O de lo que queda de ella. La dirigencia opositora —o como se llame eso— está embarullada en un fenómeno desmelenadamente parecido al de Dólar Today. Dice que hay que dialogar y enseguida truena un candelorio de tuits que la chantajea y se raja. Pero ahí le viene la Realpolitik electoral porque no tiene la fuerza bélica necesaria para usurpar el poder y tiene que ir a las urnas electorales —y a las otras, claro.
Es intachablemente esquizofrénica, se contradice a veces en una sola respiración, como aquello tan cómico de «elecciones no, libertad sí» y otros contrasentidos: «Hay que ir a la calle sin retorno y no votar porque el CNE es fraudulento aunque hay que votar porque es un derecho y por eso no hubo fffRRRaude cuando ganamos la Asamblea Nacional en 2015 y ganamos cuatro gobernaciones en 2017 con el mismo CNE, gobernadores que se juramentaron ante la Constituyente aunque no debieron juramentarse allí porque es fraudulenta aunque fuimos a las regionales porque las convocó la Constituyente que desacatamos porque estamos en dictadura y por eso ahora no vamos a las elecciones de alcaldías aunque hay que votar por nuestras candidaturas encaletadas en listas de fortuna para tener una rebanada en los presupuestos municipales para financiar guarimbas, elecciones, viajes, Audis, apartamentos en Nueva York, cajas de millones en efectivo para la salud de abuelita y lo que se atraviese para tumbar a este rrrÉgimen que solo saldrá pacíficamente por la violencia de puputovs, horas 0, rebelión popular total, morteros caseros, metras de plomo chutadas por hondas, guayas, trancazos, apagones, pegar candela a bebés, a parturientas y a quienquiera que tenga pelaje chavista, la batalla final será en Miraflores, esa basura va fuera del aire, no dejemos que entren comida y medicinas al país aunque la culpa es de @NicolasMaduro». ¿Sigo?
El raudal de contradicciones de la oposición es cada vez más turbado, cada quien caotiza más que quien sigue. Borges es tal vez el más esperpéntico —porque va de un extremo al otro con agilidad de circo, escalofriante porque está jugando con nuestras vidas.
Actúan ante las redes sociales como el comercio sube los precios al buen tuntún de Dólar Today, o sea, a la loca.