Una simple pregunta: ¿Cuántos días duró el pueblo para salir de Carmona y cuántos han pasado tratando de salir de Maduro?
Esta pregunta y su respuesta, a manera de reflexión no me pertenece, me la envió una compatriota, y da pie para confirmar de qué manera nuestro pueblo ha madurado para definir lo que ahora vivimos como una realidad incuestionable, que marca una diferencia, entre quienes defendemos las conquistas de la revolución y quienes sin proyecto, doctrina u objetivos claros quieren darle un zarpazo a la Democracia.
Ese mismo pueblo ha demostrado además tener una paciencia que ya envidiaría el Job de la Biblia, pues ha, la Fuerza Armada en primer lugar, soportado toda clase de insultos, irrespetos y agresiones, incluida la privación de la vida de varios de sus miembros.
Ese pueblo que bajó de los cerros e impuso su Ley, por cierto en circunstancias que podríamos llamar poco garantes para su integridad, pues la Fuerza Armada y Policías en general aún estaban en manos de la contrarrevolución y que todavía no había alcanzado el nivel de organización que hoy tiene, si en algún momento se rebelara ante el pedido de sus líderes, que le han exigido disciplina y tener confianza en su gobierno, no les alcanzaría el tiempo a quienes andan metidos en esta aventura loca, para arrepentirse por tanto daño que le han causado a una porción del país en donde se creen fueres porque obtuvieron una mayoría circunstancial.
2.- Duras críticas han recibido la Fiscal General y la Defensora del Pueblo porque en uso de su derecho a llevar la verdad y sus denuncias de las acciones criminales y vandálicas de la ultraderecha venezolana, avaladas por toda la derecha al callar y no fijar posiciones acordes con el supuesto espíritu democrático que juran poseer; dichas críticas son por el costo de los boletos de avión, como si funcionarios de su tolda no fuesen frecuentes viajeros a países con gobiernos de derecha del mundo a conspirar y a buscar financiamiento para las acciones de guerra que hoy están impulsando.
Es un demostración del cinismo del que a cada rato hacen gala estos personajes a quienes más temprano que tarde la historia les cobrará sus crímenes.