El 2017 por fin llegó y el presidente Nicolás Maduro se mantiene inquebrantable en la presidencia de la República, a pesar que el hoy ex presidente de la Asamblea Nacional (AN), Henry Ramos Allup, en un arrebato de frenesí y locura, al momento de tomar posesión del cargo, hace exactamente un año, auguró que el jefe de Estado saldría en un plazo no mayor de seis meses.
Ramos Allup, con su torpe política y su incontrolable ira, hizo hasta lo imposible para cumplir con su presagio diabólico, pero como todos ya conocemos el tiempo no le alcanzó para seguir desde el Parlamento nacional con sus macabras intenciones, conocidas por todos los venezolanos.
El propio gobierno del presidente Maduro, a nuestro entender, halaba porque el período que le tocó presidir a Ramos Allup, al frente de la AN, culminará de una vez por todas, pues llegó a pensar, intuimos, que aquel que reemplazaría al viejito porfiado de AD en la presidencia del Parlamento nacional sería más sensato y apegado al dialogo.
Hoy sabemos que no es así. El nuevo flamante presidente de la AN, Julio Borges, de Primero Justicia (PJ) demostró a lo largo de su primer discurso ante sus colegas diputados que es peor o quizás igual de torpe que su antecesor.
Recordemos que Ramos Allup se pasó todo un año buscando las mil maneras de derrocar al gobierno legítimo y Constitucional del presidente Maduro, en vez de dedicarse a legislar, como era su deber, a favor del pueblo.
Hemos leído con detenimiento ese primer discurso poco esperanzador y cargado de odio de Borges como nuevo presidente de la AN.
Si bien asomó con delicada coherencia los males que sufre la república y lo mal que la estamos pasando los venezolanos, apeló sin recato y en un tono desafiante, una vez más, a una salida anticonstitucional, como ha sido siempre la actuación de la oposición, a través de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Borges pretendió, por intermedio de su perorata, responsabilizar de todos los males que sufre el país al gobierno, sin que la MUD se viese salpicada o comprometida ante el pueblo venezolano.
Esgrimió muy bien, insisto, todo lo que nos afecta, desde la desaparición de los alimentos, hasta los altos niveles de delincuencia y de inflación que nos agobia, pero por ninguna parte reconoce que gran parte de la debacle que estamos viviendo es responsabilidad exclusiva y directa de la oposición, que se ampara soterrada mente bajo las directrices y el manto protector del imperio, para seguir buscando nuevos caminos que permitan recrudecer la crisis y al mismo tiempo dar con la caída del gobierno revolucionario.
Veamos entonces la actuación que ha tenido la oposición a lo largo de estos años, en donde precisamente Borges es uno de los más conspicuos responsables, para que el país haya llegado a los extremos que ha llegado.
Por todos es conocido que el pueblo venezolano es víctima de metodologías importadas como el “golpe suave”, ideado por el estadounidense Gene Sharp, quien "describe 198 métodos y pasos que hay que seguir para derrocar un gobierno.
Desde la Asamblea Nacional hemos podido ver que durante la presidencia de Ramos Allup, con Borges apoyando su gestión, se han desconocidos los Poderes Públicos de la nación, como es la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la Fiscalía, el Poder Moral, el Consejo Nacional Electoral y el propio Ejecutivo Nacional.
Lo peor es que la propia Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), con los obispos Urosa Savino y Baltazar Porras al frente, incluyendo al padre esquizofrénico del Zulia, José Palmar, entre otros prelados de la Iglesia Católica, han apoyado todas estas aberraciones y, por el contrario, muy poco aliento le han dado a mantener la paz en el país.
La oposición, también desde la propia AN, y con Borges apoyando tales desmanes, “se ha convocado a quienes desde hace tiempo quieren incurrir con fuerzas mercenarias desde el exterior, llámense OTAN, Pentágono y Paramilitares Uribistas en el territorio nacional, en una clara demostración de locura y anti patriotismo”, como lo declaró otro defensor de la Revolución Bolivariana.
Incluso, en clara sintonía con la “guerra económica”, que ha generado la desaparición de los alimentos de los anaqueles de todo el país y de aquellos productos necesarios en el hogar, incluyendo los de uso personal y de limpieza, se suma el bloqueo económico promovido desde el Citibank.
Más recientemente el país ha debido soportar la estrategia malsana que impulsa la ultraderecha venezolana, con el apoyo del imperio, a la cual pertenece Borges, como es la pérdida del valor de la moneda nacional a través de la página Web del Dólar Tu dey.
Es evidente entonces que durante estos 17 años que llevamos de revolución Borges ha tenido sus manos metidas en las campañas mediáticas o también llamadas de cuarta generación organizadas por la oposición, que siempre han intentando buscar el descalabro del gobierno revolucionario, con el apoyo y las estrategias comunicacionales definidas desde el imperio, además de las acciones de calle en caliente, como han sido la “guarimbas”.
“A través del Facebook, por ejemplo, nos hemos encontrado con mensajes incluso retadores y por demás agresivos y ofensivos, no solo en contra de la figura del presidente Maduro, sino también en des-calificación de todos los que votamos para elegirlo”.
“Otros tipos de mensajes, al mismo tiempo, se publican para hacer creer que Venezuela es un estado forajido, que está actualmente dirigido por delincuentes, por narcotraficantes, como muchas veces lo han expresado”, y Borges es claro responsable de estos hechos.
No podemos dejar de mencionar que la oposición, con Borges como uno de sus principales dirigentes, ha emprendido feroces campañas en contra de las Misiones y pide sacar a patadas a los médicos cubanos del país; pero además congelar el pago de las pensiones y que éstas no sean indexadas al salario mínimo, en perjuicio de los ancianos.
En ese viejo artículo que editamos anteriormente, titulado “Yo soy el diablo”, el candidato de la oposición que apoyó hasta su final Borges proponía además de arreciar en contra de los hermanos cubanos acabar con los programas sociales, eliminar la regulación de las tasas de interés para beneficiar claramente a la banca privada y financiera, con tal que se produjeran despidos por todas partes.
Borges, en definitiva, comparte la idea dañina de privatizar los servicios de educación, salud, seguridad, deporte vivienda y turismo y, como aditivo, le gustaría la idea de quitarle la transferencia de recursos a los Consejos Comunales.
Desde luego la oposición también aspira acabar con Pdval, Mercal y con los Clap y aumentar de un solo golpe las tarifas del sector eléctrico y del transporte, pero además privatizar a Pdvsa y la Cantv, entre otras empresas estratégicas del país.
No hay que olvidar que Borges, junto a la jauría de la oposición que le acompaña en la AN, le prometieron al país -en pleno proceso electoral para elegir a los nuevos diputados de ese parlamento- que una vez que ganasen acabarían con las colas para conseguir alimentos, pero por el contrario la escasez se recrudeció a límites insospechados.
De Borges podemos decir finalmente que es otro aspirante torpe y violento de la oposición que piensa utilizar la AN para promover su ciego deseo de llegar a ser presidente de la República, mientras el país lo vemos caer en pedazos por las macabras acciones que ha venido adelantando la ultraderecha con tal de dar con el traste del mandato del presidente Maduro y con la revolución Bolivariana.
*Periodista