El proceso bolivariano, con el liderazgo del Camarada Chávez y la participación decidida y comprometida de múltiples fuerzas progresistas, antiimperialistas y socialistas, ha propinado por más de una década grandes derrotas a la política imperialista en el país y en el continente; basta recordar, por ejemplo, la derrota a la imposición del ALCA, la recuperación de la soberanía en la administración petrolera, el surgimiento de mecanismos de integración con profunda perspectiva antiimperialista como ALBA y más recientemente la CELAC, pasando por las derrotas a las intentonas, legales e ilegales, que buscaban acabar con este proceso nacional liberador, todo esto constituye un historial más que suficiente para perfilar la fuerza de los embates de los enemigos mundiales contra nuestro país, especialmente en estos momentos de pesar por el fallecimiento del líder.
Como si todo eso fuese poco, contrapuesto a lo que cínicos e ignorantes analistas de derecha en todo el mundo han señalado, la desaparición física de Hugo Chávez ha venido a mostrar a un pueblo que no por dolido da muestras de debilidad y por el contrario pareciera aprestarse a otra gran victoria política-electoral el 14 de Abril como reafirmación de una decisión mil veces anunciada de no retroceder en los espacios conquistados hasta ahora y con la vista puesta en metas superiores.
Siendo así las cosas, no nos llamemos a engaños, la oposición venezolana, aunque muy torpe e incapacitada para descifrar totalmente la realidad política nacional, está asesorada por organismos del Estado más poderoso del planeta (EEUU), con importantes triunfos a lo largo del siglo XX contra cualquier atisbo de soberanía, independencia y liquidación revolucionaria del capitalismo en cualquier parte del mundo (y no solo a través de la fuerza militar), lo cual es un elemento a tener en cuenta para no caer en dañinos triunfalismos en cualquier terreno donde se plantee la lucha por la consolidación y avance del proceso político venezolano.
La oposición y el imperialismo también ven televisión, ellos han sido testigos, al igual que el mundo entero, de las muestras más grandes de movilización combativa jamás dadas en este continente en apego a un líder como las vistas en estos días luego del lamentable fallecimiento del Camarada Hugo Chávez; viendo estas imagines, que tienen por epicentro a Caracas pero que se han producido en todos los rincones de Venezuela, hasta un niño puede prever la derrota electoral que le espera a la MUD el 14 de Abril.
Entonces, ¿qué se trae entre manos la derecha nacional e internacional al participar en unas elecciones que son para ellos “crónica de una derrota anunciada”? Esa es la pregunta lógica que todos los revolucionarios y revolucionarias estamos en responsabilidad de responder en estos días y actuar en consecuencia para neutralizar y derrotar sus planes.
Parte de las “costuras” visibles de esos planes son: la desestabilización emocional desmoralizante (como atacar el recurso de mantener la vigencia de Chávez y lo que él representa) y la provocación que apunta a generar escenarios favorables a una intervención internacional, por eso el llamado del Presidente Encargado y candidato de las fuerzas patrióticas es correcto: no caer en provocaciones de la derecha es una posición revolucionaria en estos momentos y no una muestra de debilidad.
Sigamos derrotando a la derecha en la lucha política, ideológica y de masas, en la movilización y en la organización.
Vayamos al 14 de Abril con confianza en la victoria sin triunfalismos contrarrevolucionarios.
XII Conferencia del PCV
La Conferencia Nacional del PCV que el pasado 10 de marzo decidió la candidatura de Nicolás Maduro, dejó importantes propuestas para la defensa y profundización del proceso que es importante conocer y manejar como un aporte válido y necesario en esta coyuntura.
La próxima semana ahondaremos en este tema.
@edgarmelendez79