Desde los medios de comunicación muchos de los llamados sesudos analistas quieren presentar la idea de que el mustio candidato de Bush “representa la unidad que jamás había logrado alcanzar la oposición”. Sin embargo, esta falsedad mediática es demolida por los terribles incidentes divisionistas que vive actualmente el oposicionismo.
Entre estos cerebrados analistas que sostienen esta simulada conclusión, se encuentra el autor del antidemocrático editorial “Chao Hugo”, que el 12 de abril de 2002 saludó efusivamente al gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga.
En tal sentido, en entrevista publicada en el diario El Nacional el lunes 21 de agosto del año en curso, página A4, el ex ministro de Cordiplan de Caldera afirma que se logró “un acuerdo unitario, que no tiene antecedentes en la vida política venezolana. Es la primera vez que se produce una cosa de esta naturaleza”.
Acaso al personaje que eliminó las prestaciones sociales de los trabajadores, se le borró de su irrisoria memoria que en los comicios de los años 1998 y 2000 todos los partidos de la oposición postularon las candidaturas únicas de Frijolito I y Frijolito II, quienes fueron derrotados abrumadoramente por Hugo Chávez. Igualmente, ¿se le olvidó al autor del editorial “Chao Hugo” que también el oposicionismo perdió el referendo revocatorio?
Sin embargo, el director de TalCual pone al descubierto que la supuesta unidad oposicionista de la que hace referencia no existe. Por lo tanto, tiene que aceptar que hay serias dificultades en el bando del partido Primero Justicia. Al respecto destaca que “Primero Justicia no escogió mejor momento para estos incidentes. (…) No veo por qué tenían que escoger este momento, precisamente, para solventar sus dificultades”. Y a continuación expresa que todos estos conflictos que perturban a la oposición “hacen el panorama peor y alimentan el escepticismo que ya existe”. Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Dicho en palabras del propio Simón Bocanegra: “Como vaya viniendo la unidad, vamos viendo”.
O sea, según las contradicciones del recién fracasado ex candidato presidencial, el “acuerdo unitario, que no tiene antecedentes en la vida política venezolana”, finalmente resulta siendo pura paja, meras ganas de hablar para tratar de engatusar, de embelesar a bobolongos.
La mejor demostración de que la unidad opositora es toda una engañifa caza bobos, la encontramos en un cintillo superior derecho de la misma página donde aparece publicada la entrevista hecha al ex ministro de Caldera. Allí se lee una información que arroja al cesto a tan la cacareada unidad de la oposición que, supuestamente, rodea al marchito pupilo de la Casa Blanca: “Lucas Riestra, miembro de la dirección nacional de Copei, señaló que la concertación que se ha producido para la candidatura unitaria opositora, no es ninguna coalición entre Julio Borges y Manuel Rosales”. Es decir, en Copei no aceptan que Borges sea el vicepelele, vicetítere y el vicemonigote del candidato de la embajada de EEUU.
Como hemos podido ver, las luchas internas, los desencuentros, que sepultaron a la Coordinadora Democrática, siguen vivitas y coleando. Entonces, ¿de qué unidad hablan los oposicionistas? Razón tiene el candidato de Bush en no renunciar a la gobernación del Zulia.
