de 9%, más un adicional de 2%, lo que sumaba 11%, que comenzó a subir hasta que en 1971 el impuesto llegó a ser de 71%. Pero esa renta nunca llegaba a los venezolanos a través de ninguna política social, ¿por qué?, muy sencillo, las compañías petroleras siempre hacían trampa con los costos operativos, u otros mecanismos administrativos que evadían la contribución sincera al fisco nacional. Y aunque llegásemos a poner 100% de impuestos, la cosa no cambiaba, porque el 100% de nada, es nada. En la década de los noventa, una escoria administrativa llegó a PDVSA con la ideología capitalista de libre mercado, el presidente Caldera en su segundo mandato autorizó la apertura de la industria petrolera, que consistía en invertir en refinerías en el extranjero, para el lavado de dólares y la fuga de capitales, mientras se evadía descaradamente al fisco nacional con los costos operativos de PDVSA. Por esa razón, nunca habían recursos para pensionados, para hospitales, para educación, para aumento salarial. Cuando Chavez llega al poder se da cuenta que necesita recursos y que en PDVSA hay una caja negra de la cual nadie sabe nada. Así que cambia la junta directiva y entre las 49 leyes habilitantes crea la nueva ley de hidrocarburos. ¿Qué pasó?, intentaron dos golpes de estado en el año 2002. Chavez recupera el control y se ve obligado a la aplicación de políticas sociales inmediatas, crea las misiones sociales, las cuales se perfeccionan hasta llegar a las grandes misiones. Entre las mejoras que la oposición pretende desconocer, y que diferencian el actual gobierno de la cuarta república, podemos mencionar, incremento salarial todos los años, reducción del desempleo a 7%, cobertura de salud gratuita y de calidad a través de Barrio Adentro, ¿cuándo se vio en los gobiernos de la cuarta república un médico viviendo en el barrio atendiendo a la gente sin costo alguno?, se homologó la pensión de las personas de la tercera edad y Venezuela es el primer país de Latinoamerica en la justa distribución de su renta. Que queda mucho por hacer, y que puede perfeccionarse, seguramente. Pero la propuesta actual de la oposición es un camino al abismo. Su programa de gobierno busca volver al pasado, cuando en PDVSA no había control de ningún tipo, y nunca había dinero para políticas sociales. Lea el programa de la MUD, investigue lo que pasó en este país que nos llevó a la rebelión del Caracazo y la masacre más brutal durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Sea un elector consciente y no se deje engañar por el paquete económico de Capriles que ya se aplicó y fracasó en el país, y está fracasando en toda Europa. Guerra avisada no mata soldado.
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