Podría haber terminado el titulo de este escrito, indicando que el comunicado de la MUD en cuestión se refiere a Egipto, país que acaba de padecer un golpe de Estado contra su primer presidente democráticamente electo, y que apenas duró un año en el poder.
Sin embargo, me parece innecesario hacerlo porque este comunicado de la MUD en realidad no se refiere a Egipto, sino a la categoría de golpe de Estado contra un gobierno democráticamente electo, aplicable en cualquier lugar del planeta, particularmente en nuestro país: Venezuela.
Con su inagotable caradurismo fascistoide y su hipocresía ramplona, la ultraderecha venezolana que dirige la MUD, justifica el golpe de Estado bajo el argumento de que “no hay que confundir un circunstancial voto mayoritario con una autorización para ignorar a la totalidad del país”.
¡No me jodan!
Precisamente, ese ha sido el mismo argumento que ha utilizado la ultraderecha venezolana para justificar su participación en el golpe de Estado de 2002, el sabotaje petrolero y el desconocimiento de las instituciones democráticas venezolanas.
Para la MUD, la piedra angular de todo sistema democrático como lo es el voto popular, no es condición necesaria para la democracia. Su carácter ciertamente fascista le impide reconocer la voluntad popular, y por ello no escatima esfuerzos para justificar cualquier aventura golpista contra la democracia, y después, solo después, podrán entonces realizarse “unas elecciones libres, justas y transparentes”, que fue la misma promesa de Carmona tras asaltar el poder el 11 de abril de 2002, derogando la Constitución y los poderes públicos de Venezuela.
A continuación, el Comunicado de la MUD que apoya el golpe de Estado en Egipto, y en cualquier parte del mundo, particularmente en Venezuela:
“UNIDAD VENEZUELA.- La Mesa de la Unidad Democrática ha seguido con atención los desarrollos políticos en Egipto y confía que el período de transición hacia la legalidad democrática sea lo más breve posible.
“En la MUD esperamos que se retome el diálogo político entre los sectores de la sociedad egipcia y que conduzca muy prontamente a la realización de unas elecciones libres, justas y transparentes.
“La intransigencia y los sectarismos no contribuyen a construir una sociedad democrática. No hay que confundir un circunstancial voto mayoritario con una autorización para ignorar a la totalidad del país.
“Hacemos un llamado a la tolerancia; a la convivencia respetuosa; la prudencia y el respeto a los derechos humanos. La democracia necesita de eso.”