La Polar conspira. Lo sabe todo el mundo. Sólo hay que recordar que sus dueños estuvieron entre los principales desestabilizadores durante el sabotaje petrolero de diciembre de 2002 y enero de 2003.
Esa vez escondieron la harina precocida y hasta la cerveza, con el propósito de que el pueblo diera la espalda a Hugo Chávez. No lo lograron pero lo siguieron y lo siguen intentando pero, increíble: esa conspiración la financian con la plata del pueblo venezolano.
¿Y cómo es eso?, se preguntarán algunos. Pues, porque a pesar de que todos sabemos que ellos conspiran, sin pensarlo dos veces salimos corriendo a comprar un paquete de harina Pan.
En estas semanas de “desabastecimiento”, he visto a mucho pueblo haciendo larguísimas colas para acceder al referido producto.
“En casa no comen arepa si no está hecha con harina Pan”, escuchamos decir a alguien por estos días. Ah, que conste: en esa casa la gran mayoría de sus miembros apoya a la Revolución.
Esto mismo ocurre en muchos hogares. ¿Será que no conocen otra marca?, ¿será que no se han echado una vueltica por Mercal o PDVAL donde sí hay harina precocida y de la buena? ¡Me consta! ¿O será que se dejaron influenciar por la publicidad aquella de los años 90 de que “para las más suaves y deliciosas arepas, harina Pan”?
Mientras no tomemos conciencia de la manipulación de la que somos objeto, no dejaremos de ser los tontos útiles que Míster Lorenzo Mendoza y su combo necesitan para seguir conspirando.
Cada vez que se coma una arepa, una empanada, un bollito o una hallaca hecha con esa marca, se tome una cerveza o consuma cualquier otro producto de esa empresa, recuerde que no sólo se satisface usted: también alimenta la conspiración contra el país.
rosalatorracag@gmail.com