Como ciudadana venezolana, condeno rotundamente que se pretenda imponer a través de medios no democráticos propuestas políticas que no han sido legitimadas por voto popular, protagónico y participativo como lo establece nuestra constitución nacional, pero sobre todo condeno que se haya planificado atentar contra población civil inocente como; niñ@s, adolecentes, mujeres, personas de la tercera edad, hasta nuestro presidente constitucional Nicolás Maduro Moros, elegido democráticamente, como objetivos terroristas.
En este momento, mi país, atraviesa uno de los más terribles y devastadores momentos de su historia republicana, pues el modelo económico que ha imperado hasta ahora, el capitalismo, en su fase imperialista, se ha traducido en una prostitución y crisis de valores, de ética, de sentido de humanidad, que han llevado a la oposición venezolana, aliada con financistas internacionales a planificar un magnicidio contra nuestro pueblo. Imponiendo la muerte, el terror, la devastación.
Por esta razón, es importante que el mundo sepa que este 12 de febrero del año en curso, aquí en mi país, Venezuela, fueron capturados un grupo de vende patria, pertenecientes a la oposición venezolana, que pretendían masacrar al pueblo venezolano, a través de ataques aéreos, teniendo entre sus objetivos, la Asamblea Nacional, cuna de nuestras leyes libertarias, que está ubicada justo al lado de la plaza Bolívar de la ciudad de Caracas, donde miles de niñ@s venezolanos y ciudadanos de otras nacionalidades del mundo entero pasan horas de encuentro, de juegos, de formación.
Creo en la vida como un derecho irrenunciable del ser humano, por eso condeno con toda mis fuerzas, esta bajeza y hago un llamado al mundo a no olvidar bajo ninguna circunstancia que la aniquilación y la indolencia es el comodín que trae entre sus alas el modelo capitalista.
Socióloga
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