La metamorfosis que sufrió Capriles durante su segunda campaña como candidato a la Presidencia de la República, para convertirlo en una suerte de azote de barrio, ha contagiado hasta a la flemática María Machado, quien antes de la trifulca provocada por la derecha en la sesión de la AN de ayer, se movía cual entrenador instruyendo a sus parciales, según el video que presentó Mario Silva en La Hojilla. Como siempre, la derecha agita y luego se refugia en Globovisión, su guarimba mediática.
Considero que la decisión asumida por el presidente de la AN de vetar la intervención de los diputados renuentes a reconocer al Poder Electoral, aporta poco al necesario clima de paz que pretende lograr el presidente Maduro. Pero el cambio de los típicos cartelitos de Primero Justicia por una pancarta y un arsenal de pitos, cornetas y atomizadores, no parece ser la mejor vía para que los representantes de la oposición recuperen el habla. En la práctica, transformaron la sesión en una hora loca, con gritos, sillas volantes y música de viento, en la cual sólo faltaban los sombreritos de cucurucho, aunque el diputado Marquina, conocedor del desenlace, lucía su casco de motorizado estilo Robocop.
Ni el asalto en masa hacia el estrado de la presidencia, ni la señora desaforada que vociferaba groserías a Diosdado Cabello mientras fumigaba a los diputados de la revolución, ni Dávila con sus amenazas, ni el lanzador de sillas, ofrecieron argumentos serios en el marco del parlamento, donde, como en todas partes, la violencia es censurable venga de donde venga. La fracción chavista debió marcar distancia e ignorar la provocación, para evitar que la prensa mundial reseñara, una vez más, a los diputados de la derecha como víctimas.
Sin duda, el show es parte del golpe lento que adelanta la oposición y que progresa por varios caminos. Siguiendo su tradición, desconocen los resultados oficiales que suministró el CNE en las elecciones del 14-04; denuncian fraude pero no dan pruebas; solicitan verificación de votos pero como muchachos malcriados no aceptan el método aprobado por el Poder Electoral. Apelan al TSJ pero descalificando a su presidenta. Capriles alimenta el odio y llama a protestar con arrechera, pero se hace el loco cuando el desenfreno de sus seguidores ocasiona nueve muertos y decenas de heridos del chavismo, además de destrozar varios locales de Barrio Adentro y otras misiones.
Esas víctimas no existen para Globovisión ni para la prensa de derecha, como tampoco es noticia la acción del presidente Maduro, en el inicio de su gobierno de calle. Sin embargo, las mentiras de Borges y García acerca de la supuesta “función privada” del Cirque du Soleil para el presidente y su familia, sí será reseñada y repetida hasta el cansancio en las redes sociales. Chávez se nos fue físicamente, pero nos dejó una oposición insensata, ciega y loca. El gobierno deberá actuar con firmeza y prudencia para evitar que logren su objetivo de provocar una guerra civil, y la intervención yanqui, OEA mediante.
(*) camilopalmares@yahoo.com