Otra vez la jerarquía de la Iglesia católica en Venezuela se equivoca con la sabiduría del pueblo.
A la casta de la Iglesia católica le molesta que el Gobierno Bolivariano haga justicia con los pobres, solo recordados por los patriarcas cuando anteponen la caridad a la lucha del pueblo por la igualdad.
Hugo Chávez hizo méritos para ganarse la gracia del pueblo; convirtió en derechos la satisfacción de las necesidades humanas: salud, educación, vivienda, alimentación, trabajo, deportes, recreación, etc. y los conjugó con los principios de libertad, dignidad humana, justicia, amor al prójimo e igualdad.
El pensamiento político del comandante Chávez se nutrió del cristianismo, y me atrevería decir que también influyó en él Fray Bartolomé de las Casas, considerado el político católico más importante en la historia de España.
De las Casas, precursor de los derechos humanos planteaba: “1) todo poder deriva del pueblo; 2) los príncipes lo ostentan por delegación suya y para servirle; 3) cualquier acto importante del Gobierno requiere consulta y aprobación”. Todo ello recogido en la Constitución Bolivariana 400 años después.
Bartolomé de las Casas –sin ser chavista, señores de la casta- denunció los crímenes de los españoles contra nuestros pueblos originarios y dio la batalla en 1550 para demostrarle a la Iglesia católica y al mundo que los hombres son libres, no son ni bestias ni esclavos.
Día de la Resistencia Indígena: 12 de octubre
¡Creo en Chávez!
El Socialismo se gana o se pierde en la cabeza de los Pueblos.
