Cada vez que al candidato de George W. Bush se le inculpa de cometer un delito, apela a su manida técnica de calificar al hecho que se le atribuye como “pote de humo” utilizado para distraer a la opinión pública nacional.
Este recurso lo utilizó, por ejemplo, el martes 7 de marzo del año en curso cuando “rechazó las acusaciones que contra él hiciera el Gobierno nacional de estar promoviendo un movimiento separatista en el Zulia”. Pero, cual tahúr sorprendido con cartas marcadas, Rosalito -especializado en el arte de la demagogia y la propaganda- se defendió al señalar que “eso es un pote de humo para no discutir lo que se habla sobre el CNE (El Universal, martes 07 de marzo, 2006). Nuevamente, pero usando su encubierto truco para escapar por las rendijas y los resquicios mediáticos, Rosalito conceptúa como "pote de humo" la denuncia que formuló el MVR sobre contenidos subliminales en un video propagandístico de su campaña electoral.
Como hemos podido ver, el mustio candidato presidencial de quien contrabandea e introduce armas desestabilizadoras en la valija diplomática, al verse sorprendido con las manos en la masa siempre se ampara en acusar al Gobierno nacional de utilizar “potes de humo”, como recurso mediático para solazar la realidad política del país. Lo único cierto, es Rosalito se ha valido de la frasecita para maquillar sus falsedades y sus conocidos errores políticos.
Sin embargo, al revisar la reciente historia venezolana nos topamos con que Rosalito es el único que está acostumbrado a pitchar indiscutibles y envolventes potes de humo, al ser sorprendido in fraganti.
Uno de los espacios más recientes que manipuló Rosalito para tirar sus “potes de humo”, fue el encuentro que tuvo con un grupo de corresponsales extranjeros. Allí Rosalito alegó que se equivocó al firmar el 12 de abril de 2002 el decreto de Carmona que disolvió los poderes públicos.
Por su importancia, analizaremos en detalles todos estos “potes de humo” que Rosalito les arrojó a los corresponsales extranjeros.
POTE DE HUMO 1: “Estaba en el estado Zulia (del cual era gobernador) y me llamaron para que viniera de urgencia a Caracas. Asistí a un evento (la autoproclamación de Carmona como presidente) y firmé mi asistencia”. Es decir, Rosalito pretendió dar a entender a los periodistas extranjeros que él estaba en el Palacio de los Cóndores de Maracaibo muy tranquilo, comiendo bocachicos rellenos, bollitos pelones, tajadas de plátanos, arroz en coco, queso palmita, acompañado de horchata y huevos chimbos, sin que se diera cuenta y sin que nadie le informara que el gobierno constitucional del presidente Hugo Chávez había sido derrocado por un golpe de Estado encabezado por Pedro Carmona Estanga. Tampoco vio ni le informaron que el primer mandatario nacional había sido secuestrado y llevado preso hasta Fuerte Tiuna por “unos militares preñados de buenas intenciones”.
POTE DE HUMO 2: “Asistí a un evento (la autoproclamación de Carmona como presidente) y firmé mi asistencia”. Con la misma frescura de quien se presenta vestido en franela y short por las tardes a respirar la suave brisa lacustre en la Vereda del Lago de Maracaibo, Rosalito intenta ahora que le creamos que él acudió al Salón Ayacucho de Miraflores creyendo que un grupo de amigos le estaba festejando el cumpleaños a Carmona. Allí, estampó su firma en lo que pensó que era la lista de asistencia al convite. O sea, a pesar de que firmó el decreto que autorizaba a Carmonita a “renovar y designar transitoriamente a los titulares de los poderes públicos, nacionales, estadales y municipales para asegurar la institucionalidad democrática y el adecuado funcionamiento del Estado de Derecho; así como a los representantes de Venezuela ante los parlamentos Andino y Latinoamericano”, Rosalito continuaba sin darse cuenta que en Venezuela se había producido un golpe de Estado.
POTE DE HUMO 3: “Seré el gran vigilante para que quienes actualmente están en el poder sean respetados en todas sus manifestaciones”. La cacería de chavistas que Rosalito montó en el Zulia en la madrugada del 12 de abril de 2002, echan por tierra lo declarado a los corresponsales extranjeros. Pues, ese fatídico día, convertido en el extravagante zoólogo australiano Steve Irwin, Rosalito -haciéndose acompañar de la Policía Regional- allanó la sede de Corpozulia. El argumento fue buscar documentos “comprometedores”, y armas de fuego.
En tal sentido, en una denuncia registrada en el Informe de Provea sobre Derechos Humanos del domingo 14 de abril de 2002, la directora del Movimiento de Mujeres, abogada Nelly Contreras, denunció el 12 de abril de 2002 que al menos cuatro miembros del partido MVR estaban siendo perseguidos en el estado Zulia. Precisó Contreras que las casas de habitación del capitán Jorge Durán Centeno, ex candidato a gobernador del Zulia por el Bloque del Cambio, del ingeniero Santiago Bautista, director de Corpozulia, y de los dirigentes bolivarianos María Materán y Ernesto Rondón fueron allanadas por la policía de Rosalito.
Según el citado informe, Contreras también reveló que “el gobernador del estado Zulia, Manuel Rosales, declaró ante la televisora Urbe TV que todos los miembros de los círculos bolivarianos serían detenidos preventivamente”. Para redondear su actuación represiva, Rosalito ordenó arrestar a los legisladores bolivarianos del Zulia. Igualmente permitió agresiones personales y la destrucción de la propiedad privada por parte de la Policía Regional contra representantes del MVR y de autoridades oficiales, entre ellos dos concejales de la Costa Oriental del Lago.
De tal manera, Rosalito participó activamente en el Zulia en actos que vulneraron el orden constitucional y maltrataron por varias horas nuestra democracia, nuestra libertad y nuestros derechos humanos.
POTE DE HUMO 4: “Si cometí un error, lo reconozco, pero fue de buena fe”. Pero, ¿es que Rosalito también actuó de buena fe durante el sabotaje petrolero cuando respaldó y apoyó logísticamente a los meritócratas de la vieja Pdvsa que fondearon al buque Pilín León en el canal de navegación del Lago de Maracaibo? Como parte de estos desatinos preñados de buena fe, Rosalito se solidarizó con quienes expresaron que el tanquero petrolero podía estallar y hacer desaparecer a Maracaibo, si era movido por una tripulación distinta a la del Pilín León.
POTE DE HUMO 5: “El abanderado de la oposición participó en Barquisimeto en una concentración que reunió más de 200 personas. (El Universal, 03-09-2006, página 1-10). “En los barrios El Viñedo y Tronconal, de Puerto La Cruz y Barcelona, más de doscientas personas salieron a recibir a Rosales” (La Razón, 27-08-2006, página A2).
Estas informaciones publicadas por la prensa oposicionista, hablan por si solas y demuestran que el desminuido Rosalito no ha resultado ni siquiera un pote de humo, sino “un pote vacío, con mucho ruido y nada de contenidos”, como lo calificara Frank Payares. Qué triste.
Ya basta de confundir y manipular a los ciudadanos. Bien decía Malen Aznarez que “el lenguaje nunca es inocente. Más bien suele estar cargado de connotaciones ideológicas, Y en situaciones de guerras o conflictos el peligro es todavía mayor”.
Por lo tanto, hay que estar muy atentos cuando el candidato de Bush invoca el recurso manoseado de conceptuar a las acusaciones que le hacen como “pote de humo”, pues la frasecita ha resultado históricamente una confesión indirecta de haber quebrantado la ley.