Escribo estas líneas mientras suena de nuevo un escuálido cacerolazo que ya ni fuerza tiene. Mientras, recuerdo la anécdota de los compadres que compraron un burro y un día uno de ellos le dice al otro, compadre le tengo una mala noticia. Si, cuál es? Pues resulta que al burro le cayó gusano y está enfermo. Cónchale, respondió con preocupación, tenemos entonces que curarlo. Y respondió el primero, no compadre lo tiene que curar usted, porque está enfermo en la mitad del burro que es suya.
Pues bien, ahora resulta que con la cara muy lavada Capriles Radonsky y compañía se presentan y dicen como si nada que aceptan la decisión del Consejo Nacional Electoral, que gracias a la actitud cívica de un sector de la ciudadanía que ha sido poco cívico y muy violento se logró tal decisión y encima que en lo ya auditado, no hay problemas que las dudas están todas juntas en las doce mil cajas que se abrirán. Por Dios, la irresponsabilidad de ustedes no tiene nombre, que burla tan grotesca, ¿dónde quedan los ciudadanos asesinados por ser bolivarianos y aquellos otros que resultaron heridos?, ¿quién responde por las cuantiosas pérdidas materiales causadas a la propiedad pública y de aquellas personas que con esfuerzo y sacrificio adquirieron algún bien destruido por las bandas fascistas que ustedes aúpan?. Tiraron la piedra y ahora en actitud cobarde esconden la mano, eso hay que decirlo y también juzgarlo a la luz de la historia que se escribe y con el peso de las instituciones del estado derecho que poco han respetado.
Como dirigentes han sido irresponsables y apátridas manejando como marionetas, a miles de venezolanos en quienes han incubado odio y mintiendo con la deliberada ambigüedad de los discursos y los mensajes transmitidos a través de medios de comunicación privados nacionales y la complicidad internacional para conducir acciones de guerra de cuarta generación que socavaran la institucionalidad, sembraran odio social y provocaran un contexto de ingobernabilidad que sirva de justificativo para un golpe de estado o una intervención extranjera, pues la revolución bolivariana y socialista representa pacíficamente un peligro cierto para la dominación imperial con su ejemplo y pervivencia.
El móvil de esta conspiración y las que aún pudieran gestarse es el interés inconfesable de la oligarquía y sus aliados que persiguen a toda costa defenestrar de una buena vez por todas el proyecto nacionalista, bolivariano y socialista; restablecer su estrecha relación con el centro imperial al cual sirven por unas migajas y volver a usufructuar el poder del país con las mayores reservas petrolíferas del mundo, que posee enormes yacimientos de gas, minerales estratégicos, importantes reservorios de agua dulce, biodiversidad a mas no poder, que detenta una posición estratégica regional clave y encarna la semilla de un mundo multicéntrico y pluripolar que es antagonista de la dominación imperial de los Estados Unidos y de aquellos aliados que usufructúan el orden internacional que aún hoy conocemos.
En este abril glorioso que nos ha puesto una dura prueba en el camino, hoy de nuevo salimos en defensa del proyecto político de la Constitución, fortalecemos nuestra conciencia y se reafirma el compromiso con el proyecto bolivariano y socialista contenido en el Programa de la Patria aprobado por el voto mayoritario de los venezolanos y que la Presidencia de Nicolás Maduro hará realidad para todos los venezolanos.
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